Poco queda ya para que esté lista la primera Casa de las familias de Madrid, que tendrá sede en la segunda planta del Mercado de San Enrique, en Tetuán. Esta nueva categoría de servicio público en la ciudad tiene su origen en los Acuerdos de la Villa (donde aún se las nombraba Centros Integrales de Apoyo a las Familias) y pretende unificar en un solo lugar los servicios municipales del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social.
A la Casa de Familias se trasladarán las dependencias de servicios sociales, que en Tetuán actualmente está situadas en la calle María Zayas. Aunque aún no se sabe a qué se dedicará el local que quedará vacante, desde la Junta se ha dejado caer en alguna ocasión la posibilidad de ampliar el contiguo Centro Deportivo Playa Victoria. Además, el organismo coordinará los Centros de Atención a la Infancia (CAI), los Centros de Apoyo a las Familias (CAF), los Puntos de Encuentro Familiar (PEF) y, también, la Casa Grande (para menores de tres años), que en el distrito está en el número 21 de la calle de Numancia.
Antes de ser inaugurada, la Casa de Familias necesita un nombre, y la Junta Municipal de Tetuán ha apostado por proponer el del político conservador Eduardo Dato, como se deduce de la propuesta que la Concejal Presidente, Blanca Pinedo Texidor, llevará al pleno distrital del próximo 7 de junio.
El espacio del mercado de San Enrique ha sufrido dos reformas seguidas. En 2019 el Ayuntamiento de Ahora Madrid aprobó acondicionar los 1580 metros cuadrados anexos al mercado para que los usaran las asociaciones y entidades sin ánimo de lucro del distrito. Las obras estaban muy avanzadas y se había realizado el proceso de cesión a una agrupación de asociaciones diversas, agrupadas bajo la Unión de Asociaciones de Tetuán. Sin embargo, el nuevo Ayuntamiento revocó el acuerdo y el destino del espacio ha precisado nuevas obras para tabicarlo y adaptarlo a la actividad para la que finalmente servirá.
Eduardo Dato, una elección controvertida en el distrito de Tetuán
El político coruñés, figura destacada del Partido Conservador, fue ministro en diversas ocasiones y tres veces presidente del Consejo de Ministros (equivalente a presidente del gobierno) durante el período de la Restauración. Tuvo una avenida dedicada en Madrid desde poco después de su asesinato en, 1921, hasta 1937. Nada más y nada menos que el tercer tramo de la Gran Vía (aunque la mayor parte del tiempo la calle estuvo en construcción). Después de la guerra se le restituyó el honor de nombrar una vía madrileña con el paseo que aún lleva su nombre en Chamberí. En los años 40 también nombró brevemente a la céntrica Plaza de la Marina Española.
A pesar de que sus responsabilidades fueron de índole nacional, Dato tuvo cierta relación con Tetuán. Como presidente del Consejo de ministros, tuvo que hacer frente en agosto de 1917 a una huelga general revolucionaria en todo el país, para lo que recurrió al ejército. En Madrid, el protagonismo popular de la huelga estuvo en la incipiente corona metropolitana obrera, en barrios como Puente de Vallecas, Cuatro Caminos, Tetuán de las Victorias o Prosperidad.
La prensa y los testimonios de la época demuestran que parte del vecindario de Cuatro Caminos y Tetuán fue especialmente combativo, lo que llevó a que el ejército colocara un puesto de ametralladoras en la glorieta, apuntando hacia la calle Bravo Murillo. Posteriormente, se colocó otro entre Cuatro Caminos y Tetuán. Si bien en un primer momento las ametralladoras dispararon al aire para disuadir a la multitud en huelga, como esta no retrocedía descargaron la munición contra sus cuerpos. La acción, combinada con las cargas de caballería, dejó un panorama desolador, con algunos muertos y numerosos heridos. Los disparos y las bajas, fruto de una represión que no se había visto hasta la fecha en Madrid, se repitieron también en Tetuán, Goya o Prosperidad. Las ametralladoras en los Cuatro Caminos fueron, de hecho, muy nombradas durante años en medios de toda España como ejemplo negativo de acción represiva.
Eduardo Dato salió del gobierno en octubre, en medio de una profunda crisis política de la que el episodio huelguístico formó parte. El rey hizo rotar el turno y le cambió por el liberal Manuel García Prieto (aunque al año siguiente sería ministro de Estado en un gobierno de concentración nacional).
Los miembros del comité de huelga, detenido al comienzo de esta, fueron condenados a cadena perpetua. En las elecciones generales de febrero de 1918 la coalición de republicanos y socialistas decidió presentar a los presos socialistas a algunos distritos madrileños para su elección como diputados: Julián Besteiro por Universidad, Daniel Anguiano por Hospital, Francisco Largo Caballero por Inclusa, y Andrés Saborit por Chamberí. Los cuatro salieron elegidos y en Chamberí, donde se incluía el barrio de Cuatro Caminos, Saborit ganó holgadamente. Finalmente, los candidatos electos fueron indultados.
Encontramos, así mismo, otra relación siniestra de Dato y los Cuatro Caminos. Uno de sus asesinos, el anarquista Ramón Casanellas, se escondió durante un mes en una casa de la calle de San Raimundo después del magnicidio.
La elección de nombres de personajes ilustres para nombrar espacios públicos no siempre viene dada por la relación que estos han tenido con dicho espacio. Sin embargo, cabe pensar que, existiendo algún tipo de nexo entre persona y lugar, sea importante estar atentos a sus connotaciones.