“El evento más querido de la Navidad madrileña traslada su magia al parque Enrique Tierno Galván”, así anunciaba hace escasas semanas la organización de Naturaleza Encendida su nueva sede en la capital. El espectáculo lumínico, que venía celebrándose desde 2020 en el Jardín Botánico, ha decidido cambiar de ubicación después de una última edición marcada por los contratiempos de las lluvias y las críticas de Ecologistas en Acción.
Las ediciones anteriores tuvieron lugar en uno de los pocos refugios de biodiversidad del centro de Madrid. En su momento, Ecologistas en Acción denunció la amenaza que un evento de estas características podía suponer para el Real Jardín Botánico, un espacio repleto de flora y fauna. Esta organización ecologista calificó como “inapropiado” el espectáculo navideño por la masificación, la contaminación sonora y lumínica y el derroche energético que aseguraban que provocaba el evento.
“El cambio no se debe a ningún hecho especial”, aseguran a preguntas de Somos Madrid desde Letsgo Company, la empresa que organiza el evento. Achacan el traslado a “unas acciones de adecuación y mejoras en los caminos” que tenía previstas el Botánico en las fechas en las que iba a comenzar el montaje. Debido a este contratiempo, la organización de Naturaleza Encendida decidió moverse a otro espacio verde de la ciudad. Según explican, se les presentó la oportunidad de instalarse en el Tierno Galván con el permiso del equipo de Almeida y sin pensarlo aceptaron: “Aquí podemos ofrecer una experiencia más amplia y decidimos ir a por ello”.
Fuentes del Ayuntamiento consultadas por Somos Madrid indican que fue la empresa organizadora la que solicitó la instalación en este parque público de Arganzuela y niegan cualquier oferta previa por su parte. En cualquier caso, el evento dispone del permiso municipal para llevar a cabo el montaje, a falta de una autorización definitiva que previsiblemente llegará en los próximos días. “El expediente para la posible concesión se está tramitando y se concederá siempre que cumplan los requerimientos que establezca la Junta de Distrito en función de los informes perceptivos y una vez que los técnicos supervisen las instalaciones”, señalan desde el Ayuntamiento.
La instalación de este año, Insectos, propone un recorrido muy similar al de la edición anterior. El espectáculo ofrece paseos nocturnos de 45 minutos por el parque Tierno Galván en horario de 18.00 a 22.45 horas durante los meses de noviembre, diciembre y enero. En la visita, los asistentes se toparán con “majestuosas mariposas, túneles de luz de incansables abejas, libélulas gigantes, deslumbrantes flores y escarabajos de mil colores”, según señalan en su página web. Todo un espectáculo lumínico y sonoro por el precio de 17,50 euros más gastos, por persona.
Tal y como se puede observar en las imágenes de Insectos a su paso por otras ciudades, la instalación se mimetiza a la perfección con las zonas verdes, un peligro del que ya alertó Ecologistas el año pasado: “Las molestias y daños significativos a la fauna y flora son inevitables cuando se trata de una instalación de cientos de metros de cableado, un elevado número de luces en los árboles, y una masificación del recinto”. La organización también criticó la “mercantilización” del proyecto por estar “únicamente destinado a obtener beneficios económicos”, sin fines científicos ni educativos.
Entre sus colaboradores principales vuelven a encontrarse empresas como Repsol y Hyundai, un dato que también fue señalado desde Ecologistas. “Consideramos problemático que entidades de reconocido prestigio social y científico, como el Real Jardín Botánico y el CSIC, asocien su nombre al de algunas de las multinacionales más contaminantes del mundo”, señalaba la organización en 2022. En la edición anterior, la empresa promotora de la Naturaleza Encendida se anunciaba como “Evento Sostenible Alineado con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)”, una cuestión que desde Ecologistas tildaron de greenwashing por tratarse de un espectáculo de luces “innecesario y ecológicamente inaceptable”.
