La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Cientos de personas se manifiestan en Tetuán contra el cierre del Centro de Salud de Villaamil

No ha pasado mucho tiempo desde que se supo de imprevisto que cerraba el Centro de Salud de Villaamiil y se trasladaba a sus pacientes –los 24000 vecinos del barrio de Berruguete– al de Castroviejo, en el Barrio del Pilar. A más de media hora andando de la mayoría de los vecinos del barrio de Berruguete. Tampoco desde que se consumara el cierre, el pasado lunes 21. Sin embargo, el tejido asociativo y vecinal de Tetuán no ha tardado en organizarse para decir no a un cierre cuyas alternativas para los vecinos consideran inaceptables

El martes 29 de junio ha tenido lugar la primera manifestación de protesta, que ha transcurrido entre la Plaza del Canal de Isabel II (conocida como de las Palomas) y el propio local del centro de salud ahora cerrado, en el número 19 de la calle de Villaamil. La protesta había sido convocada por las asociaciones vecinales Cuatro Caminos Tetuán y La Ventilla-Almenara y contaba con la adhesión de otros colectivos del distrito, así como de partidos políticos de la izquierda municipal.

Muy poco después de las ocho de la tarde, hora prevista del comienzo de la manifestación, la Plaza del Canal de Isabel II rebosaba de gente de todas las edades. Desde lo pequeños que iban sobre los hombros de sus padres hasta los jubilados que ya no recuerdan bien el día de su despedida en el trabajo. Si acaso, podría decirse que había un hueco que ya se ha visto en otras manifestaciones recientes por los servicios públicos: se echaba en falta a la gente a la que ya le avergüenza ir con la  familia a la manifestación y aun no ha llegado a los treinta ¿La razón? Esto solo es una crónica.

Tetuán es un distrito cuyo vecindario usa el verano. Tradicionalmente, y aún hoy, la calle de Bravo Murillo se llena de un tipo de vida que va mucho más allá del terraceo. Algo parecido pasa en otros lugares y calles importantes del barrio, como la Plaza de las Palomas (oficialmente, del Canal de Isabel II), Lope de Haro o Villaamil. Literalmente, el recorrido de la manifestación, por lo que la marcha solo podía discurrir en un ambiente festivo y distendido, como sucedió.

Recorrer la manifestación desde la cabecera hasta la cola contando el número de asistentes obliga a escanear mentalmente la manifestación: la banda sonora del recorrido: “Sa-ni-dad pú-bli-ca”. Había algunos políticos de los grupos municipales de izquierda: Podemos, Más Madrid, IU de Tetuán (que era el más visible); también grupos en defensa de la sanidad y los servicios públicos, activistas de mil citas en Tetuán, algunas personas de otros barrios y, sobre todo, gente de Tetuán muy indignada con el cierre del centro de salud y el traslado. Esta última gente es la que hizo que hubiera más asistencia que en otras citas recientes en el distrito: entre 550 y 600 personas. La sensación de la concurrencia era de satisfacción, “no está mal para lo rápido que se ha montado y ser una mani de barrio”, decía un manifestante.

Entre los participantes en la marcha pululaba la idea de que el traslado a un centro tan lejano obedece a la intención de cerrar definitivamente el ambulatorio una vez se hayan producido los traslados de los vecinos a otros. Nada más producirse el cierre de Villaamil, de hecho, la plantilla de médicos y enfermeros del centro de salud María Auxiliadora advirtió que 150 personas habían solicitado en solo cuatro días el cambio a este ambulatorio tras el cierre, un aumento de pacientes para los que no están preparados. En la misma línea se pronunciaba el coordinador del Área de Salud de IU, Daniel Cuesta-Lozano: “Nos tememos que responda a una estrategia para cerrar el centro definitivamente, apoyándose en las peticiones de traslado que se van a suceder, en línea con su política de desmantelamiento de la Atención Primaria”. Y esa misma es la idea que iba de boca en boca entre los asistentes: “estos ya no lo abren”. Adicionalmente: el centro de Villaamil distaba mucho de reunir las condiciones idóneas pero han tenido mucho tiempo para prever una alternativa.

Tras recorrer Lope de Haro, la manifestación entró por la más estrecha calle de Villaamil  y aquello ya sí que parecía definitivamente una cosa muy de barrio: gente mirando por las ventanas y algunas personas saliendo de la Iglesia de Santa María la Mayor y San Julián. Llegamos al número 19 de la calle, donde está el centro de salud cerrado, a eso de las 20.45. Unas palabras de las entidades organizadoras, la autocelebración imprescindible de cualquier manifestación y una promesa que se conjura, con y sin megáfono, para dar por finalizada la manifestación sobre las 21 h.: pronto habrá más citas.