En la piscina del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque reina la calma. La instalación hace honor al nombre del barrio que la acoge, La Paz, en el distrito de Fuencarral-El Pardo en Madrid. La estampa puede resultar lógica ya que la temporada de baño todavía no ha dado comienzo. Pero cuando lo haga, el próximo miércoles 15 de mayo, el recinto seguirá igual de vacío y desangelado.
La del Vicente del Bosque era la segunda piscina municipal más solicitada de la capital en 2021, según los datos del propio Consistorio. En aquel año, el último en el que estuvo operativa, se vendieron 132.020 entradas. Y después, el vacío. No abrió en 2022, ni en 2023 y tampoco lo hará este 2024. Los trabajos, de hecho, todavía no han comenzado y el proyecto definitivo ni siquiera ha sido autorizado aún por el Ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida.
Para el alcalde, la piscina del Vicente del Bosque se ha convertido en su gran cuenta pendiente, aunque la controversia se ha centrado recientemente en otras clausuras como la de Peñuelas, en Arganzuela (la piscina más solicitada de la ciudad). Este verano, las obras también impedirán la actividad en la del CDM Luis Aragonés, en Hortaleza, y la del CDM Vallecas, en Puente de Vallecas.
De esta forma, mientras el Gobierno municipal presume de las nuevas piscinas de Barajas y Tetuán (las primeras construidas en la capital desde el año 1992), el recinto de La Paz es el gran símbolo de las mejoras pendientes de acometer. Desde el área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento confirman a Somos Madrid que “la redacción del proyecto todavía no ha finalizado”, pero se aventuran a avanzar su objetivo de que “la piscina de verano pueda estar operativa la temporada que viene”. Es decir, en 2025. “El Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque va a ser objeto de una reforma integral de todas las instalaciones, una reforma que se desarrollará por fases. Va a comenzar precisamente por la piscina de verano”, apostillan.
El Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque va a ser objeto de una reforma integral que va a comenzar precisamente por la piscina de verano, para que pueda estar operativa la temporada que viene
Los tiempos dejan, sin embargo, poco margen de maniobra. Es lo que se desprende de las explicaciones de la arquitecta especializada en la edificación de piscinas Noelia Buesa. Una vez elaborado el proyecto y el presupuesto de ejecución para unos trabajos de este calibre, Buesa estima en seis meses la duración del proceso de licitación y en alrededor de un año la ejecución de las obras, según expone en unas declaraciones recogidas por El País.
Las piscinas cubiertas como solución de emergencia
En este contexto, el Ayuntamiento ha buscado soluciones en recintos climatizados de la red deportiva municipal. Ocho piscinas cubiertas con una zona de solárium incorporada abrirán durante este verano para uso recreativo, con el fin de aumentar las plazas disponibles y paliar los cierres de las del Vicente del Bosque, Luis Aragonés, Vallecas y Peñuelas. La medida de emergencia permite al regidor aseverar que 2024 “es el año que más piscinas de verano habrá abiertas en Madrid”, hasta un total de 28, como ha reivindicado este lunes durante la presentación de la temporada en el CDM Francisco Fernández Ochoa de Carabanchel.
Precisamente en este polideportivo se encuentra una de los ocho piletas cubiertas que permanecerá operativas para uso recreativo, la única junto a la del CDM Raúl González de Villaverde que refuerza distritos donde no se han producido clausuras. En Fuencarral-El Pardo, el cierre de la piscina de Vicente del Bosque se suplirá con la del CDM La Masó (ubicado a dos kilómetros), aunque solo desde el 1 de julio hasta el 14 de agosto.
En el distrito de Arganzuela, se habilitarán las del CDM Marqués de Samaranch y el Centro Integrado Arganzuela, en ambos casos únicamente entre el 1 y el 31 de julio. La piscina cubierta del Luis Aragonés, en el mismo recinto donde no abrirá sus puertas la veraniega, estará disponible para los bañistas entre el 1 de julio y el 15 de agosto, así como entre el 1 y el 8 de septiembre. Asimismo, los usuarios podrán disfrutar de la pileta cubierta del CDM Hortaleza desde el 15 de mayo hasta el 8 de septiembre, con la salvedad de todo el mes de agosto. En Puente de Vallecas el refuerzo vendrá con la habilitación de las instalaciones acuáticas del CDM Wilfred Agbonavbare.