Las consecuencias medioambientales del evento no fueron las únicas razones por las que Naturaleza Encendida recibió críticas en su anterior edición. La cancelación “sin previo aviso” del espectáculo por causas meteorológicas injustificadas también despertó la indignación de los usuarios. Algunos de ellos se quedaron sin poder disfrutar del evento habiendo viajado expresamente a la capital para asistir a Origen, el espectáculo de las Navidades pasadas.
A pesar de las críticas, Naturaleza Encendida ya ha comenzado el montaje de la instalación y el cercamiento del parque, del que ocupará casi la mitad de su superficie. Desde la empresa organizadora, se comprometen a respetar en todo momento las zonas verdes y aseguran que el recinto solo se utilizará en el horario de apertura estipulado. Sin embargo, a los vecinos de la zona no les convence del todo la idea y ya han dejado caer las primeras críticas al respecto. “Cerrar medio parque Enrique Tierno Galván, varios meses, para montar un negocio privado, tratándose de un parque que es público, basuraleza encendida”, comentaba hace unos días un vecino en la red social X.
Naturaleza Encendida se celebrará, si no hay cambios, desde el martes 21 de noviembre de 2023 al 21 de enero de 2024 con el beneplácito del Ayuntamiento de Madrid. Al preguntar a las fuentes municipales por el alquiler de este espacio para el evento, no arrojan ninguna cifra concreta e indican que el precio se establece según la ordenanza y en función de los metros de ocupación y el tiempo de desarrollo.
En lo que va de año, ya se han celebrado en el parque Tierno Galván otros eventos como el Festival Tomavistas, el Brunch Electronik y el Pompä Open Air, tres festivales de música que han dejado el recinto cercado durante semanas. Sin embargo, el pasado mes de julio la Policía de Madrid intervino una clase de zumba en el auditorio del mismo parque bajo la justificación del ruido de los altavoces y sin exponer con claridad ningún motivo para prohibir a los asistentes bailar. Las propias usuarias de las clases de zumba denunciaron en su momento este control en contraposición a los eventos organizados por grandes empresas en estos mismos espacios: “Macrofestivales a cientos de euros el abono sí, pero 80 señoras bailando un domingo por la mañana no”.
Con la celebración del espectáculo lumínico navideño, el Ayuntamiento de Madrid cederá una vez más el espacio público para un evento privado, una acción que según recoge la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano en su artículo 2026 no está permitida: “Los lugares a que se refiere la presente ordenanza, por su calificación de bienes de dominio y uso público, no podrán ser objeto de privatización de su uso en actos organizados que por su finalidad, contenido, características o fundamento, presuponga la utilización de tales recintos con fines particulares en detrimento de su propia naturaleza y destino”.
Los vecinos de Arganzuela se niegan a ver el parque cerrado una vez más. “Van a destrozar nuestros parques. La empresa privada Letsgo está ocupando tu parque, nuestro parque”, denuncian en X.
Ni la crispación vecinal ni las críticas de ediciones pasadas han conseguido frenar la celebración del evento, que ya ha puesto sus entradas a la venta.
El negocio navideño en otros espacios públicos
El Tierno Galván no es el único parque público que el Ayuntamiento ha alquilado para la celebración de un evento estas Navidades. El Juan Carlos I, en el distrito de Barajas, también estará ocupado durante más de dos meses por la instalación de Brilla Madrid Zoo, otro espectáculo lumínico similar al de Naturaleza Encendida que contará con una superficie de 1,3 kilómetros, ocupando gran parte de las zonas verdes.
Al gran zoológico iluminado se suma el Manantial de los Sueños, un evento navideño que se celebró por primera vez en 2022 y que este año vuelve al Jardín Botánico de Ciudad Universitaria. Este parque navideño también fue criticado por Ecologistas en Acción por su uso de la expresión “sostenavilidad” en una instalación que recreaba el ártico y que a su vez conllevaba “un gran derroche energético”.
De la misma manera, la feria navideña de Plaza de España volverá en pocos días a su céntrica sede a pesar de las protestas de los vecinos de la zona por el ruido, los malos olores y la basura que generan este tipo de eventos. El pasado mes de marzo consiguieron frenar la celebración del Festival Cervantino, aunque no correrán la misma suerte con la feria de Navidad.