Jaguar Land Rover (JLR) ha anunciado la inversión de 500 millones de libras, unos 600 millones de euros, para transformar sus históricas instalaciones de Halewood (Merseyside) a fin de apoyar la fabricación de vehículos eléctricos junto a la de los modelos de combustión e híbridos existentes. Esta planta se construyó en 1963 para fabricar el Ford Anglia, y ahora se transforma para adentrarse en la era eléctrica.
Tras invertirse 250 millones de libras (300 millones de euros), hasta ahora la transformación ha conllevado más de un millón de horas de trabajos de construcción a lo largo de los últimos 12 meses. La fábrica se ha ampliado en 32.364 metros cuadrados para producir los SUV eléctricos de tamaño medio de JLR en la nueva plataforma de arquitectura modular totalmente eléctrica (EMA).
El centro se ha equipado con tecnología que incluye nuevas líneas de fabricación de vehículos eléctricos, 750 robots autónomos, plataformas de calibración de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), tecnología de alineación láser para un ajuste perfecto de las piezas y los últimos sistemas de gestión de planta digital basados en la nube para supervisar la producción y crear lo que se conoce como la fábrica del futuro.
La inversión anunciada forma parte del compromiso de JLR con la estrategia Reimagine, que contempla la electrificación de todas las marcas del grupo para el año 2030 y así alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono en toda su cadena de suministro, productos y operaciones para 2039.
La electrificación resulta crucial en esta estrategia. Halewood prevé la producción simultánea de modelos de combustión interna electrificados, híbridos enchufables y vehículos eléctricos de batería, con el objetivo a largo plazo de convertirse en el primer centro de producción completamente eléctrico de JLR.
A este respecto, Barbara Bergmeier, la directora ejecutiva de las operaciones industriales de la compañía, ha afirmado que “desde hace más de dos décadas, Halewood es el corazón y el alma de JLR en el noroeste de Inglaterra gracias a la fabricación de vehículos como el Range Rover Evoque y el Discovery Sport. Este será nuestro primer centro de producción completamente eléctrico, y como prueba de ello están los grandes esfuerzos de nuestros equipos y proveedores, que han trabajado juntos para equipar la planta con la tecnología necesaria para ofrecer nuestros vehículos eléctricos de lujo”.
Entre las obras de transformación adicionales destinadas a integrar eléctricos de diferentes tamaños se incluyen, por ejemplo, un nuevo taller de carrocería capaz de fabricar 500 modelos al día. También se han modificado 1,4 kilómetros del taller de pintura con la ampliación de hornos y sistemas transportadores para responder al aumento de la demanda de techos en color de contraste, y se ha construido una nueva torre de almacenamiento automatizado de carrocerías pintadas con capacidad para 600 modelos.
Además, la marca ha incrementado la longitud de la línea de producción final de 4 a 6 km para incorporar el montaje de baterías, ampliado las estaciones de fabricación de vehículos a 7 metros a fin de adaptarse a las diferentes proporciones de los nuevos vehículos eléctricos con arquitectura modular eléctrica e introducido 40 nuevos robots móviles autónomos que ayudan a los empleados en el montaje de baterías de alto voltaje.
Otras iniciativas llevadas a cabo por JLR son la incorporación de equipos valorados en 16 millones de libras (unos 19 millones de euros) procedentes de las instalaciones de Castle Bromwich, desde robots hasta vehículos de dirección automática.
Al objeto de alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono para 2039, el fabricante también se ha centrado en maximizar el uso de energías renovables y planea instalar 18.000 paneles fotovoltaicos que producirán 8.600 GWh de energía, lo que equivale al 10% del consumo energético de la planta.
Mediante una combinación de energías renovables, el cambio de combustible y los productos de eficiencia energética, JLR pretende eliminar 40.000 toneladas de CO2 equivalente de la huella industrial de Halewood como parte de sus objetivos generales de neutralidad en emisiones de carbono.
Formación en alta tensión
Para que todo esto sea posible, se invertirán 20 millones de libras (24 millones de euros) al año en todas sus plantas para que los empleados adquieran conocimientos clave en nuevos sistemas, tecnologías y procesos fundamentales para el futuro de la fabricación y la ingeniería de automoción, estrategia que se enmarca dentro del Programa de Habilidades Futuras de JLR.
En este contexto, se ha inaugurado un nuevo centro de formación y desarrollo en Halewood, donde los trabajadores se instruyen acerca las distintas fases del ciclo de producción, con especial enfoque en la formación en alta tensión y su incidencia en los procesos de montaje de baterías. Un total de 1.600 empleados ya han completado la formación en alta tensión, y otros 100 la recibirán pronto.
Las nuevas tecnologías desplegadas en el centro permiten la instalación automatizada de puertas en los vehículos a través de mediciones láser avanzadas destinadas a garantizar que el ajuste de cada puerta se adapta con precisión exacta a la carrocería.
JLR pretende también introducir la conducción autónoma avanzada impulsada por inteligencia artificial y los servicios conectados en sus vehículos de próxima generación, por lo que las instalaciones de Halewood cuentan ahora con nuevas plataformas de calibración de ADAS.
Una vez que las nuevas líneas de producción hayan completado las primeras pruebas de carrocería con arquitectura modular eléctrica, la compañía seguirá haciendo pruebas y optimizando la nueva maquinaria y tecnología antes de que comience la producción efectiva de modelos basados en dicha arquitectura.