De los problemas con las filtraciones a la sombra de la privatización
Almeida presenta estas alternativas después de comprobar cómo la complejidad que entrañan este tipo de rehabilitaciones pueden alargar en el tiempo los ceses de actividad. En el caso de la piscina del Vicente del Bosque, Noelia Buesa desgrana que los vasos [la estructura que contiene el agua y evita fugas] deberían permitir reposiciones diarias de agua, o de lo contrario el circuito de la piscina dejará de funcionar y tendrá lugar un importante derroche de agua. “Para arreglarlo hay que construir un vaso nuevo. Lo habitual es hacer una demolición perimetral del vaso y construir un nuevo en el interior del que ya había, así se ahorran la fase de movimiento de tierras”, precisa.
Las justificaciones del Ejecutivo local ante las protestas que proliferaron en La Paz el pasado año apuntan en la misma dirección: “Los vasos de las piscinas del CDM Vicente del Bosque presentan graves deficiencias en las redes de conducción de agua que han ocasionado grandes pérdidas que impiden su uso. Estas filtraciones suponen un derroche medioambiental y pueden tener otras graves consecuencias ya que se desconoce el destino del agua filtrada. Además, se han detectado deficiencias en la estructura de la piscina cubierta”.
Diversas entidades sociales y vecinales de la zona son conscientes de la necesidad de unas obras que llevaban años demandando, pero creen que los plazos se están dilatando sin justificación. Por ello constituyeron la Plataforma en Defensa del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque. La conforman el Centro Social La Piluka, la Asociación Vecinal La Flor, la Asociación de Vecinos de Begoña, el Foro Ciudadano Fuencarral-El Pardo y la sección sindical de CGT en el Consistorio madrileño. Sus principales reclamaciones se resumen en atajar lo antes posible las deficiencias y en alejar el fantasma de la privatización.
Una amenaza que se cernió sobre el centro deportivo a raíz de unas declaraciones del exconcejal popular del distrito Javier Ramírez, al que Almeida nombró en julio consejero apoderado de Calle 30, la entidad pública que controla la M-30. “Una empresa iba a invertir 60 millones para los vecinos. Reconozco que esa iniciativa existió y la hemos rechazado porque así nos lo dijeron desde el área de Deporte del Ayuntamiento. Yo hubiese tirado para adelante”, llegó a afirmar Ramírez en un pleno de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo.
El Ejecutivo de Cibeles desacreditó más tarde la millonaria cifra sugerida por Ramírez. El exedil terminó por admitir que antes de acometer los trabajos “hay que presupuestarlos” y que la cantidad estimada la aportó exclusivamente la empresa con la que entabló conversaciones. No obstante, fuentes municipales no descartaron en respuesta a este periódico la posibilidad de privatización: “Lo que está sobre la mesa es la reforma estructural que propone el área Delegada de Deporte, que está diseñando el proyecto”, se limitaron a apuntar.
Independientemente de la fórmula de financiación, la reforma tendrá que resolver un cúmulo de deficiencias en el polideportivo que van más allá de la pileta al aire libre. Desde Más Madrid enumeraban varias de ellas en declaraciones a este medio: “La piscina cubierta se tuvo que clausurar por problemas estructurales y se han producido errores en la reparación de la pista de patinaje, que presenta un escalón que la hace inutilizable”. Lamentan que “no hay ni un duro de presupuesto para arreglos pese a que es uno de los polideportivos más emblemáticos del distrito”. Tampoco entienden que el Gobierno municipal encargara un análisis de las necesidades del recinto cuando “están identificadas” y “ya en 2021 se anunciaron estudios técnicos”.