Este viernes 16 de julio no solo reabrirá la estación de Metro en Gran Vía. También se podrá caminar por un túnel que lleva muchos años cerrado y cuya existencia era desconocida para la mayoría de madrileños. Se trata del paso que enlaza el Cercanías de Sol con la parada del suburbano en Gran Vía bajo la calle Montera, una galería que fue construida en el año 2009 y que se dejó cerrada durante más de una década.
Por el túnel, que depende de Adif (empresa de infraestructuras del Ministerio de Transportes), se calcula que cruzarán cada día 22.000 viajeros. Su construcción fue ideada en el año 2003 por el equipo de Álvarez Cascos, entonces ministro de Fomento con Aznar, dentro de la reforma integral del Cercanías en el corazón de Madrid, esa que dejó la ballena transparente de la Puerta del Sol. Las obras se alargaron, hubo cambio de gobierno y la estación se acabó en 2009, inaugurada por José Blanco (PSOE). Pero el túnel de conexión se quedó cerrado y se abandonó la idea de llamar Sol-Gran Vía a la parada de tren.
Bajo tierra, el extremo norte del andén estaba tapiado, aunque detrás había una galería de unos 100 metros de longitud y 5,50 metros de ancho, con el hormigón visto de las bóvedas, sin ningún acabado. El día de la inauguración de la parte que funcionaba (en junio de 2009), la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció que acometería la reforma de su parte para abrir el túnel cerrado -el Metro es competencia regional- y cifró en 45 millones de euros el coste de una obra en la que invitaba a participar al Estado. La negativa de esta última entidad hizo que descartara la actuación debido a su “elevado coste económico y complejidad de diseño”, se dijo entonces.
Ocho años después, en 2017, Cristina Cifuentes retomó la idea y anunció obras en Gran Vía que, esta vez sí, se complementarían con las del Ministerio de Fomento (por entonces en manos del gobierno de Rajoy), que ha invertido 3.181.227,02 euros en los acabados. En concreto, Adif ha revestido las paredes y techos con materiales antivandálicos y se han montado las instalaciones de protección contra incendios (ventilación, detección, extinción y alarma). Además, se han instalado cuatro rampas mecánicas para salvar los 12 metros de desnivel.
Iluminación, señalización, redes de comunicaciones o falsos techos completan las actuaciones, que se acabaron hace meses pero que estaban a la espera de que la Comunidad de Madrid concluyera su parte, la de la estación de Metro en Gran Vía, que acumulará 825 días de retraso con respecto a la fecha inicialmente prevista. El resultado final se podrá ver este viernes 16 de julio, cuando los viajeros puedan llegar a este túnel por primera vez, 12 años después de que los obreros hubieran dejado listo su armazón.