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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La presión popular y las denuncias hacen desaparecer la fachada estridente de una colchonería en Tetuán

La fachada del edificio del número 300 de la calle Bravo Murillo ha vuelto a su ser, después de que la colchonería Factory Colchón, que recientemente modificó el esquinazo y la planta baja del edificio con sus estridentes colores corporativos –verde telefónica, naranja– haya retirado las planchas adheridas a la piedra del edificio.

La fachada del edificio, de 1925 y situado en la calle más importante del distrito de Tetuán, cuenta con protección urbanística. Su instalación causó revuelo en algunas cuentas de redes sociales interesadas en el patrimonio y el Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán recogió el testigo de la indignación, presentando una queja ante el Ayuntamiento junto con la Asociación Vecinal Cuatro Caminos Tetuán.

En su escrito exponían que el edificio está incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOUM 97, “con un nivel de protección 3 grado parcial, siendo su fachada y escalera elementos de restauración obligatoria”. Y añadían que “la intervención incumple claramente el artículo 9.2 de la Ordenanza Reguladora de la Publicidad Exterior en cuanto a 'su integración en el ambiente urbano, su correcta armonización con el entorno y la ausencia de interferencias en la contemplación del bien protegido', pudiendo considerarse una infracción muy grave según el artículo 57.g) de la mencionada ordenanza”.

Según nos confirma el Ayuntamiento, la Agencia de Actividades ha emitido informe desfavorable respecto a la declaración responsable que presentaron, por lo que la empresa tiene que devolver la fachada a su estado original. Desde el Grupo por la Protección del Patrimonio de Tetuán (asociación informal de profesionales y vecinos cuya actividad más intensa ha consistido en la defensa del neomudéjar popular de Tetuán) manifiestan su satisfacción por la retirada de una intervención que entendían irregular y una muestra de desprecio por el patrimonio arquitectónico del distrito.

En el informe de denegación de la declaración responsable presentada por la empresa, al que ha podido acceder este medio, se dictamina que las obras efectuadas en la fachada carecen de la sanción positiva de la CPPHAN (Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Natural ), necesaria por ostentar el edificio un nivel 3 Parcial de protección, tal y como señalaba el escrito del grupo vecinal.

Otras instancias habituales de la defensa del patrimonio en el barrio también han mostrado su satisfacción. “La ausencia de reacción social a la agresión hacia su patrimonio cultural y su entorno urbano es la puerta de entrada al todo vale, un reclamo para infractores, que acaba con nuestros centros históricos y barrios desfigurados. Si la sociedad tolera, la batalla ya está perdida”, decía la cuenta de twitter @SOS Bravo Murillo“, añadiendo que con estos toques de atención de la ciudadanía ”llega un mensaje claro a las Administraciones y a ciertos empresarios tentados de saltarse todas las barreras y apropiarse de lo que es de todos para su propio beneficio“.

La cadena Factory Colchón ha abierto recientemente decenas de establecimientos en todo Madrid con una decoración similar. Algunas, también han dado que hablar en redes sociales, como es el caso de la de la calle San Bernardo, y muchos empiezan a preguntarse si la retirada de la decoración en esta sucursal podría ser un antecedente para otras tiendas, algunas también situadas en edificios históricos como los de las calles Reina Victoria o Princesa, entre otros.