Reunión de alcaldes de Madrid: Carmena admite que vivió su peor día cuando un niño murió al caerle un árbol en el Retiro

Guillermo Hormigo

Madrid —

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Los cinco alcaldes electos de Madrid en la democracia posteriores a Enrique Tierno Galván han protagonizado un debate, o más bien una conversación, para celebrar el centenario de la Cadena SER. Juan Barranco, José María Álvarez del Manzano, Alberto Ruiz-Gallardón y Manuela Carmena, con la participación final de José Luis Martínez-Almeida, han acudido a esta edición especial de Hoy por Hoy Madrid conducida por Marta González Novo.

Los primeros ediles de la capital han repasado los grandes hitos vinculados al Ayuntamiento en los últimos 45 años, desde la efervescencia con Tierno Galván y la tristeza por su muerte (momento en el que su sucesor Juan Barranco ha tenido que dejar el micrófono visiblemente emocionado) hasta la colaboración ciudadana durante la pandemia. Todo ello mientras las cuatro personalidades han mostrado su lado más humano y sincero.

Así, Manuela Carmena ha admitido que vivió su primer día como alcaldesa cuando la caída de un árbol en el Parque del Retiro le costó la vida a un niño de cuatro años. “Como en otras controversias que involucran a los equipos de Gobierno, no había responsabilidad penal. Pero cuando tu preocupación es preservar la seguridad y el bienestar de los madrileños, cuidar de ellos, te queda la sensación de si podrías haberlo evitado”.

Alberto Ruiz-Gallardón ha declarado por su parte que “el 11-M fue el peor día de la historia de Madrid”. Todos los regidores han coincidido en alabar el comportamiento de los servidores públicos y el conjunto de la ciudadanía ante los atentados yihadistas que sacudieron la ciudad en 2004. El también expresidente de la Comunidad de Madrid ha contado que aquel mismo día recibió la llamada de, entre otros (incluido Juan Barranco), el juez Baltasar Garzón. El exmagistrado de la Audiencia Nacional ya le alertó, según ha expuesto Ruiz-Gallardón, de que el modus operandi no parecía propio de ETA. El Gobierno de José María Aznar rechazó esta hipótesis, lo que ha acabado derivando en una teoría de la conspiración.

La pesadilla del sueño olímpico

Ruiz-Gallardón ha abordado una de las grandes controversias de su mandato, las intentonas olímpicas: “Hay esfuerzos que producen beneficios aunque no resulten. Sirvió para desarrollar estructuras hoteleras y deportivas y para dar visibilidad a la ciudad [también dejó inversiones ruinosas]. Madrid no debe arrepentirse de sus candidaturas olímpicas. Ahora bien, el reparto de la sede es un acto discrecional por parte de un club privado [el Comité Olímpico Internacional], por lo que me pensaría muy mucho si una ciudad moderna del siglo XXI debe volver a intentarlo”.

El exministro de Justicia ha presumido además de las importantes obras ejecutadas durante su mandato, con Madrid Río y el soterramiento de la M-30 a la cabeza: “El otro día un taxista me decía que durante las obras me llamaba de todo a mí y mi familia, pero que ahora eran una alegría. Me invitó a la carrera y todo. Lo que ocurre con este tipo de intervenciones es que hay que explicarlas muy bien y que la gente aprecie su utilidad. Entendimos que era imprescindible suturar una herida que separaba el norte y el sur encerrando un río. La M-30 consigue fluidez, pero también salva vidas en la que era una de las carreteras más peligrosas de Madrid”.

Para Álvarez del Manzano, el mayor logro de su prolongada etapa como regidor entre 1991 y 2003 fue precisamente de carácter sanitario: la creación del Samur en 1992. “Es la primera vez que metimos a un cirujano en un quirófano movible. Habría valido la pena con salvar una vida, pero se han salvado y se siguen salvando muchas”. Más polémica fue su apuesta por los parquímetros. “Antes construí 100.000 plazas de aparcamiento”, ha recordado. Gran valedor de la primera candidatura olímpica de cara a los Juegos de 2012, difiere en este punto de su sucesor: “Es una bandera política que hay que seguir, Madrid será villa olímpica”.

De sus tres años con el bastón de mando, el socialista Juan Barranco ha sacado pecho por su parte de la apuesta por la vivienda, el saneamiento y los equipamientos en zonas de Vallecas, Villaverde o Carabanchel. “No es fácil encontrar una solución al problema tan complejo de la vivienda. Desde luego hay que enfocarse en la vivienda social en régimen de alquiler”, ha apuntado en relación a una situación que ha derivado en una gran movilización social en la ciudad.

