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¿Es viable económica y socialmente una mina de uranio en la provincia de Salamanca?
Se ha ido introduciendo poco a poco, sin demasiado ruido, salvo que levantan los críticos. Pero la población sigue impasible, aunque se conozcan datos que ponen en duda la viabilidad del proyecto. Se trata de una mina de uranio en la provincia de Salamanca, en la frontera con Portugal, que una empresa australiana, Berkeley, pretende abrir en una zona protegida.
Después de meses de un proceso administrativo, por un lado, y de una lucha de Ecologistas en Acción de Salamanca, por otro, se retoman la dudas sobre la viabilidad, tanto en el plano económico con en el social, de esta mina.
Así, según un escrito de este colectivo ecologista, al que ha tenido acceso La Meseta, se ha producido una nueva Propuesta de Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para el Proyecto de minería de Uranio, que se basa “en un Informe del Servicio de Espacios Naturales de Valladolid, obligatorio y vinculante al tratarse de espacios incluidos en la Red Natura 2000, que la Comisión de Salamanca no quiso tener en cuenta en su propuesta del mes de marzo pasado”.
Esto hace, a juicio de Ecologistas en Acción, que se incorpore un “estricto condicionado ambiental”, lo que llevará “a un incremento considerable del coste de explotación y un control exhaustivo y permanente de su actividad minera en caso de que se llegue a abrir”.
La nueva propuesta de DIA de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León incide en la necesidad de “exigir garantías suficientes para el cumplimiento de las medidas protectoras y de restauración de los terrenos afectados” cuyo presupuesto alcanza, según el Proyecto, cerca de 32 millones de euros.
Según Ecologistas en Acción de Salamanca, otros condicionantes de esta Declaración de Impacto Ambiental son la prohibición de verter o tomar aguas del Río Yeltes durante julio, agosto y septiembre y limitar los caudales el resto de los meses a un máximo del 5 % del caudal circulante por el río (10 % de noviembre a marzo); la no autorización de la línea eléctrica de media tensión proyectada y su sustitución por generadores; la obligación de reforestar 100 hectáreas de dehesa; y la obligación de realizar estudios cuantitativos de caracterización y seguimientos de las numerosas especies protegidas de la zona: Milano Real, Cigüeña Negra; Alimoche; Murciélagos (de cueva y grande de herradura); Sarda Salmantina, así como tomar las medidas necesarias en caso de que se detectaran afecciones durante toda la vida del proyecto.
Junto a estos condicionantes administrativos, la parte social sigue su marcha. Entre otros asuntos, se pone en juego el mantenimiento de unos de los balnearios más importantes de España, el de Retortillo, cuyo uso de aguas termales se podría remontar a la época romana. Según los expertos, sus aguas mitigan las afecciones reumáticas, los procesos respiratorios crónicos o las enfermedades dermatológicas.
Por todo ello, en la zona se ha constituido una plataforma, ‘Stop Uranio’, que lleva meses alertando de los peligros de una mina de este tipo. Y Ecologistas en Acción de Salamanca, que ha denunciado “el carácter puramente especulativo-bursátil de la empresa Berkeley que nunca ha tenido actividad minera y cuyo único objetivo es obtener permisos administrativos para hacer subir la cotización de sus acciones en la bolsa australiana y, en su caso, poder vender sus derechos a otras empresas”.
Por su parte, la empresa Berkeley presentó en marzo pasado un informe en el que se confirmaría “la viabilidad técnica y económica del proyecto minero de uranio denominado ‘Salamanca’ según los positivos resultados obtenido en el estudio de exploración”.
Los técnicos de la compañía minera han realizado un “estudio de factibilidad”, con lo que estarían concluidos los trámites previos que buscan asegurar la viabilidad económica y técnica de este proyecto de explotación de las reservas de uranio de los yacimientos de Retortillo-Santidad y otros propiedad cien por cien de Berkeley en el oeste de la provincia de Salamanca.
Los informes presentados por Berkeley aseguran una producción media, durante la vida útil de la mina, de 2,6 millones de libras de Uranio-308, consiguiendo una producción de 3,2 millones durante el periodo estable de producción.
Para conseguir el inicio de la explotación de estos yacimientos, la empresa tiene previsto realizar una inversión de 83,6 millones de dólares, a los que deberán sumarse otros 95 millones en la segunda fase de producción.
Por su parte, Los Verdes de Portugal han denunciado que esta mina de uranio puede causar “consecuencias dañinas” para Portugal al localizarse a pocos kilómetros de la frontera.
El “potencial radiactivo” del uranio puede provocar consecuencias perjudiciales “durante demasiados años” en el medio ambiente, han alertado los ecologistas lusos.
Se ha ido introduciendo poco a poco, sin demasiado ruido, salvo que levantan los críticos. Pero la población sigue impasible, aunque se conozcan datos que ponen en duda la viabilidad del proyecto. Se trata de una mina de uranio en la provincia de Salamanca, en la frontera con Portugal, que una empresa australiana, Berkeley, pretende abrir en una zona protegida.
Después de meses de un proceso administrativo, por un lado, y de una lucha de Ecologistas en Acción de Salamanca, por otro, se retoman la dudas sobre la viabilidad, tanto en el plano económico con en el social, de esta mina.