Ramoncín abre las Fiestas de San Isidro en Madrid, “la ciudad más libre del mundo”
“A ver si sale el del pollo frito”, anhelaba uno de los presentes esta tarde en la Plaza de la Villa, poco antes de las ocho de la tarde. Ramoncín lleva arrastrando este sobrenombre desde los años ochenta, cuando compuso una canción con ese título a bordo del bus 27, mientras volvía de una reunión en unas oficinas de La Castellana. Allí un magnate le había servido de inspiración para el tema que acabó convirtiéndose en su apodo, a su pesar. Pero que le ha servido para subirse cientos de veces a los escenarios y para vender hasta un millón de copias de sus 13 discos.
El escenario de este miércoles era distinto a cualquier otro que hubiera pisado antes. A sus pies, cientos de personas se reunían en la plaza -no estaba a rebosar, había bastante hueco- esperando las palabras de Ramoncín, el pregonero elegido para abrir las Fiestas de San Isidro este año. Antes habían sonado los acordes de un chotis de Federico Chueca, mientras bailaban los gigantes. Alguien intentaba un “viva Madrid” que se coreó con desgana. Y el grito de “viva San Isidro” ya fue directamente ninguneado por el personal asistente.
Los aplausos sí que sonaron cuando salió este rockero y escritor que cuenta ya 67 años y que estaba visiblemente emocionado, con manos temblorosas mientras arrancaba su discurso: “Esto es un honor y una enorme responsabilidad”, confesaba mientras deseaba a todos los políticos allí presentes -Más Madrid y PSOE en la balconada de la izquierda, Ciudadanos y otros ediles del PP a la derecha- la mejor de las suertes en las elecciones del próximo 28 de mayo.
El pregón duró cinco minutos y tuvo varios momentos destacables, con menciones al feminismo, al respeto a los que vienen de fuera. Pero quizás el momento más emotivo fue cuando recordó que las fiestas de la capital son momentos para aparcar las diferencias: “Es tiempo de sacar lo mejor de nosotros, de disfrutar del ambiente cultural (...) y de hacernos un poco mejores dejando de lado las sospechas, las mentiras -decir fakes no las hace menos malas- el enfrentamiento enquistado y el desdén por el pensamiento del contrario”.
Y luego continuaba elogiando a los madrileños: “Porque lo mejor que tiene esta villa son sus ciudadanos. En sus peores momentos, 2 de mayo, 11 de marzo, hemos estado unidos en defensa de lo que somos: la ciudad más solidaria, más acogedora, más creativa y más libre del mundo. Madrid”.
El madrileño -nació en un taxi junto a la Puerta de Alcalá, recordó el alcalde- arrancó su pregón con versos de su canción Reina de la noche, con los que animaba a disfrutar de “estas fiestas tan nuestras, tan castizas y tan gatas, desde el amor a esta ciudad de todos y todas los que en ella hemos nacido y hemos vivido”.
Pese a ser autor de El tocho cheli, un diccionario de lenguaje urbano del que Francisco Umbral llegó a decir que era “el María Moliner de hoy”, Ramoncín no utilizó ninguna jerga madrileña en sus palabras desde el balcón del antiguo Ayuntamiento y se limitó a pronunciar un discurso de carácter institucional, aunque con algunos momentos emotivos.
Ramoncín había sido elegido hace unos días por el Ayuntamiento de Madrid como pregonero de San Isidro. Sucede a Santiago Segura y a Antonio Resines, los otros anunciadores de las fiestas durante el mandato de Almeida, que ha preferido hombres para esta labor en lugar de las mujeres (Elvira Lindo, Almudena Grandes) por las que optó Carmena durante su legislatura.
El cantante actuará este jueves en las fiestas. Será a partir de las 22.00, en la Pradera de San Isidro, dentro de la amplísima programación de conciertos programada este 2023 por el Ayuntamiento de Madrid.
“San Isidro labrador no era un especulador”
El del pregón es un día de tradiciones, y una de las más habituales en Madrid es la de llevar protestas ciudadanas a la plaza de la Villa, aprovechando la presencia de medios que dan cobertura al pregón. Este año acudieron los vecinos del paseo de la Ermita del Santo, disfrazados con caretas de Almeida y de edificios enormes, los que quiere permitir construir el Ayuntamiento de Madrid gracias a una recalificación urbanística que los contrarios a la operación califican de “pelotazo”, ya que quintuplicará el valor de los terrenos, de capital privado.
“San Isidro labrador no era un especulador”, coreaban en protesta por una operación que tendrá que sacar adelante el próximo equipo de gobierno. Justo al lado de las praderas donde el santo trabajaba y encontraba fuentes. Una de ellas será visitada estos días por miles de madrileños, camino de la pradera y de las fiestas de la ciudad, que tendrán sus días grandes durante este puente.
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