Lo que era un rumor desde hace meses se ha confirmado en los últimos días. Hummer, la marca que mejor simbolizaba posiblemente todos los excesos del capitalismo y la ineficiencia de un vehículo de cuatro ruedas, renacerá como firma de modelos 100% eléctricos. Su llegada está prevista para 2021 y su puesta de largo, para mucho antes, dentro de apenas 20 días.
Como no podía ser de otra manera, el regreso de la nueva Hummer tendrá lugar en uno de los eventos de masas más multitudinarios de Estados Unidos, la Super Bowl, que se celebra el próximo 2 de febrero. General Motors (GM), propietaria de la marca -que decidió liquidar en 2010 en plena crisis financiera mundial-, ha escogido a todo un ídolo como el jugador de baloncesto LeBron James para protagonizar el anuncio, tradicionalmente uno de los más caros que se emiten en la televisión de aquel país.
Según han publicado The Wall Street Journal y otros medios estadounidenses, General Motors pretende comercializar los nuevos eléctricos bajo la firma Hummer by GMC, que no sería una marca propiamente dicha e independiente, sino una especie de submarca premium del grupo. De este modo los coches podrían ponerse a la venta en cualquier concesionario de GM, que agrupa a las marcas Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac, y no en exposiciones específicas de Hummer, como ocurrió en la etapa anterior.
La compañía de Detroit habría adoptado la decisión de resucitar Hummer para aprovechar la furor por las pick-up eléctricas que parece haber prendido en EEUU. Ford está preparando la versión de baterías de su legendaria F-150, Tesla ha presentado hace pocas semanas -con el bombo acostumbrado- su modelo Cybertruck, eléctrico como todos los que produce el fabricante californiano, y Rivian anuncia un vehículo de la misma tipología que gira como un carro de combate.
GM, uno de los Big Three de la industria estadounidense, no podía pasar la oportunidad de sumarse a esta ola, y la presencia de la marca Hummer en su fondo de armario le facilita mucho la incorporación más o menos rápida a ese segmento de mercado.
La incógnita que se le plantea ahora es si desarrolla desde cero una plataforma eléctrica exclusiva para Hummer, opción que parece muy costosa, si busca un socio con la que crearla de manera conjunta o si se decide a fabricarla para toda la corporación, con lo que podría utilizarse, por ejemplo, en las versiones eléctricas de sus populares pick-up Chevrolet Silverado y GMC Sierra.
Con el logo Hummer by GMC en el frontal se ofrecerá una serie de SUV y pick-up eléctricos de carácter más lujoso que los GMC equivalentes. El primer modelo de la nueva Hummer será con toda seguridad uno similar a los Silverado y Sierra y se producirá en la planta de General Motors en Detroit-Hamtramck.
La compañía ha previsto invertir alrededor de 3.000 millones de dólares en esta factoría para fabricar vehículos eléctricos de gran tamaño entre los que se encontraría la versión de baterías del lujoso Cadillac Escalade, ya confirmado, que anuncia una autonomía de 640 kilómetros y se pondrá a la venta en 2023, dos años después del lanzamiento de la próxima generación del modelo en 2021.
Un pasado entre la milicia y el consumismo rampante
El Hummer fue el sucesor natural del Jeep en el ejército de EEUU. Como Jeep, nació de un concurso organizado por éste que, en su caso, ganó AM General, filial de LTV Aerospace and Defense Company. Después de realizar 11 prototipos, el definitivo recibió una denominación en siglas, HMMWH (High Movility Multipurpose Wheeled Vehicle, algo así como vehículo de ruedas multiuso de gran movilidad), que, leídas de carrerilla, sonaban como Humvee, que fue como se popularizó.
Aquel mastodonte militar se quedó grabado en la retina del mundo entero durante la Guerra del Golfo, que la CNN retransmitió en directo, y pocos años más tarde AM General aprovechó la tesitura para domesticar la versión M998 del Humvee destinándola al uso civil, ya con el nombre Hummer. El que sería conocido como Hummer H1 recibiría otro espaldarazo al saberse que contaba entre sus primeros clientes con el actor Arnold Schwarzenegger, a quien le había fascinado el HMMWH cuando rodaba la película Poli de guardería, de 1990.
En 1998, AM General vendió la denominación Hummer a General Motors, que en los siguientes años diseñó dos modelos más pequeños y aptos para el uso en las ciudades -en especial las europeas-, el H2 y el H3, que tuvieron su predicamento en cierto sector del mercado al calor de una fiebre por los SUV que entonces vivía sus albores y de una época de vacas gordas y desenfreno consumista que pronto llegaría a su fin.
Tras desatarse la crisis financiera mundial, GM quiso vender Hummer a la empresa china Sichuan Tengzhong Heavy Industrial Machinery Co. La operación estaba cerrada, al decir de todo el mundo, cuando se anunció que quedaba anulada, después de lo cual la corporación norteamericana se dispuso a cerrar y desmantelar la marca.