Un edil de Almeida buscó financiación privada para reformar una piscina que el alcalde mantiene cerrada

Guillermo Hormigo

27 de febrero de 2023 01:00 h

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“Una empresa iba a invertir 60 millones para los vecinos”. Así admitía abiertamente Javier Ramírez (PP), concejal presidente de Fuencarral-El Pardo, los contactos que mantuvo con el sector privado para acometer las reformas del Centro Deportivo Municipal (CDM) Vicente del Bosque, en el barrio de La Paz. “Reconozco que esa iniciativa existió y la hemos rechazado porque así nos lo dijeron desde el Área de Deporte del Ayuntamiento. Yo hubiese tirado para adelante”, expuso en el Pleno de la Junta Municipal del distrito celebrado el pasado diciembre.

El edil de Almeida no detalló cuál era la fórmula pensada para otorgar a una empresa privada unas instalaciones públicas cuya explotación la ley solo permite ser cedida mediante concurso público, abierto a otros competidores. No es la primera polémica de Ramírez con los polideportivos: en Chamberí decidió trocear la pista del recién construido en Cea Bermúdez para hacerlo más rentable de cara a su privatización, pese a la fuerte oposición vecinal.

En Fuencarral, residentes y agrupaciones vecinales temen que la inyección de fondos privados se traduzca en una externalización de los servicios que los haga menos accesibles económicamente para la ciudadanía, ante un sensible aumento de los precios. Así lo expone Pablo, vecino del barrio y miembro del Centro Social La Piluka, en conversación con Somos Madrid: “Estamos cerca de las Cuatro Torres del Paseo de la Castellana y las nuevas construcciones de la Operación Chamartín, así que es cremita para privatizar el espacio y que se encargue de su gestión una empresa”.

Pablo se basa en los antecedentes del propio distrito para justificar este miedo. El CDM Peñagrande era un terreno público ahora en manos de la compañía de gimnasios GO fit: “El modelo de este Ayuntamiento es deteriorar todo lo posible las instalaciones públicas y construir centros privados para que las gente se vaya a ellos. Así los primeros pierden tanta afluencia y el público acaba tan reventado que transmiten la sensación de que ya no hace falta arreglarlos”.

Paralelamente, los usuarios del polideportivo Vicente del Bosque llevan años demandando obras estructurales ante el deterioro de las instalaciones. La principal aunque no única exigencia es la restitución del servicio en la piscina de verano, la segunda más solicitada de Madrid en 2021 según datos del propio consistorio. No abrió en 2022 y todo indica que tampoco lo hará en 2023.

De momento, fuentes del Ayuntamiento consultadas por este medio avanzan que “el Área de Deporte va a encargar un proyecto para estudiar las necesidades del centro”. Concretan cuáles son las grandes afectaciones a las que deben hacer frente: “Los vasos de las piscinas [la estructura que contiene el agua y evita fugas] del CDM Vicente del Bosque presentan graves deficiencias en las redes de conducción de agua que han ocasionado grandes pérdidas que impiden su uso. Estas filtraciones suponen un derroche medioambiental y pueden tener otras graves consecuencias ya que se desconoce el destino del agua filtrado. Además, se han detectado deficiencias en la estructura de la piscina cubierta”.

El Ayuntamiento habla de una iniciativa privada “desestimada”

A los vecinos les despierta igualmente suspicacias el presupuesto de reforma que ha deslizado el concejal. Los 60 millones de euros no han sido detallados en ninguna partida. El Ejecutivo municipal que lidera José Luis Martínez-Almeida niega haber calculado el coste de las obras e incide en que la iniciativa propuesta por un inversor privado “fue desestimada”, sin aportar más datos sobre este intento de financiación. El propio Ramírez, en la misma intervención donde habló de los contactos con la iniciativa privada (unas palabras que pueden consultarse aquí a partir del minuto 22), reconoció que antes de acometer los trabajos “hay que presupuestarlos” y que la cantidad estimada la aportó la empresa con la que entabló consultas.

