La tensión en las elecciones al rectorado de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) sigue escalando. La Policía Nacional ha tenido que intervenir este miércoles en el campus de Ciudad Universitaria para identificar a Ignacio Dancausa, líder de Nuevas Generaciones, y otros jóvenes después de que varios estudiantes alertaran de que estaban repartiendo sobres que contenían la papeleta del actual rector y candidato a la reelección, Joaquín Goyache.
Según la ley electoral, no puede llevarse a cabo ningún acto de campaña electoral cuando esta finaliza, por lo que esta invitación directa al voto la contraviene de pleno. Como cuenta un testigo de los hechos en conversación con Somos Madrid, este grupo afín al Partido Popular y vinculado también a la asociación universitaria Libertad Sin Ira se ha encargado además de pegar “más de 25 carteles” por todo el campus, incluso en el Metro y los baños, en los que se equipara votar por Esther del Campo con “permitir que Podemos gobierne ideológicamente los próximos seis años nuestra Universidad”.
Fue lo primero que levantó ciertas suspicacias al testigo -que pide ser nombrado como J.- y otros compañeros, que se intensificaron cuando “un apoderado de Esther se dio cuenta de que había un grupo de personas repartiéndose un montón de sobres que llevaban en una bolsa de cartón”. Optaron entonces por grabarles entregando estos sobres a transeúntes de la avenida Complutense. “Nos acercamos y les dijimos que eso es un delito. Se pusieron un poco nerviosos y nos llegaron a llamar borrachos”.
Aunque en un principio creyeron que se detendrían, poco después J. y otro amigo se percataron de que en realidad estaban dispersándose para continuar con la tarea. “Les seguimos y vimos que efectivamente es lo que estaba pasando, así que decidimos llamar a la policía”. Poco antes de que los agentes interceptaran al grupo, aparecieron Dancausa y otro joven.
J. expone que las tres personas a las que estaban siguiendo se deshicieron de las papeletas antes de que llegaran los efectivos de la Policía Nacional y que Dancausa tampoco portaba ninguna encima, pero en la mochila de su acompañante “los agentes han encontrado aproximadamente 50 sobres”. Desde el PP sostienen por contra que “les han identificado pero no estaban repartiendo nada”, informa Fátima Caballero. Sin embargo, fuentes policiales aseguran que “todos estaban haciendo propaganda electoral”, según recoge El País.
Más allá de la injerencia en los comicios, J. está meditando emprender acciones legales contra el presidente de Nuevas Generaciones. Cuenta que cuando apareció y se dio cuenta de que habían avisado a la policía, Ignacio Dancausa le increpó y se dirigió a él en estos términos: “Me ha dicho que me tenía una guardada, que soy un hijo de puta y que me va a dar una paliza”.
Oleada de desinformación y bulos contra Esther del Campo
Es la última de una serie de maniobras por parte de sectores afines a Goyache para imponerse a la candidatura de Esther del Campo, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, que aspira a convertirse en la primera rectora de la Complutense desde su fundación en 1822. A los intentos de vincularla con Podemos o desprestigiar su Acuerdo por el Cambio con otras tres opciones alternativas que no pasaron a la segunda vuelta, hay que sumar noticias falsas como el cierre del campus de Somosaguas por problemas con el suministro hidráulico, bulo con el que sus impulsores buscaban menoscabar los apoyos de la catedrática en uno de sus grandes caladeros de votos.
Esta última desinformación fue compartida a través de un comunicado falso por varios chats de estudiantes de la Facultad de Políticas. El teléfono que lo hizo en uno de ellos corresponde al de Álvaro Hernández Crespo, joven perteneciente también a las Nuevas Generaciones del PP que ha participado en actos junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. “Fue superextraño porque el grupo por el que se compartió llevaba inutilizado un año”, comenta una estudiante de la Facultad a este diario. “Me pareció que olía muy mal porque no tenía ningún tipo de sello académico y di el aviso al equipo de la decana para que lo comprobase”, añade. Poco después, cuando otro compañero recriminó a Hernández Crespo (quien no aparece registrado como alumno de la Complutense en su registro) que el mensaje parecía falso, este lo borró.