Las empresas españolas se vuelcan con la electrificación de sus flotas

Arval ha presentado días atrás la decimocuarta edición de su bien conocido Arval Mobility Observatory, un análisis de referencia sobre las tendencias de movilidad y la situación del mercado de la automoción en España, especialmente en el ámbito de las empresas. En esta ocasión, el estudio detecta una clara preocupación por una movilidad más sostenible en la cultura de las firmas españolas, la mitad de las cuales ya ha tomado medidas para reducir las emisiones de sus flotas.

La diversidad del mix energético y de las opciones electrificadas mantiene su crecimiento en las flotas corporativas: el 84% de las compañías ya cuenta o prevé introducir al menos una nueva tecnología en los próximos tres años en sus flotas, según el trabajo. El vehículo híbrido se mantiene como la opción que más convence y el 58% de las empresas lo ha introducido o contempla hacerlo en el próximo trienio, 20 puntos porcentuales más que la media de la UE.

La elección de híbridos enchufables alcanzará el 44%, por un 40% de eléctricos. Casi la mitad de las empresas carece de puntos de recarga en sus instalaciones y la escasez de instalaciones públicas es el principal inconveniente aducido (44%) para no elegir modelos eléctricos.

La mitad de las firmas españolas ya ha tomado medidas para reducir las emisiones de sus flotas. Rebajar las de CO2 es la principal medida adoptada (53%), por delante de lanzar otro tipo de contaminantes (40%) y evitar la dispersión de dióxido de nitrógeno, o NOx (39%), y de partículas finas (23%).

La preocupación por generar menos emisiones contaminantes (54%), racionalizar el gasto de combustible (64%) y cuidar la imagen pública de la empresa (41%) son las principales razones señaladas para incorporar nuevas energías o tecnologías a sus flotas. Entre los motivos figura también poder conducir en zonas urbanas restringidas (49%), mientras que cumplir con los objetivos corporativos, los incentivos fiscales y reducir el coste convencen en el 35% de las ocasiones.

La posibilidad de incorporar modelos eléctricos en las flotas de vehículos comerciales ligeros creció el año pasado tanto en España como en el resto de la Unión Europea. De momento, solo el 10% de las empresas lo implementó durante 2021, aunque un 28% ha acometido o tiene previsto acometer el cambio.

Como hemos visto, casi la mitad de las empresas carece de puntos de recarga en sus instalaciones, mientras que el 24% de ellas tiene previsto montarlos en el próximo año. Por su parte, el 24% de los conductores tiene que afrontar el coste de habilitar uno en su domicilio, cuota que estarían dispuestas a cubrir el 23% de las empresas. El 17% de los trabajadores debe pagar la carga en las propias instalaciones, en tanto que al 14% se la facilita la compañía.

Además de la falta de puntos de recarga públicos, otros frenos que se mencionan para la elección de modelos eléctricos son su mayor precio (32%) y la imposibilidad de que los empleados los recarguen en sus domicilios (98%). Solo el 14% del total descarta por completo utilizar este tipo de vehículos.

El parque español y su evolución

En sus conclusiones más generales sobre el mercado español y el parque de vehículos existente, el Observatorio certifica que este último se halla entre los más viejos de Europa, con una edad media que ya supera los 13 años. De este modo, el 64,6% de las unidades que circularon en 2021 por las carreteras españolas contaba con más de 10 años de vida y casi otro 10% superaba los siete.

Las emisiones medias de CO2 alcanzaron durante el año pasado los niveles más bajos de la serie histórica, para situarse en 127 gramos por kilómetro, un descenso del 1,5% en términos interanuales. Esta contracción se produjo en todos los canales, pero registró una mayor incidencia en el de renting.

El estudio pronostica que la recuperación del mercado automovilístico no se consolidará hasta 2023. Los escenarios dependerán de la evolución de la pandemia, de la crisis de los microchips y de la invasión rusa de Ucrania, además de la nueva medición del Impuesto de Matriculación. Se prevén unas matriculaciones de 1.040.000 vehículos en 2022, un 2,8% más que en 2021, para superar los 1,1 millones de placas en 2023.