Cuando la empresa de componentes de automoción CSA Steering anunció el cierre de sus instalaciones el pasado mes de febrero comenzó la lucha para los 207 trabajadores que en ese momento conformaban su plantilla en Torrejón de Ardoz por conservar su empleo. Ahora, a apenas un mes del cese definitivo de las labores, sus pretensiones se ven reducidas a acordar un ERE integral “en las mejores condiciones posibles”.
La decisión de la multinacional Ford de rescindir el contrato que le vinculaba con CSA hasta 2019 y que suponía el 80% de su carga de trabajo ha sido el desencadenante de esta situación. “Estamos a expensas de que Ford inyecte los 6 millones de euros a los que se compromete en el preacuerdo del ERE integral. El plazo acaba el próximo 24 de mayo pero a día de hoy no se ha aportado dicha cantidad”, explican los trabajadores.
Según explica José Manuel Fernández, delegado de UGT en el comité de empresa, CSA se encontraba en búsqueda de inversores cuando, en diciembre del año pasado, Ford decidió de manera repentina rescindir el contrato. Para ello se acogió a una clausula del acuerdo por la que se podrían romper las relaciones entre las dos compañías siempre y cuando avisara con 6 meses de antelación, lo que supuso un revés irreversible para CSA. La “dejadez y la mala organización” de la empresa proveedora ha sido la causa principal de la rescisión del contrato por parte de la multinacional automovilística, según el representante sindical.
En cuanto fueron comunicados del cierre de la fábrica, programado para el próximo 30 de junio, los trabajadores se organizaron convocando diversas movilizaciones. El pasado 13 de marzo convocaron la huelga indefinida, desconvocada a las dos semanas por presiones de la multinacional y la negociación el ERE integral. “Ahora somos 193 los trabajadores que seguimos en CSA, la mayoría llevamos más de 15 años en la empresa y muchos tienen más de 50, cuenta Fernández.
La labor fundamental de CSA Steering ha sido, durante más de tres décadas, el desarrollo y la elaboración de columnas de dirección para Ford. La absoluta especialización del trabajo realizado durante años, unido a la edad media de los trabajadores, complica la futura reincorporación de estos al mundo laboral. En palabras del portavoz de los trabajadores: “estamos en contacto con empresas de recolocación y yo, por ejemplo, estoy pensando en formarme”.
Aparte de la plantilla regular, varios proveedores auxiliares de Torrejón de Ardoz se verán afectados por el cierre de CSA. Entre ellos se encuentra la Fundación Inlade, un centro especial de empleo para personas con diversidad funcional. “Catorce personas del centro perderán su empleo a consecuencia del cierre”, confirma Juan Manuel Gallardo, director de la organización. “Encontrar trabajo a personas con discapacidad intelectual es muy complejo y estos cambios conllevan un perjuicio muy grande a nivel social, personal y psicológico”, se lamenta.
El duro golpe que supone el cese definitivo del trabajo en CSA para el empleo en Torrejón ha suscitado el apoyo de los sindicatos mayoritarios, de grupos de música como Riot Propaganda y de las formaciones políticas torrejoneras. Luis Andrés Pérez, portavoz de Sí se puede, cuenta que desde su grupo municipal se impulsó la redacción de una declaración institucional de apoyo a los trabajadores de CSA en el Pleno del municipio. “Todas las corporaciones firmamos el texto pero algunos le han dado más importancia que otros”, sostiene el portavoz de Podemos en Torrejón de Ardoz.
Un día después de la firma de apoyo, el concejal de Deportes, José Miguel Martín Criado, acudió a un torneo de fútbol patrocinado por Ford, para indignación de los trabajadores afectados. “Es vergonzoso que vengan a vender la imagen de una empresa comprometida socialmente a un municipio donde deja a 207 familias en la calle. Todo con la complicidad directa del gobierno municipal”, publicaron los trabajadores a través de su página de Facebook.
Desde el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz defienden que el gobierno local siempre ha apoyado a los trabajadores de CSA Steerings, llegando incluso a ponerse en contacto con las compañías implicadas en el problema. “En ningún momento se quiso molestar a los trabajadores, por eso no se personó el alcalde, pero se trata de un torneo importante en el municipio que cada año tiene un patrocinador”, explican.
Mientras tanto, el representante de los empleados de CSA considera que “se han sensibilizado con el problema todos grupos”, apostillando: “sobre todo cuando estábamos en huelga”. “Nosotros los hemos intentado por todos los medios en contacto con la Administración, pero ha sido en vano”, aseguran.