Rita Maestre reivindica que “la corrupción cero sí existe” en su espacio y pide “una izquierda fuerte, clara y sin complejos”

“No podemos callarnos ante esta situación, ni personal ni colectivamente”, arrancaba este lunes Rita Maestre en el desayuno del club Siglo XXI, un espacio donde los políticos suelen acudir para hacer anuncios o presentar programas de cara a futuras elecciones, pero donde la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento aprovechó para dar una respuesta desde la izquierda a los casos de corrupción que golpean desde hace una semana al PSOE.
“Hay que tratar un tema que no es que sea un elefante en la habitación, podríamos decir que es un zoológico completo”, decía sobre “la presunta trama de corrupción” que afecta al exministro Ábalos y al exsecretario general socialista Santos Cerdán. “No se puede confundir un pacto de gobierno con un compromiso incondicional (...) exigimos explicaciones a un socio de gobierno que aún no ha terminado de darlas” apuntó antes de indicar que “estaremos en el Gobierno mientras podamos transformar las políticas del país”. Y explicó que “gobernamos para democratizar el país, para transformar las políticas”.
A entender de Rita Maestre, “no creemos en esta lógica del mal menor, porque resulta igual de repulsivas las acciones de Koldo que las del pequeño Nicolás” aclarando que “no se puede reducir la política a una pugna entre dos corruptelas, pues quien gana siempre es extrema derecha, lo acabamos de ver en Portugal”. Y puso la “línea roja” para la coalición de gobierno en una hipotética aparición de “financiación ilegal” en el PSOE.
Ante esta situación, la líder de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid reivindicó que “la corrupción cero sí existe” en su espacio político. “Se llama Más Madrid, se llama En Común, se llama Movimiento Sumar, se llama Compromís, se llama fuerzas del cambio, se llama candidaturas alternativas” dijo resaltando que desde 2015 “la izquierda transformadora ha gestionado millones de miles de euros públicos, en medio de una presión inédita. Y el resultado ha sido rotundo: cero personas condenadas por meter la mano en la caja. Nos han podido acusar de todo menos de robar”. Para acabar pidiendo a los suyos: “Es importante que lo reivindiquemos, que abandonemos este mantra de que todo el que llega a la política se corrompe”.
Antes, Maestre había agradecido al ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, que le hubiera dedicado unas elogiosas palabras en la presentación del acto, además de ponerlo como ejemplo en su empeño por “dar la cara, por pelear y por levantar la autoestima del espacio político en momentos complicados en los que hay que poner el cuerpo”.
La líder de la oposición municipal aseguró que “necesitamos una izquierda fuerte, clara y sin complejos. Que no se pierda en debates estériles y en disputas menores” y criticó a los que apuestan por acabar anticipadamente con la legislatura para luego “reinar sobre las ruinas de la izquierda”. Frente a ellos -sin citar explícitamente a Podemos- replicó que “esta legislatura sigue siendo útil, se siguen produciendo avances”. Aunque reconoció que “el reto es enorme” ante la ola reaccionaria, por lo que advirtió que “no cabe la ingenuidad, pero tampoco la pasividad (...) no basta con decir que no vuelva la derecha. Eso no transforma”. Y concluyó: “Si alguien piensa que no vamos a tirar la toalla, está muy confundido. Vamos a reformar y a impulsar la coalición de Gobierno. Lo vais a ir viendo en los próximos días”.
Un debate sobre el modelo de ciudad
Además de dedicar una buena parte de su discurso al análisis de las últimas convulsiones políticas desde la izquierda, Maestre apuntó hacia cuál será la estrategia de su formación durante los dos años que quedan de legislatura en Madrid antes de las siguientes elecciones, sin dar demasiadas pistas.
“Vamos a lanzar un gran debate político para definir un gran modelo de ciudad europea, del siglo XXI, que no se inspira en Miami”. Sus referentes serán más otras ciudades europeas como Viena, donde el 40% de las viviendas son públicas, o Copenhague. “Intervención pública, regulación de los alquileres y planificación urbana responsable”, resumió sobre un modelo de ciudad que permita “crecer sin expulsar”.
Frente a este modelo, Maestre criticó que el PP está construyendo un Madrid “a espaldas de los vecinos”, que endeudará la ciudad “durante los próximos diez o quince años”, en el que dicen haber montado “una fiesta en la que todo el mundo se lo puede pasar bien si se lo curra”, pero que en realidad está convirtiendose en una urbe “dura, donde sobreviven los más fuertes”. Un modelo Miami que criticó recordando cifras de la ciudad estadounidense, donde “un 20% de sus habitantes viviendo bajo el umbral de la pobreza” y “el 25% recibiendo cupones para pagar los alimentos”.
Maestre lamentó además el modelo de crecimiento de los nuevos desarrollos del Sureste, que definió como “carca” y “desfasado”, recordando que en un espacio tan grande como el que existe en la almendra central, con 570 centros públicos y 76 paradas de Metro, vivirá de forma dispersa la tercera parte de población, con acceso solo a 43 centros públicos y a una parada de suburbano planificada. “La prioridad no es la calidad de vida sino la rentabilidad de los suelos, es convertir la vivienda en un negocio (...) las grúas llegan mucho antes que los colegios”, denunció anunciando que su partido se va a plantar frente al modelo de “megalópolis” planteado para la capital por Almeida.
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