Adjudicada la obra de la nueva piscina de Tetuán, que será explotada por una empresa privada durante 24 años
El culebrón del Centro Deportivo Municipal Cuatro Caminos está a punto de concluir. Las obras para levantar el polideportivo acaban de ser adjudicadas, tres años después de que el Ayuntamiento de Madrid detuviera el anterior concurso, licitado durante la etapa de Manuela Carmena como alcaldesa, para convertir su construcción en una concesión de obra, que incluyera la privatización de este espacio durante décadas.
La empresa encargada de gestionar las instalaciones será Eductrade, que se impuso en el concurso público a Forus, Ebone y Serviocio, las otras empresas licitadoras. La ganadora final obtuvo puntos extra por ofrecer un canon mucho más elevado que el resto de sus competidoras: 650.000 euros al año para las arcas municipales, frente a los 200.000 euros que se marcaban como base.
Eductrade gestionará el CDM Cuatro Caminos durante los próximos 24 años, uno menos que lo previsto inicialmente. Lo hará con unos ingresos totales calculados de 90,5 millones de euros a lo largo de toda la explotación y un TIR de 9,14, según los datos del resultado del concurso recopilados por Somos Tetuán. La empresa que ha quedado segunda, Forus, preveía muchas más ganacias (TIR del 22,21) y una menor aportación al Ayuntamiento de Madrid en concepto de canon anual (400.000 euros).
Una vez que se firme la adjudicación del proyecto, la empresa elegida tendrá tres meses para la elaboración del proyecto de ejecución y otros 18 para levantar el centro deportivo, lo que significa que la piscina podría estar operativa a lo largo del verano del año 2024. Llegará con casi cinco años de retraso frente a lo inicialmente previsto durante la legislatura anterior, si el consistorio llega a asumir el coste la obra. Finalmetne el procedimiento elegido por el Ayuntamiento de Madrid fue el de privatizar la gestión a cambio de no asumir el gasto de construcción (12,1 millones de euros).
Sin pista para deportes de equipo
El equipo de Almeida anuló la licitación de obras al comienzo de su legislatura para rehacer el proyecto y cambiar el modelo de explotación directa previsto por otro de gestión indirecta. Por el camino, además, se perdió el diseño inicial que incluía espacio para deportes como baloncesto o voleibol.
“A una empresa privada no le interesa tener una pista polideportiva en la que entrenen clubes” denunciaba cuando se produjo el cambio Antonio Granero, de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán. Aseguraba que el Ayuntamiento había priorizado el beneficio económico frente al social en el cambio del proyecto: donde antes había una cancha, ahora se han planificado varias salas multiusos para dar cabida a más aparatos de gimnasio y clases de fitness. Además, se rebajó considerablemente la altura, lo que hizo sensiblemente más barata su construcción, de la que también se encargará la empresa concesionaria.
Tanto los vecinos como partidos políticos presentaron alegaciones al estudio de viabilidad del área de Obras para intentar que la pista se volviera a incluir en el proyecto. En ellas advertían que “el polideportivo se entiende como un elemento vertebrador de la vida comunitaria en Bellas Vistas, capaz de consolidarse como un centro comunitario que aglutine, a través del deporte y la cultura, las necesidades de esparcimiento y convivencia”.
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