Decenas de personas se concentraron este domingo en Tetuán, concretamente en la calle José Calvo 10, una de las que más cocinas fantasma alberga en la capital, para pedir el cierre de las cocinas industriales en zonas residenciales, así como su traslado a polígonos. Haciendo ruido con silbatos y cacerolas, los vecinos gritaron Fuera las cocinas de los barrios, proponiendo también Que se las lleven a Cibeles. Entre los carteles, pedían no solo el cierre de las cocinas fantasma en Tetuán (la última se cocina en la calle Salamanca), sino también en otros barrios como Canillas o Prosperidad.
Antía Otero, vecina afectada por las cocinas fantasma situadas en Tetuán, ha hecho hincapié en las consecuencias de la existencia de estas cocinas en los barrios. “Está afectando a la salud tanto física como mental de todos los vecinos”, aseguraba. Además, criticaba que el Ayuntamiento siga para adelante “llenándose los bolsillos de dinero” con los “lobbies empresariales” que llevan las cocinas y “desatendiendo las peticiones de los vecinos”.
El Gobierno municipal de Madrid dictó a finales del año pasado una moratoria de concesión de licencias y planteó un cambio en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid con una regulación para las cocinas, entre otros muchos cambios que desde el principio contaron con el apoyo de Vox y el rechazo de Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto. A finales de diciembre pasado, el partido de ultraderecha giró en su posición y tumbó esta normativa.
Según ha indicado el presidente de la Asociación de Vecinos de Tetuán, Antonio Granero, el Ayuntamiento “ha andado muy despacio”, mientras que ha resaltado las políticas llevadas a cabo por el Consistorio de Barcelona en 2021 dictando una moratoria de licencias que impidieron la existencia de estas en la ciudad.
El cambio previsto en el PGOU “no era lo que necesitaba el problema”, indicaba Granero. “Ahora mismo no hay normativa y la moratoria de concesión de licencias acaba en junio”, añadía.
En esta línea, el portavoz de Más Madrid en la campaña municipal al 28M, Eduardo Fernández Rubiño, trasladaba desde la protesta al alcalde, José Luis Martínez Almeida, que “si tanto le gustan las cocinas fantasma, las meta en su casa”. También, le exigía que “deje de ponerse del lado de las empresas que están haciendo negocio con el bienestar de los vecinos”.
“Es un alcalde acorralado por sus problemas de gestión”, declaraba el diputado de Más Madrid, quien le afeaba también que Madrid haya entrado por primera vez en doce años en “números rojos”.
Por su parte, la candidata a la Alcaldía de Madrid por el PSOE, Reyes Maroto, calificaba en Tetuán de “insuficientes” las propuestas presentadas por el Ayuntamiento, poniendo el foco en un reforzamiento de la normativa “y, sobre todo, de las inspecciones”. Así, insistía en que se trata de una actividad industrial que además de generar problemas de convivencia a los vecinos, “no cumple con la normativa de la nueva ordenanza de licencias y declaración responsable” así como, señalaba, tampoco respeta la normativa en materia de residuos o ruido.
“Se han autorizado 27 nuevas localizaciones desde que están el Partido Popular y Ciudadanos gobernando”, subrayaba, tras acusar al delegado del área de Desarrollo Urbano en el Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes, de “mentir a los madrileños diciendo que no están autorizando este tipo de actividades”.
Desde el Grupo Municipal Popular, el portavoz de campaña, Borja Carabante, criticaba la “incoherencia y el cinismo” de los grupos de izquierda asegurando que son “su responsabilidad” porque “ha votado en contra de la modificación urbanística que el Ayuntamiento de Madrid había impulsado para regular este tipo de negocios”.