Revolución en uno de los inmuebles icónicos de Madrid. La propietaria del conocido como edificio Fnac, situado en la plaza de Callao, prepara una importante reforma para cambiar sus usos, informa el periódico Cinco Días. Su intención es dedicar las seis plantas altas (de las 11 que tiene) a espacios de restauración y seguir dedicando su parte baja al alquiler de oficinas y tiendas.
Merlin apuesta por un cambio integral en el número 5 de Callao, que incluya los citados espacios de hostelería, que en sus plantas sexta, octava y undécima podrán contar con terraza y vistas sobre la citada plaza, Preciados y Gran Vía. También quiere abrir nuevos locales comerciales en su planta baja.
Actualmente el edificio cuenta con un solo inquilino, Fnac. La multinacional de venta de libros y discos ocupa 7.000 m² de los 11.629 m² de su superficie desde hace décadas y sabe de las intenciones de la compañía desde al menos el año 2019, cuando se planteó un proyecto similar que quedó parado durante la pandemia.
Por aquel entonces Merlin calculaba que las obras iban a durar más de un año y suponer un desembolso de 20 millones de euros, aunque estaban pendientes de la aprobación de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
El edificio está situado en una de las mejores zonas comerciales de Madrid, al final de la calle Preciados (la vía con alquileres de tiendas más caros) y en el punto con más peatones de la Gran Vía, calle recién reformada para ensanchar sus aceras. Está a un paso de Sol, o de la nueva Plaza de España.
El edificio fue inaugurado el 3 de abril de 1943, también para albergar unos grandes almacenes. Fue Galerías Preciados la que ocupó un inmueble considerado en su momento “modernísimo y de exquisito gusto”, relataba entonces el diario ABC. Después, con el derribo del cercano Hotel Florida, Galerías se trasladó al edificio contiguo.