El portavoz de la campaña de Más Madrid para las próximas elecciones municipales, Eduardo Rubiño, arremete en declaraciones a Somos Madrid contra la gestión del alcalde en este y otros espacios similares: “Es una vergüenza el estado de abandono por parte de Almeida de una instalación tan fundamental para el distrito de Fuencarral-El Pardo. Solo la piscina de verano daba servicio a unas 130.000 personas. Todo lo que pasa por sus manos Almeida lo destroza, lo mete en un cajón o lo privatiza”. El también diputado en la Asamblea de Madrid cree que “está bastante claro que el Ayuntamiento no piensa arreglar esta piscina” ya que “en el presupuesto de 2023 tampoco está contemplada la necesaria reforma”.

Todo lo que pasa por sus manos Almeida lo destroza, lo mete en un cajón o lo privatiza

Rubiño recuerda que “para muchas familias las piscinas son lo más parecido a irse de vacaciones, pero está claro que a Almeida le da igual”. No entiende que “en vez de arreglar esta instalación la deje cerrada, sin mantenimiento, sin hacer las obras que necesitan”. Por último, trae a colación que “el verano pasado arrancó con nueve piscinas cerradas, entre ellas esta de Vicente del Bosque, y este año vamos por el mismo camino”.

Desde el PSOE su concejala Natalia Cera lleva el asunto del polideportivo al pleno de este martes. “El Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque debería ser el mejor de Madrid por ubicación y extensión. Sin embargo, el afán privatizador del PP lo ha convertido en casi 88.000 metros cuadrados de desolación”, lamenta en declaraciones a este periódico. “El señor Javier Ramírez busca insistentemente inversores privados para venderlo al mejor postor. La última oferta que él afirmó en Pleno de Distrito de Fuencarral- El pardo estar dispuesto a aceptar, asciende a 60 millones de euros. En este caso, el área de Deportes ha frenado la privatización con un proyecto de remodelación por fases que Ramírez intenta boicotear desde la Junta Municipal”, denuncia.

Un polideportivo repleto de deficiencias

Desde el grupo municipal de la formación que lidera Rita Maestre enumeran para este diario otras reclamaciones acumuladas en el CDM Vicente del Bosque, al margen de la pileta al aire libre: “La piscina cubierta se tuvo que clausurar el año pasado urgentemente por problemas estructurales, de las seis pistas de pádel solo funcionan dos, ha habido errores en la reparación de la pista de patinaje y presenta un escalón que la hace inutilizable...”. Lamentan que “no hay ni un duro de presupuesto para arreglos pese a que es uno de los polideportivos más emblemáticos del distrito”. Tampoco entienden que se vaya a encargar un análisis de las necesidades del recinto cuando “están identificadas” y “ya en 2021 se anunciaron estudios técnicos”.  

En la Asociación Vecinal La Flor preocupa que la situación persista pese al acuerdo de la Junta de distrito de Fuencarral-El Pardo para instar al consistorio a acometer las obras. En este ámbito de acción los acuerdos del pleno no son vinculantes, simplemente se traslada la petición al Gobierno de Cibeles, en este caso a la Dirección General de Arquitectura y Conservación del Patrimonio y a la Delegación de Deporte.

Ante este panorama, un grupo de entidades afectadas ha constituido la Plataforma en Defensa del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque para coordinarse en sus reclamaciones, que se resumen en la solución de las deficiencias y en alejar el fantasma de la privatización. Además del Centro Social La Piluka y la Asociación Vecinal La Flor, se han sumado la Asociación de Vecinos de Begoña, el Foro Ciudadano Fuencarral-El Pardo y la sección sindical de CGT en el Ayuntamiento de Madrid.

La Plataforma ha redactado un comunicado dirigido a Ampas y otras asociaciones, así como otro para difundir entre la ciudadanía, en los que sintetiza la situación actual de las piscinas y el resto de instalaciones. “Estamos recogiendo firmas, moviendo una petición en change.org [que ya apoyan más de 2.000 personas] y pensando en organizar alguna manifestación. Queremos implicar también a asociaciones deportivas y juveniles de Fuencarral que utilizan el espacio”, concluye Pablo.