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Pintura gris sobre el 'mural espejo' en el corazón de Madrid

Somos Madrid

4 de noviembre de 2021 16:00 h

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Hace más de 30 años que los paseantes que suben por la calle Espoz y Mina se encuentran, al llegar al paso con Cruz, con una imagen de lo que acaban de dejar a su espalda. La pintura, enmarcada en una medianera de cinco pisos de altura, fue ejecutada por Ángel Aragonés y además de recrear las vistas de esta parte del centro de Madrid, evoca la figura de Felipe IV y recuerda el pasado del lugar donde se asienta.

Desde hace poco, este enorme trampantojo está mutilado. Una banda de pintura tapa su parte inferior, donde había una barandilla. El gris se ha cargado también parte del cuerpo del monarca, el impreso que sostenía y la vista de la parte baja de la calle. Más Madrid asegura que lo hizo “un vecino” al que molestaban los graffiti que afeaban la parte baja de la obra desde hacía más de una década.

Aragonés trazó este trampantojo en el año 1990 por encargo municipal, como forma de integrar la historia de un lugar que albergó hace siglos un popular corral de comedias. A él hace referencia el texto de la obra, enmarcado en la parte baja no pintada de gris y que parece recitar el propio Felipe IV: “¿Me engañan los ojos o el deseo? Donde existió un teatro ahora es solo calle. O la calle ahora es un teatro. ¿Me engañan los ojos o el deseo?”.

Más Madrid pide que se sancione a quien ha vandalizado la obra con el rodillo y solicitará en la Comisión de Calidad del Paisaje Urbano de mediados de noviembre la creación de un servicio municipal de Conservación y Mantenimiento del Arte Urbano, que cuide y mantenga en buen estado los murales promovidos por el municipio.

Miguel Montejo, edil de esta formación política, denuncia que “la falta de conservación y mantenimiento por parte de este Ayuntamiento provoca en Madrid un efecto de ventanas rotas, donde la suciedad y vandalismo llaman a más suciedad y vandalismo”. Además, considera que “este fenómeno es tristemente común en nuestra ciudad, a pesar de las numerosas denuncias y protestas de los vecinos. Resulta especialmente grave y desagradable en lo que se refiere al arte urbano”.