Obras Madrid

Nuevo paseo, agua y juegos infantiles para la M-30 urbana: así se renovará la avenida de la Ilustración

Cuarenta años después de su construcción, el Ayuntamiento de Madrid va a dar un lavado de cara a la avenida de la Ilustración, esa zona de Madrid en la que la M-30 se convierte en un bulevar. El área de Obras planea una reforma de toda su parte peatonal, para mejorar la accesibilidad, los recorridos a pie y las zonas estanciales. La sección dedicada al tráfico rodado no se tocará.

Los trabajos, que serán aprobados este jueves en Junta de Gobierno y costarán 9,3 millones de euros, comenzarán antes del verano y durarán aproximadamente un año. Afectarán al tramo que va desde la avenida de Betanzos hasta el cruce con la calle Alfredo Marqueríe y servirán para mejorar los pavimentos. También se reordenará la calle Santiago de Compostela. “El objetivo es mejorar la calidad de este espacio urbano pensando en el peatón y en el usuario de proximidad, planteando la avenida como una plaza pública de encuentro y relación de los vecinos”, explica el Ayuntamiento.

Entre los elementos destacados de la reforma para conseguir esta plaza pública está el agua, presente en varias fuentes ornamentales y que recordará al antiguo cauce de arroyo que cruzaba esta zona de la capital, situada ahora en La Vaguada y que forma parte del distrito Fuencarral-El Pardo. También habrá nuevos bancos y zonas estanciales de diversas tipologías, además de una reordenación de las áreas infantiles.

Además, se adecuarán los parterres y jardines, las farolas serán renovadas por lámparas más eficientes y se adaptarán los itinerarios peatonales a la normativa de accesibilidad universal. Todos estos cambios afectarán a la zona norte del bulevar. La remodelación de la parte sur se acometerá en una segunda fase, cuyo proyecto ya está en redacción.

La avenida de la Ilustración, diseñada en los años ochenta, supuso el cierre norte de la M-30 con un concepto a medio camino entre una autopista de gran capacidad y los bulevares tradicionales de Madrid.

Aunque lo que más llama la atención son los arcos metálicos en el cruce con Ginzo de Limia, su configuración más destacada es la franja de plátanos de sombra que se extiende a lo largo del kilómetro y medio del paseo, con 40 metros de anchura, que se mantendrá en la reforma.