Uno de los planes imprescindibles de este verano en Madrid. Así se vende The Urban Beach Cinema, la playa-césped de cine que comenzó a funcionar a principios de julio en el Centro Cultural Conde Duque y a la que el periódico Somos Malasaña acudió la pasada semana para ver si cumplía lo que prometía.
De entrada, The Urban Beach es bastante más que un cine de verano. Nada más entrar por las puertas del Conde Duque salta a la vista la enorme terraza -en realidad son dos- que ocupa su patio central. Una zona está poblada con una buena cantidad de mesas y sillas como las que pueblan las plazas madrileñas estos meses y otra dispone palés y colchones -el área chill-out- para repantingarse a lo largo mientras tomas algo fresco. Aunque la zona de esparcimiento por excelencia es la antigua playa -ahora césped- sobre la que se colocan varias tumbonas, muy concurrida. Tanto que a determinadas horas es complicado encontrar hueco.
El segundo elemento que llama poderosamente la atención en el recinto es la abundancia de puestos de comida o -como dirían en Nueva York, de donde se ha importado el concepto- Food Trucks, ya que todos van sobre ruedas. Los hay de salchichas, de ibéricos, tapeo, hamburguesas de kobe, piadinas italianas y hasta cocineros que participan en un programa de TVE. Una oferta gastronómica abundante alrededor de la que se forman largas colas justo antes de las proyecciones de las películas (¡recomendamos ir con tiempo!).
Cada noche en The Urban Beach es temática. Nosotros acudimos a lugar el miércoles, el día reservado para los estrenos recientes de cine. Si hubiéramos ido el martes nos hubiéramos encontrado con cine de terror y suspense, el lunes una película infantil (con entradas para niños a 2 euros), el jueves cine mudo y música en directo, el viernes cine cantado, el sábado con cintas clásicas de ciencia ficción y los domingos cine de chicas guerreras, además de un brunch electrónico durante el día y las actividades infantiles de Malakids! (pincha aquí para ver la cartelera completa de The Urban Beach).
El miércoles escogido para esta crónica ponían Del revés, el último éxito de Pixar que está arrasando en cines y que llenó los 800 asientos de The Urban Beach -el día de la proyección ya no había entradas-. Guardamos una pequeña cola para entrar al patio sur, lugar de proyección de la película, y ocupamos nuestra butaca numerada, cosa poco habitual en los cines de verano pero que te evita tener que acudir mucho antes para coger sitio. Nos sentamos junto a un público heterogéneo compuesto por padres con niños -incluso con bebés de pocos meses-, jóvenes malasañeros, otros algo más pijos, algunos más mayores -se veían pocos ancianos-. Como ya habíamos cenado en el patio nos ahorramos la espera en el puesto de comida rápida a base de hot dogs situado dentro del propio cine, que presentaba mucha demanda, suponemos fruto de que el espacio hubiera colgado esa noche el cartel de no hay billetes.
La proyección, bajo una agradable noche de verano madrileño -habíamos llevado la chaqueta, pero no hizo falta- fue muy agradable, con una pantalla que se veía bien desde cualquier punto del lugar y con un sonido muy digno para un lugar tan abierto. Además, la película estuvo genial así que corroboramos que la opción cena+cine del Conde Duque es uno de los planes del verano obligados en Madrid.
Para finalizar, algunos datos útiles que seguro vendrán bien a los que quieran emular nuestra experiencia: la taquilla, ubicado antes de la entrada del patio sur, abre de 20.00 a 22.00 pero puedes comprar las entradas anticipadas a través de Ticketea (aquí, enlaces directos de cada una de las películas). Las terrazas abren desde por la mañana a la 1.00 de domingo a jueves y hasta las 2.30 los viernes y sábados. Y si llevas perro, es bienvenido en la zona de terrazas.
Para más información, no dejes de consultar la agenda de ocio de Somos Malasaña, en la que iremos publicando todas las novedades de The Urban Beach y otros planes sugerentes por la zona.