“Todas las tardes vienen a vigilar que los chiquilllos no jueguen al balón.” Este es parte del mensaje que nos hace llegar un vecino del barrio de Bellas Vistas. Se refiere a la plaza recién bautizada como de Juan Muñoz Martín, conocida hasta ahora popularmente como Plaza Nueva o de las cocheras.
El espacio, con acceso por las calles de Bravo Murillo y Garellano, está casi en la glorieta de Cuatro Caminos y es el gran espacio público entre bloques de nueva construcción que quedó donde históricamente estuvieron las cocheras de los tranvías y luego de la EMT.
En la actualidad, en una parcela de 1.412 metros cuadrados situado en un lateral de la plaza, se está empezando a construir el Centro Deportivo Municipal Cuatro Caminos, que ha sufrido un retraso considerable debido a que el equipo de Almeida anuló un proyecto que ya había salido a concurso al entrar al Ayuntamiento en su anterior legislatura. El proyecto no se consideró adecuado y se puso en marcha un nuevo proceso en el que la pista deportiva fue lo primero en desaparecer.
La no inclusión de pista deportiva fue protestada por el movimiento vecinal del barrio, que hizo ver la falta de infraestructuras para practicar deportes de equipo en el distrito. Una de las pruebas más patentes de ello estaba muy cerca. Cada día, en la explanada de cemento que, exceptuando un área infantil, conforma la gran plaza a orillas de Bravo Murillo, decenas de chicos y chicas jugaban al balón. Y lo siguen haciendo, siempre y cuando les deja la policía.
“Ayer plantaron el coche en el medio de la plaza para que los niños no jugara al balón, que los pelotazos molestan a los vecinos, ¿cómo os quedáis?”, dice otro mensaje que también nos hacen llegar. Como mínimo, la situación es expresiva.
El centro deportivo municipal tiene un modelo de gestión privado. Será explotado por la empresa Eductrade, que gestionará el CDM Cuatro Caminos durante los próximos 24 años.