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Audi se ‘enchufa’ a la conexión inteligente entre coches eléctricos y edificios

En el mundo del internet de las cosas en que nos vamos introduciendo más o menos lentamente, la generalización del coche eléctrico supondrá una carga adicional para una red que ya soporta un sinfín de dispositivos conectados, desde neveras a tablets y teléfonos móviles. Propiciar el funcionamiento coordinado y correcto de todos estos sistemas es el objetivo de la iniciativa EEBUS, a la que se ha sumado Audi con el fin de progresar en la integración de modelos como el e-tron, su primer vehículo 100% eléctrico, en el hogar inteligente.

Uno de los aspectos clave relacionados con el estándar EEBUS consiste en que el coche eléctrico no es solo un actor que tira de la red, sino que también puede servir como dispositivo de almacenamiento de energía. Al permanecer parado en general la mayor parte del día –como cualquier otro–, un vehículo de baterías resulta ideal para recibir una carga flexible y para absorber los picos de carga que se producen por las variaciones en la disponibilidad de energías limpias como la solar y la eólica.

El Audi e-tron, que llega a los concesionarios en marzo, es el primer vehículo eléctrico cuyo sistema de carga utiliza el nuevo estándar de comunicación, en el que se han enrolado más de 70 compañías internacionales para crear un lenguaje común en gestión de la energía. En ese contexto han tenido lugar en la planta de Audi en Bruselas unas jornadas de pruebas en las que se verificó si el sistema fotovoltaico, el de calefacción, la infraestructura de carga y el propio coche eléctrico podían intercambiar información sobre sus respectivas necesidades de electricidad, algo que hacen a través de un sistema de administración de energía para el hogar conocido como HEMS (por sus siglas en inglés).

Con el sistema Connect, opcional en el e-tron, éste se recarga a una potencia de hasta 22kW y necesita cuatro horas y media para tener las baterías a plena capacidad. Además, el dispositivo considera los requisitos energéticos de electrodomésticos y otros aparatos del hogar, de tal manera que se ajusta para evitar sobrecargas que harían saltar el diferencial. Para ello, la vivienda debe estar equipada con un HEMS compatible, al que el sistema de carga se conecta por medio de la wifi doméstica.

Gracias a este despliegue tecnológico, el e-tron puede llenar sus baterías cuando la electricidad cuesta menos y atender las necesidades de movilidad de quien lo usa, como la hora a la que sale de casa y el nivel de carga. Si la vivienda dispone de paneles fotovoltaicos, es posible dar prioridad en el proceso de recarga a la electricidad generada por este sistema, en función además de las fases pronosticadas de la luz solar y del flujo de electricidad de cada momento en el punto de conexión de la casa a la red pública.

Audi augura que en un futuro los dispositivos EEBUS interactuarán con la red eléctrica en mayor medida. Una de las aplicaciones en las que piensa es una interfaz con el operador –vía HEMS– por la que los coches eléctricos podrán adaptar mejor su planificación de carga a los cuellos de botella de la red y asegurar que esta sea estable cuando, por ejemplo, varios vehículos se estén cargando a la vez en la misma calle.