El Peugeot más potente y excitante es este híbrido enchufable, el 508 PSE

Si hace 15 años, pongamos por caso, alguien nos hubiera dicho que el Peugeot más potente fabricado en serie en sus 210 años de historia sería un coche de pilas, lo habríamos tachado rápidamente de loco. De haber añadido que además sería uno de sus modelos más excitantes al volante -una especie de GTI, pero electrificado-, lo más probable es que además nos hubiéramos carcajeado en su cara.

Pero, mira por dónde, semejante vaticinio es estrictamente real y ha tomado forma en un vehículo desarrollado por los equipos de ingeniería de Peugeot Sport, el departamento de competición de la marca. El primer fruto de su trabajo, pues habrá más en el futuro, es el 508 PSE (por Peugeot Sport Engineered), basado en la versión híbrida enchufable que hoy se puede adquirir tanto en carrocería berlina como familiar o SW.

Estamos hablando de un coche de carrocería muy vistosa, en la que resaltan los detalles en color amarillo/verde criptonita, y en cuyo interior late un corazón de 360 caballos y 520 Nm de par máximo que lo propulsa de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y de 80 a 120 km/h en apenas 3 segundos, pudiendo cubrir además 1.000 metros desde parado en 24,5. Todo ello, que es lo mejor del asunto, con unas emisiones medias de CO2 de 46 g/km, en ciclo WLTP.

Veamos cómo han maqueado el 508 los hombres de Peugeot Sport para transformarlo, de uno de los modelos que ya de por sí despunta como uno de los más dinámicos del segmento D, en algo sencillamente descomunal en términos de potencia y performance, tanto en carretera abierta como en circuito, como ha demostrado días atrás durante su presentación en el trazado madrileño del Jarama.

En primer lugar, se ha rebajado un punto la altura del coche y ensanchado sus vías, 24 mm delante y 12 mm detrás, con el añadido de sendas barras antivuelco de 22 mm de grosor. El trabajo aerodinámico se aprecia bien a las claras en los diversos apéndices repartidos por la carrocería con el fin de mejorar el flujo del aire y la sustentación.

Para parar una máquina que desarrolla las prestaciones antes apuntadas y alcanza los 250 km/h de velocidad máxima se han dispuesto en las ruedas, con llantas de 20 pulgadas, unos frenos de cuatro pistones y discos de 380x32 mm, por supuesto en el mismo color criptonita que adorna tanto el interior como el exterior el coche.

El esquema de propulsión empleado en el 508 PSE consta de un motor de gasolina Puretech 1.6 que desarrolla 200 CV y otros dos eléctricos, uno de 81 kW en el tren delantero y otro de 83 kW en el trasero, todo combinado con un cambio automático de ocho marchas -con función Brake para regenerar energía- y una batería de 11,8 kWh que permite recorrer 42 kilómetros en modo cero emisiones, lo que otorga a este modelo capaz de volar sobre el asfalto la preciada etiqueta 0 de la DGT.

Cinco modos para domar a la bestia

Cinco son los modos de conducción a disposición de quien se sienta a los mandos: el eléctrico puro (EV), operativo hasta 140 km/h, que aprovecha 140 CV de la potencia total; Confort, donde la suspensión variable adopta su configuración más cómoda para los pasajeros; híbrido, que conjuga de forma automática rendimiento con eficiencia; Sport, donde priman ante todo las prestaciones, y 4WD, especialmente indicado para firmes deslizantes, que aprovecha la tracción total que hace posible la presencia de un motor eléctrico en cada uno de los ejes del vehículo.

Es en modo Sport donde pueden desarrollarse los 360 CV de potencia máxima del PSE, mientras que durante el uso habitual se dispone únicamente de 330. Este programa cuenta además con una calibración específica que modifica la respuesta de dirección, suspensión, pedal del acelerador y sonido percibido en el habitáculo, así como de los controles de tracción y estabilidad, más permisivos para que el coche pueda deslizar más de atrás en las curvas, por ejemplo. 

Las animaciones que se presentan en la instrumentación son también específicas en el modo Sport, y contribuyen sin duda a hacer las delicias del usuario amante de la conducción deportiva. Junto a ellas nos topamos, en este vehículo de contrastes -pero compatibles gracias a Peugeot Sport-, con menús donde se refleja la información concerniente al sistema híbrido: flujo de energía, estadísticas de consumo, carga diferida, preacondicionamiento térmico del habitáculo y función e-Save, para conservar el nivel de carga de la batería con vistas a utilizarlo más adelante.

En la toma de contacto con el 508 PSE hemos podido recorrer 80 kilómetros por vías rápidas y carreteras sinuosas del norte de la Comunidad de Madrid. La autonomía indicada al comienzo de la ruta, 28 kilómetros, bajó a 12 km al final habiendo hecho uso de los modos híbrido y Confort en los tramos de autovía y del Sport en los de curvas, algunos de ellos clásicos del Rally de Madrid.

En estas condiciones, el consumo medio que obtuvimos fue de 8 litros/100 km, a una media de 68 km/h. Lo mejor de un coche de esta filosofía -deportivo y eficiente a la vez- es que precisamente permite un uso tranquilo y silencioso en el día a día y, al mismo tiempo, uno puede soltarse la melena llegado el caso y disfrutar no solo de un altísimo rendimiento, acompañado de un sonido cautivador, sino de un comportamiento de película: estable, noble, predecible y ágil, todo a la vez.

Un vistazo al interior y a la gama

Los detalles en color criptonita diseminados por la carrocería tienen su réplica en el habitáculo, concretamente en la base del volante y en los pespuntes del interior de las puertas, la consola y los asientos envolventes, de claro corte deportivo. El conjunto se remata con un equipo de sonido T-Focal de prestaciones, acústicas en su caso, a la altura de las del vehículo.

De serie, el PSE se suministra con un cargador de 3,7 kW y como opción se puede adquirir uno de 7,4 kW. En una toma doméstica convencional la recarga lleva unas 7 horas, por 4 horas en una reforzada y alrededor de 2 horas en una de 7,4 kW.

El nuevo modelo de Peugeot se ofrece en tres colores: gris Selenium (en las imágenes), blanco nacarado y negro perla. Los pedidos están abiertos desde el pasado noviembre y las primeras entregas se prevén para abril. La batería tiene una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros, y debe conservar en ese lapso el 70% de su capacidad.

El 508 PSE berlina cuesta 62.200 euros y el familiar, 63.400 euros, precios que no incluyen el Plan Moves y que pueden reducirse financiando la compra y entregando un coche antiguo a cambio.

Peugeot aspira idealmente a que esta nueva versión concentre el 6% de las ventas del modelo. Tan optimistas previsiones se basan no solo en sus muchos atractivos -visual y prestacional al menos-, sino también en los datos que avalan al 508 en general. Un 17% de las ventas de la berlina corresponden hoy por hoy a la variante híbrida enchufable, y en el SW el porcentaje sube nada menos que al 23%, por lo que no es disparatado lograr seducir a quienes lo quieren todo: la eficiencia de un híbrido con el rendimiento de un buen deportivo.