El sector del automóvil sigue avanzando en sostenibilidad por mucho que los agoreros se recreen en las poco boyantes cifras que registra el mercado de vehículos eléctricos (VE) en los últimos meses. El hecho es que la mayoría de los propietarios de esta clase de coches afirma que los eléctricos modernos ofrecen una mejor experiencia de conducción que los modelos tradicionales de gasolina o diésel.
En la actualidad, además, aproximadamente tres de cada cuatro conductores que poseen tanto un eléctrico como un vehículo con motor de combustión priorizan el uso del primero y lo consideran su vehículo preferido. Así lo recoge al menos un reciente estudio realizado por Petronas Lubricants International (PLI), compañía especializada en fabricación y comercialización de lubricantes, junto a GiPA, una firma que se dedica a elaborar estudios del mercado de posventa.
A medida que el mundo se inclina gradualmente hacia las energías renovables como parte de su lucha contra el cambio climático, las ventajas de ser propietario de un eléctrico cobrarán mayor importancia, afirman los autores del estudio. No es de extrañar, por tanto, que el 73% de los propietarios de VE señale que compraría otro si tuviera que sustituir al actual, y más de la mitad recomendaría “sin dudarlo” un vehículo eléctrico a un amigo.
El trabajo, para el que se ha encuestado a más de 3.000 conductores de vehículos eléctricos en siete países -Alemania, España, Francia, Italia, Polonia, Portugal y Reino Unido-, destaca algunos de los aspectos más valorados por quienes se ponen al volante habitualmente de modelos equipados con baterías. Los favoritos, en una escala del 1 al 10, son la satisfacción que produce en general la experiencia de conducción de este tipo de coches, que merece un 8,39, la seguridad (8,38) y el silencio de marcha, que obtiene una puntuación de 8,37.
El estudio también revela que la preocupación por la autonomía sigue siendo relevante para casi la mitad (46%) de los propietarios, lo que ha contribuido tradicionalmente a una percepción negativa de los VE. Sin embargo, las actitudes están cambiando a medida que los tiempos de carga mejoran y los puntos necesarios para realizar la operación se vuelven más accesibles.
La facilidad de carga consigue 8,12 puntos sobre 10, de acuerdo con la encuesta, lo que vendría posiblemente a poner de manifiesto cierta mejora de la infraestructura de carga pública y privada.
Por el contrario, la satisfacción en torno a la duración de la carga sigue siendo la más baja de todas las métricas, con un 7,7, mientras que dos tercios de los propietarios de VE continúan cargando su coche al menos una vez al día. Los fabricantes de vehículos necesitan superar este obstáculo antes de terminar de convencer al público en general de que los eléctricos son la solución para su movilidad del futuro, se razona en el informe.
Necesario, pero insuficiente
La preocupación por el medio ambiente es la razón número uno para comprar un VE, según el 66% de los encuestados. Sin embargo, todavía existe división de opiniones sobre su verdadero impacto en este terreno: el 42% de los conductores está de acuerdo en que estos vehículos ayudarán a reducir suficientemente las emisiones de CO2, mientras que el 47% afirma que, por sí solos, no son suficientes.
Otras razones principales para comprar un vehículo eléctrico incluyen: ahorrar dinero en combustible, lo que atrae al 64%, disfrutar de tecnología y funciones avanzadas (62%) y poder acceder a zonas de bajas emisiones, algo que valora especialmente el 56% de los preguntados.
“El sector de los vehículos eléctricos ha florecido en los últimos años, con cada vez más consumidores que se decantan por ellos. La investigación muestra que estos vehículos se han convertido en una opción cada vez más atractiva para los conductores, que buscan combinar sostenibilidad y conveniencia”, comenta James Mark, director de la Unidad de Negocio de Fluidos para Vehículos Eléctricos de Petronas Lubricants International.
Mark aprovecha para subrayar la importancia de utilizar los productos que PLI comercializa específicamente para coches eléctricos e híbridos. Entre ellos se hallan los líquidos de refrigeración de baterías, así como los fluidos de frenos y transmisión. Al permitir que los motores funcionen a bajas temperaturas, estos pueden garantizar la máxima eficiencia energética y de combustible, así como un desgaste mínimo. En última instancia, permiten a los propietarios disfrutar de las mejores experiencias tecnológicas y de conducción posibles, concluye la firma.