Los SUV, o todocaminos, de tamaño pequeño son sin lugar a dudas el vehículo del momento. Aunque las opciones entre las que elegir son muy numerosas, debido a la fuerte demanda, hemos escogido tres de los modelos más representativos de esta corriente en alza con el fin de que puedas hacerte una idea aproximada y rápida de lo que hay si estás pensando en adquirir un coche de estas características.
Ponemos frente a frente, pues, al Audi Q2, que lleva apenas año y medio en el mercado, con dos propuestas que acaban de llegar, pero con mucha fuerza: el Volkswagen T-Roc, del mismo Grupo VW, y el Hyundai Kona, los tres en el entorno de los 4,20 metros de longitud, y tomamos como referencia las versiones más asequibles, con motor de gasolina de alrededor de 120 caballos, cambio manual y tracción a las ruedas delanteras.
Atendiendo únicamente al precio, el Kona gana de calle el lance porque arranca en 17.490 euros, por 23.870 del T-Roc y 27.240 del Q2. Ahora bien, no todo es cuestión de dinero, y muchos clientes aprecian, por ejemplo, que el Audi ofrezca muchas más posibilidades de elegir, ya sea entre motores, niveles de equipamiento o tecnologías disponibles. Algo parecido puede decirse del Volkswagen, a favor del que juega otro intangible importante como es su indudable atractivo exterior.
En cuestión de espacio interior, y poniendo la mirada sobre todo en los asientos traseros –críticos en vehículos de dimensiones contenidas–, el más angosto es el Kona, seguido del Q2 y del T-Roc, que sin duda es el que mejor aprovecha las escuetas cotas totales. El orden es el mismo si analizamos el maletero: 361 litros cubica el del coreano, por 405 del Audi y unos más que satisfactorios 445 del Volkswagen.
Fijémonos ahora en la calidad que exhiben los materiales. Seguramente el Kona es el que se queda más justo en este aspecto, pero tampoco debemos esperar maravillas de sus rivales, donde los plásticos duros y algunos remates más bien toscos contrastan, y mucho, con respecto a lo que encontramos en los modelos con los que comparten plataforma, es decir, el Audi A3 y el VW Golf, respectivamente. Dicho claramente: por calidad, el T-Roc está más cerca de un Polo que de un Golf.
La afirmación vale también para el refinamiento de marcha. No se dispone aquí de una calidad de rodadura ni de un confort acústico acorde al precio. Eso sí, el T-Roc ofrece una suspensión claramente orientada al confort y resulta más cómodo que el Kona, donde el tarado se sitúa en el extremo contrario, en tanto que el Q2 brilla con luz propia en este apartado con virtudes incontestables: chasis algo más firme que su primo alemán, dirección rápida y, por tanto, menor balanceo en las curvas y mayor agilidad.
En el capítulo de potencia, cualquiera de los tres motores (el 1.0 T-GDI de 120 CV del Kona y el 1.0 TSI o TFSI de 116 CV de los alemanes, que es el mismo) proporciona empuje suficiente para mover con soltura vehículos que no son grandes ni especialmente pesados, aunque no cabe esperar de ellos reacciones fulgurantes, que habrá que buscar en versiones más potentes y costosas. El consumo, bastante contenido, es similar en los tres casos.
Como es fácil suponer, podemos aspirar a un Kona ampliamente equipado por un precio más bajo que el de un T-Roc y un Q2 equivalente, en los que las tarifas generales y las de los extras son mayores. En este punto es tal vez el modelo de VW el que ofrece el mismo punto de equilibrio óptimo que luce en todos los aspectos de la comparativa. En cualquier caso, antes de decantarte por alguno, te recomendamos que leas este artículo y no caigas en ninguno de los ocho errores más frecuentes que se suelen cometer a la hora de comprar un coche.
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