Las ITV se postulan para revisar las ayudas a la conducción obligatorias a partir de ahora

Víctor Celaya

5 de julio de 2024 06:55 h

El verano que acabamos de estrenar llega con cambios en el sector de la automoción, ya que a partir del 6 de julio todos los vehículos nuevos deberán estar equipados con hasta 10 sistemas de ayuda al conductor, conocidos como ADAS por sus siglas en inglés (Advanced Driver Assistance Systems). Se trata de una medida que ha tomado la Unión Europea para evitar en la medida de lo posible que se produzcan siniestros viales y para que se reduzca su gravedad. Un informe del Parlamento Europeo cifra en 25.000 las muertes y en 140.000 los heridos graves que podrían evitar los ADAS en los próximos 18 años.

Los sistemas que deben incorporar los coches nuevos a partir de mañana son los siguientes: asistente de velocidad inteligente, cámara trasera con detección de tráfico cruzado, alerta de cambio involuntario de carril, alcoholímetro antiarranque (este dispositivo queda a expensas de lo que determinen las autoridades de cada país), advertencia de somnolencia y pérdida de atención, frenado de emergencia con protección especial a usuarios vulnerables de la vía pública, registrador de datos (también conocido como caja negra), alerta de cinturón en las plazas traseras, control de crucero adaptativo y control de presión de neumáticos. Puedes encontrar más detalles sobre estos sistemas en este artículo que publicamos en el mes de mayo.

Desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos, AECA-ITV, recuerdan que, para garantizar que los ADAS cumplan con su función, es vital que dentro del marco de la homologación de vehículos se siga teniendo en cuenta la comprobación de estos nuevos sistemas de seguridad por parte de las autoridades competentes por medio de la ITV, y que se pueda comprobar su correcto estado durante toda la vida útil del vehículo.

La norma estipula que los fabricantes deberán permitir el acceso a la verificación de estos dispositivos, y para ello -advierte la entidad- se deben aprobar reglamentos individuales de cada uno de ellos, que definan cómo deben funcionar y cómo se deben comprobar en la ITV.

Hasta el momento, solo cuatro de los 10 sistemas de ayuda al conductor obligatorios tienen reglamentos: el registrador de datos de incidencias, el sistema de advertencia de somnolencia y pérdida de atención del conductor, el asistente de velocidad inteligente y la alerta de mantenimiento en el carril.

Todas estas normas regulan la comprobación de los ADAS en la ITV por medio de los sistemas de chequeo del vehículo y mediante comprobación de la centralita de gestión. Además, establecen que las marcas deberán asegurarse de facilitar la información técnica para su comprobación en la ITV por medio de la mencionada centralita. De lo contrario, “nos podríamos encontrar en un futuro muy cercano con vehículos equipados con sistemas de seguridad avanzados, con alta dependencia en la conducción del usuario en ellos, y sin que se pueda verificar el estado de los mismos”, leemos en la web de AECA-ITV.

La asociación asegura que algunos fabricantes no están permitiendo un acceso factible y fácil a esta información, por diferentes causas: el formato de los datos no es estructurado y la plataforma no es común, algunos no suministran información técnica y muchos pretenden cobrar por ello, en contra de lo establecido en el reglamento sobre la cuestión.

Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, insiste en que “para desarrollar los procedimientos de inspección y evaluación de los vehículos modernos que ya incorporen estos nuevos sistemas y tecnología, la ITV necesita un acceso no discriminatorio, libre e independiente a los datos originales del vehículo, incluido software actualizado e identificación de software de vehículos. Por tanto, debe ponerse a disposición de los centros de ITV la información técnica necesaria para llevar a cabo las inspecciones de manera accesible, sin restricciones, sin coste y carente de discriminación”. Magaz aboga por “la creación de una plataforma electrónica, europea o estatal, de información sobre vehículos, con datos para la ITV definidos y estandarizados”.

Las excepciones a la regla

La norma sobre ADAS que entra en vigor mañana presenta algunas excepciones que permiten las llamadas “series cortas” y los “vehículos de fin de serie”. En virtud de ellas, se pueden seguir matriculando cierto tipo de automóviles durante un año más (hasta el 7 de julio de 2025), aunque no lleven los últimos sistemas obligatorios.

El Reglamento (UE) 2018/858 establece que, “con ciertas limitaciones y durante un periodo de tiempo limitado”, los Estados miembros podrán matricular vehículos que en el momento de su fabricación contasen con una homologación válida y que no se hayan matriculado o puesto en servicio antes de que dicha certificación haya perdido su validez.

Para poder acogerse a esta medida, el fabricante tiene que presentar una solicitud a la autoridad competente de cada Estado en la que tiene que especificar todos los motivos técnicos o económicos que impiden que dichos vehículos cumplan los nuevos requisitos técnicos.

En cuanto a las limitaciones, para las series cortas se autoriza un máximo de 1.500 matriculaciones al año, que descienden a 250 en el caso de las series especiales de fabricación nacional. Para los coches de fin de serie, el número máximo no podrá superar el 10% de los vehículos de todos los tipos en cuestión puestos en servicio en ese Estado el año anterior. 

En otro orden de cosas, la firma Carglass, especialista en calibración de ADAS, reclama una nomenclatura común y neutra para estos dispositivos de manera que los conductores sepan qué sistemas lleva cada modelos y puedan compararlos sin hacerse un lío con las denominaciones comerciales de cada fabricante.

La compañía acaba de publicar en su web un Diccionario ADAS que emplea esa terminología neutra empleada -explica- por la mayoría de los agentes relacionados con los sistemas de ayuda a la conducción, con el objetivo de facilitar a los usuarios la comprensión de estas tecnologías.