Al volante del Abarth 500e: pequeño, potente, picante

Pedro Urteaga

21 de julio de 2023 08:00 h

El fundador de Abarth solía afirmar que los coches de su marca debían ser “pequeños y malvados como un escorpión”, razón por la que eligió este animal como símbolo de la firma con sede en Turín. En la era de la electrificación, la premisa de Carlo Abarth se antojaba de difícil cumplimiento, pero la necesidad obliga y la imaginación es capaz de obrar milagros como el de poder conjugar las tres pes del título (pequeño, potente y picante) en el caso de un vehículo de aburrida propulsión eléctrica.

Con el Abarth 500e, se ha apostado por hacer compatible ese sistema impulsión 100% eléctrico con el ambiente que se disfruta en un deportivo equipado con un motor bien apretado, gracias especialmente a dos ingredientes: un chasis vivo y muy reactivo, por un lado, y por otro un generador de ruido artificial que encantará a los más entusiastas de la marca y que, por si acaso, puede desconectarse para no saturar los oídos.

En la presentación del modelo italiano por carreteras de la costa de Pontevedra, hemos podido testar por primera vez su comportamiento y conocer también cómo queda configurada la gama después de las primeras ventas del coche correspondientes a la versión de lanzamiento Scorpionissima, limitada a 1.949 unidades en homenaje al año de fundación de Abarth.

Como ya te adelantamos en este artículo, el 500e incorpora un enérgico motor de 154 caballos alimentado por una batería de 42 kWh de capacidad bruta que otorga 250 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP, alrededor de 200 en conducción real. La recarga en corriente continua, a un máximo de 85 kW, permite recuperar un 80% de la energía en 35 minutos, y en 5 minutos se consigue la necesaria para hacer unos 40 km.

El coche se suministra de serie con el cable de Modo 3 que posibilita esa recarga rápida, pero el cliente puede escoger como opción otro de Modo 2 con el que la operación se realiza más lentamente en un enchufe convencional.

La gama del 500e, una vez superada la edición Scorpionissima, se compone de dos versiones: una más básica denominada Entry, que por ejemplo no lleva el generador de ruido artificial, y la llamada Turismo, que se acerca más a aquella serie de lanzamiento y que sí cuenta con el Sound Generator del que tan orgulloso se muestra la firma italiana.

Más allá de que guste más o menos esa fuente de sonido artificial, muy presente en todo momento porque llega a los ocupantes a través de los altavoces del equipo de sonido, creemos deseable que en futuras evoluciones del vehículo se simplifique la forma de desconectarlo, por ejemplo mediante un botón bien visible en la consola central. Ahora, hacerlo resulta complicado sobre todo si nos ponemos en camino y pretendemos suprimirlo a la vez que se conduce.

Otra sugerencia al respecto sería vincular la activación del generador de sonido al modo de conducción elegido. Tal vez ese acompañamiento sea el adecuado cuando escogemos el programa más deportivo (Scorpion Track), pero no lo parece tanto cuando se circula en el modo Turismo o en el Scorpion Street, ambos pensados para un uso más tranquilo donde impera, además, la función de frenado regenerativo.

En cualquier caso, Abarth ha anunciado que en breve plazo estará disponible una variante Turismo desprovista de este sistema de sonido, que será sustituido -como ocurre con las versiones Entry, y en las demás cuando acertamos a desconectarlo- por unos acordes de guitarra eléctrica que actúan más bien como aviso de la presencia del vehículo para viandantes.

Los interesados en el 500e solo tienen que decidirse por uno de los dos acabados cerrados que se ponen a su disposición y añadir el color más de su agrado entre los cinco posibles: Blanco Antidore, Negro Venom y Rojo Adrenalina, más los ya conocidos Verde Ácido o Azul Poison (ambos en las imágenes), todos ellos una garantía de destacar entre la multitud. Por último, puede elegir la carrocería cerrada o la cabrio, 3.000 euros más cara.

La versión Entry cuesta 38.600 euros, que se reducen a un mínimo de 27.500 euros (30.500 el descapotable) si uno opta por la financiación de la marca y consigue las ayudas del Moves III.

La Turismo sale por 4.000 euros más en cada uno de los supuestos anteriores. Su equipamiento engloba llantas de 18 pulgadas, cuadro de instrumentos de 7 pulgadas y pantalla central de 10,25“ con navegador, asientos deportivos en alcántara y con reposacabezas integrados, salpicadero tapizado en el mismo material y pedales de aluminio, entre otros muchos detalles específicos en los que el escorpión hace diversas apariciones.

En modalidad de renting, la marca ofrece el modelo por 349 euros mensuales en 36 cuotas que siguen a una inicial de 6.590 euros. En este momento, además, adelanta al cliente el importe del Moves y le regala un wallbox en su domicilio, promoción que no incluye la instalación sino solo el punto de carga en sí.

El escorpión sigue picando

En carretera, el 500e exhibe un notable dinamismo y especialmente una respuesta muy rápida, además de una ágil entrada en curva y una alta velocidad de giro y salida. Su arquitectura eléctrica le otorga además mejor distribución del peso, un par instantáneo y una distancia entre ejes ligeramente más amplia que mejora un punto su estabilidad. Por su parte, la presencia del sonido artificial imbuye al conductor de unas sensaciones que no se corresponden con la velocidad real a la que circula, lo que puede representar incluso un incentivo llegado el caso.

Abarth informa que este eléctrico es más rápido que su versión de gasolina equivalente y “más emocionante tanto en conducción urbana como suburbana”, aunque esto último irá ya en gustos. En ciudad, lo aventaja en 1 segundo en el paso de 20 a 40 km/h, mientras que en curvas cerradas en carretera transita de 40 a 60 km/h en solo 1,5 segundos, 1 segundo antes que su hermano de combustión.

Por lo que se refiere a las maniobras de adelantamiento, es capaz de alcanzar los 100 km/h partiendo de 60 km/h cuando el modelo de gasolina acaba de rebasar los 90 km/h. La aceleración de 0 a 100 km/h la completa en 7 segundos, en tanto que el Abarth 595 más próximo en potencia (de 165 CV) necesita 7,3 segundos.