El buen rollo de quienes comparten un cargo especial

Los exalcaldes han mostrado una gran sintonía, que han puesto en contraste con la “crispación” de la política actual. “Se ha bajado un poco el pistón de la responsabilidad y el respeto político”, ha asegurado Álvarez del Manzano. “¿Solo un poco?”, ha matizado Ruiz-Gallardón.

Han coincidido igualmente en elogiar la labor de Tierno Galván, recordando los bandos del viejo profesor. Un corte radiofónico ha rescatado uno de los más brillantes, en el que llamaba a los vecinos a cuidar y respetar la ciudad para mantenerla limpia. En él habla del Manzanares como “río que solo con exageración podemos llamar caudaloso”.

Otro punto de encuentro entre los antiguos mandatarios madrileños ha llegado al recalcar lo especial del cargo, incomparable a cualquier otro de la esfera pública o la privada. “La verdad es que me sigo sintiendo alcalde de Madrid, no hay nada como esto. Mis 12 años en el Ayuntamiento marcaron mi vida. Estás en la mente del ciudadano permanentemente para la crítica y la alabanza. Los ministros pasan, los alcaldes se quedan. Cuando hicieron ministro a Gallardón le comenté que descendía”. Este interrumpe entonces y apunta lo que le dijo fue “qué bajón”.

“No me siento alcalde en el sentido de responsabilidad o influencia, más allá de la de cualquier ciudadano, pero no es un puesto más. Nada deja más huella ni te hace estar más cerca de los ciudadanos, pero en la vida no hay que tener nostalgia y menos aún nostalgia de uno mismo. Como exalcaldes, debemos ponernos a disposición de nuestros sucesores”, ha manifestado Ruiz-Gallardón. “En cierto sentido una nunca se deja de ser alcaldesa. Pero en otros sí, porque ahora me siento una ciudadana sin más de esta preciosa ciudad”, ha respaldado Manuela Carmena.

No me siento alcalde en el sentido de responsabilidad o influencia, más allá de la de cualquier ciudadano, pero no es un puesto más. Nada deja más huella ni te hace estar más cerca de los ciudadanos, pero en la vida no hay que tener nostalgia y menos aún nostalgia de uno mismo. Como exalcaldes, debemos ponernos a disposición de nuestros sucesores

“En mi trayectoria política he sido muchas cosas, pero la gente en la calle me para por haber sido alcalde. Y también es lo que más huella ha dejado en mi interior tanto para lo bueno como en los momentos más amargos”, ha expuesto por su parte Juan Barranco. Quizá ninguno tan amargo como la moción de censura que, con los votos de Alianza Popular y Centro Democrático y Social, puso fin a su mandato en 1989. Le sucedió entonces durante los otros dos años de legislatura Agustín Rodríguez Sahagún, del CDS.

Alcaldía y radio, asuntos de familia

Un alcalde nunca electo y que no fue candidato en 1991 por problemas de salud que provocaron su muerte ese mismo año. Pero que ha estado muy presente en este acto ya que su nieto, Agustín Rodríguez-Sahagún, es redactor en Radio Madrid. El periodista ha relatado en antena alguna de las curiosas anécdotas que el nombre le depara en su trabajo.

“Madrid ha evolucionado razonablemente bien, aunque siguen existiendo desafíos importantes”, ha subrayado Almeida al final del programa especial (no ha podido estar presente en directo debido a su presencia en la reapertura del Beti Jai). Destaca de sus años como alcalde que el Ayuntamiento “estuvo siempre al lado de los ciudadanos durante la pandemia”.

No tiene sentido centrarnos en lo que se hace cuando se es oposición y después. Estoy orgullosa de haber llevado a cabo algo como Madrid Central, que es bueno para la salud de los vecinos y que nos pedían

El regidor ha hecho además un llamamiento al consenso: “Cuando los madrileños se identificaron más con la política y los políticos fue con los Pactos de la Villa. Deberíamos ser capaces de debatir con más cortesía y abstraernos de los extremos tan habituales de redes sociales. Hace poco, Manuela Carmena me paró por la calle y me felicitó por la boda. Detrás de los políticos estamos las personas”.

Antes, Carmena (que ha criticado algunas prácticas de la política contemporánea citando el libro Malismo, de Mauro Entrialgo) no ha querido hacer sangre con el cambio de criterio de un Almeida que prometía la abolición de Madrid Central y acabó conservando el proyecto rebautizado como Madrid 360. “No tiene sentido centrarnos en lo que se hace cuando se es oposición y después. Estoy orgullosa de haber llevado a cabo algo como Madrid Central que es bueno para la salud de los vecinos y que nos pedían”. Carmena ha sintetizado en su última intervención que “el alcalde o alcaldesa dirige una orquesta que es la ciudad, y en ella deben estar representada todas sus voces”.