La luna 'díscola' de Bravo Murillo: una banda colocada al revés rompe la secuencia dibujada por las luces navideñas

El pasado 23 de diciembre la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán llamaba la atención en la red social X acerca de lo que entendían un problema de la iluminación navideña del tramo tetuanero de Bravo Murillo: “los paneles cuentan una historia que solo se entiende en coche, como una secuencia rápida”, decían.

La iluminación de este año, efectivamente, juega con la perspectiva. En los paneles de cabecera aparecen representados los Reyes Magos y un cuerpo celeste, (¿la luna? ¿la estrella de navidad sin estela?). Dicho cuerpo celeste es el protagonista de la secuencia que dibujan las distintas bandas luminosas: va decreciendo dentro de los rectángulos, apreciándose progresivamente su forma redonda y simulando que nos acercamos a ella. La secuencia se produce dos veces en el recorrido, desde el centro hacia ambas cabeceras.

Es discutible que, como aducía la asociación vecinal, el diseño solo pueda apreciarse yendo rápido en el coche, pero sí es incuestionable que solo desde el centro de la calzada se aprecia el juego óptico completamente, de manera que los transeúntes, que pueden adivinarlo cuando caminan por la acera, lo disfrutan plenamente solo al cruzar la calle.

Pero hay en la disposición de las luces un detalle que cada vez es más comentado por los peatones que pasan por Cuatro Caminos. En este caso, hacerlo más detenidamente que los conductores y verlas durante días está ayudando a esclarecer qué es lo que no les encaja en la panorámica.

En la zona de Estrecho hay uno de los cuerpos celestes que no aparece alineado con el resto, ¡sino al otro lado de la banda! Esto, que no sucede en la otra secuencia, hace que desde lejos se vea una lunita díscola y enfadada con el resto, lo que rompe la ilusión óptica. Salvo que sea una decisión de diseño que se nos escape, podríamos concluir que los operarios colocaron esa banda luminosa al revés.

La iluminación navideña del tramo tetuanero de Bravo Murillo ocupa solo una parte de la calle, como viene sucediendo los últimos años: entre la glorieta de Cuatro Caminos y la zona de Estrecho. El resto de la vía, hasta Plaza de Castilla, vuelve a quedar huérfana de grandes luces.

Hay otra iluminación navideña menor colocada en los árboles en esta parte de Bravo Murillo y otras calles del distrito, costeada por la junta de distrito, que ha llegado a parte e las calles de Francos Rodríguez, Marqués de Viana, Capitán Blanco Argibay, Infanta Mercedes o Pinos Alta. Este alumbrado, cuyo presupuesto incluye también la iluminación de la junta de distrito, ha costado algo más de 60.000 euros.

La iluminación navideña se encendió en Madrid el pasado 28 de noviembre y es, además de un elemento decorativo, un reclamo turístico, lo que ha llevado al Ayuntamiento a colaborar desde hace más de una década con la Asociación Creadores de Moda de España (ACME) para que algunos de los diseños sean creaciones de detacados diseñadores –no es el caso de la de Bravo Murillo– como Ágatha Ruiz de la Prada, Devota&Lomba, Victorio&Luchino o Adolfo Domínguez, entre otros.