Cuando Metro de Madrid rasca sus paredes, pueden aparecer vestigios de otras épocas. El último caso tiene lugar estos días en la estación de Cuatro Caminos, en plena reforma y donde en sus andenes se pueden volver a ver carteles publicitarios de hace varias décadas, ocultos hasta ahora detrás de los paneles que han sido desmontados para su renovación.
Los anuncios corresponden a los que se quedaron en sus paneles durante la anterior reforma de este espacio, sobre ellos fueron colocadas las estructuras que soportaban los actuales paneles, y corresponden a promociones de parques acuáticos, rebajas en las extintas Galerías Preciados e incluso anuncios de bebidas alcohólicas, algo que está prohibido en la actualidad.
Es difícil datar la antigüedad de estos anuncios, aunque por el contenido de alguno de ellos podrían tener más de 30 años y situarse al principio de la década de los noventa. Un anuncio de un canal de televisión -¿Telemadrid tal vez?- puede dar algunas pistas, con imágenes de un joven Hilario Pino y Arantxa Sánchez Vicario con el vestuario con el que ganó su primera final de Roland Garros.
La aparición de los carteles antiguos recuerda a los que surgieron en la estación de Bilbao en su reforma del año 2015, cuando quedaron a la luz anuncios de películas, campañas de refrescos o propaganda de centros comerciales.
Metro de Madrid nunca ha prestado especial interés a la recuperación de esta cartelería clásica. Sí que lo ha hecho a la hora de conservar anuncios más antiguos facturados en azulejos, como los que adornan el museo de la Estación de Chamberí o el que recuperó hace unos meses sobre seguros y reparación de radios en la Estación de Bilbao.