Sacar brillo al currículum y hacer 'match' con empresas: Senderas, la mano amiga de mujeres que no pueden pagar facturas

Imagina perder a tu marido, renunciar al negocio o verte obligada a cruzar el charco sola y con un hijo a tu cargo. Visualiza aterrizar en un Madrid post-pandemia al que aún salpican sus secuelas económicas, sin redes de apoyo ni grandes conocimientos sobre cómo moverse en un país que está a un continente del tuyo. Supón que tienes 47 años y, aunque seas ingeniera, no puedas afrontar tu alquiler porque conseguiste el título en Venezuela. El proceso para homologarlo es infinito o, en ocasiones, prácticamente imposible. A todas estas coyunturas se ha enfrentado Eliana Leonor Martínez, que desde diciembre ha trazado un nuevo recorrido.
El Proyecto Senderas nació a finales de 2024 para conectar perfiles concretos con empresas especializadas, facilitando la búsqueda de empleo a mujeres con dificultades de la mano de un equipo de orientadoras y mediadoras laborales. Su labor es orientarlas, acompañarlas o asesorarlas en aspectos básicos como dar chapa y pintura al currículum, enterarse de las últimas ofertas para las que podrían encajar o asistir en grupo a las ferias de empleo que se celebran en la ciudad. El único requisito es ser mujer y estar empadronada en Madrid, independientemente de la nacionalidad o procedencia.
El experimento nace en el Espacio Mujer Madrid (EMMA), un centro en Puente de Vallecas que acoge actividades para empoderar o apoyar al género femenino. El proyecto Senderas lo ha impulsado la Fundación José María de Llanos y está financiado por el Ayuntamiento de Madrid, a través de la Agencia de Empleo. El EMMA tiene otros tres programas en desarrollo, todos ellos dirigidos a ayudar a mujeres vulnerables en su camino a una mayor independencia: desde la primera acogida hasta la formación y capacitación laboral. Como culmen, Senderas es la vía de urgencia para quienes no pueden esperar tanto y necesitan pagar facturas cuanto antes.
Es un martes de abril por la mañana y Eliana está contenta. Acaban de llamarla para una entrevista. En Venezuela también había trabajado como administrativa o en departamentos de Recursos Humanos, así que le aconsejaron empezar por ahí si quería tener más opciones. Desde que llegó a España, en 2023, solo había ejercido cinco días en una sustitución como teleoperadora. “Afortunadamente, mi hijo sí encontró trabajo y ahora vivimos juntos en Canillejas, con su pareja y una sobrina. Pero si no, no sé qué haría”, revela.
Desde que Senderas echó a andar, 80 usuarias han encontrado un empleo estable. Eliana, al menos de momento, no ha sido una de las afortunadas. Pero se muestra optimista. “Es a partir de ahora cuando veo más opciones”, confiesa. El proyecto lleva cinco meses en marcha y la financiación concedida permite extenderlo hasta 20 en total, divididos en dos bloques de 10. En los últimos nueve meses, esta venezolana dedicaba todas sus tardes a un curso para ampliar su formación en Recursos Humanos con un título válido en España. A eso se suma el carnet de conducir, para el que ha empezado a prepararse ya que muchos empleadores lo exigen como requisito.
Con el curso finalizado, un nuevo plus en su currículum y más disponibilidad horaria, se siente con fuerzas. “Al principio me preocupaba abandonar mi especialidad [Ingeniería Industrial], y no es porque no crea que todos los trabajos son dignos. A veces no queda otra, pero me siento feliz así”, celebra, a sabiendas de que este puede ser un primer paso del que saltar a algo mejor. Una de sus ilusiones es conseguir trabajo pronto para ir a ver más a su nieta, que tiene nueve años y vive en Barcelona. “Supongo que a estos programas llegamos para tener más opciones de conseguir trabajo. Pero a mi también me ha dado una fuente de apoyos y el conocer a gente en un país donde no tenía a nadie”, concluye.
Informe Dignas, un cruce de soft talents para medir el empleo
La coordinadora del proyecto Senderas es Carla Fernández, que esa mañana observa a Marta relatar sus avances como usuaria del programa. Le gusta su trabajo y su expresión es de orgullo. “Una de las patas más bonitas de esta campaña es que se ensalza a las mujeres a través de su talento, que a veces está poco reconocido en el mundo laboral”, incide esta trabajadora social. Para facilitar su acceso a nuevas empresas, en Senderas cuentan con tres mediadoras laborales que se encargan de buscar acuerdos o convenios con compañías. Siempre y cuando, resalta Fernández, que estas “se ajusten a los valores con los que nacimos”: el respeto a la mujer y las condiciones laborales dignas.
Después de cruzar los datos de las más de 200 mujeres que han pasado por el programa con las principales necesidades de las empresas, las promotoras de Senderas presentarán el próximo jueves el Informe Dignas. Este estudio, cuyo contenido se detallará el 24 de abril en un acto celebrado en la sede del EMMA, pretende trazar un itinerario base para facilitar la búsqueda de empleo personalizado y dirigido a mujeres de Madrid con problemas económicos o sociales. La restauración o la hostelería, de momento, se llevan la palma como sectores con más movimiento interno. Pero las integrantes del proyecto esperan el día con ilusión: será una nueva oportunidad para lucirse ante las compañías.
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