Como sucesor del Clase M, pionero en el segmento de los SUV de gama alta que irrumpió en el mercado en 1997, el Mercedes GLE acumula más de dos millones de unidades vendidas al más exigente de los públicos. En la hora de su renovación se ha enfrentado al siempre difícil reto de mejorar lo que ya es extraordinario, y no puede negarse que los ingenieros y diseñadores de la marca de Stuttgart han echado el resto para conseguirlo.
La habitabilidad es uno de los apartados donde se ha trabajado con más intensidad. Con respecto a la generación anterior, el nuevo GLE ha crecido 10,5 centímetros que en su mayoría (8) van a parar a la distancia entre ejes, que se acerca a los tres metros, y, por tanto, al espacio interior del que disfrutan sobre todo los ocupantes de las plazas traseras, que disponen de más de un metro de holgura para las piernas. Es novedad absoluta la segunda fila de asientos con ajuste eléctrico integral, que se ofrece como equipamiento opcional al igual que las dos plazas suplementarias situadas en una tercera hilera al fondo del habitáculo, que cuestan 3.138 euros.
El maletero, de 630 litros, pierde algo de capacidad en comparación con el modelo precedente, pero llega a los 825 litros con los asientos de la segunda fila adelantados hasta su tope longitudinal (antes eran fijos) y a los 2.055 (45 más) con ellos completamente abatidos.
Más primicias del imponente todocamino de Mercedes afectan al capítulo de motores. La versión microhíbrida GLE 450 4Matic, a la que le corresponde el distintivo ECO de la DGT, monta un propulsor de seis cilindros en línea y un sistema eléctrico de 48 voltios que entregan 367 caballos de potencia y 500 Nm de par máximo a los que se pueden sumar brevemente 250 Nm y 22 CV extra mediante la función EQ Boost.
Por su parte, el motor diésel, también de seis cilindros en línea, de los GLE 350 d y 400 d 4Matic, que desarrolla 272 y 330 caballos, respectivamente, es uno de los más limpios del mercado. Gracias a un sistema mejorado de postratamiento de gases de escape, que ahora incluye un catalizador SCR adicional situado bajo el piso, estas variantes son las primeras de Mercedes certificadas según la norma Euro 6 d –incluyendo el futuro procedimiento para medición de emisiones en condiciones de uso real (RDE) de nivel 2–, obligatoria para todos los turismos nuevos a partir del 1 de enero de 2020.
El coche está disponible también con el bloque diésel de cuatro cilindros y 245 caballos estrenado por la Clase E en 2016 (versión 300 d 4Matic) y, en breve, con el motor de gasolina, de seis cilindros en línea y 435 caballos, que incorporará el más deportivo Mercedes-AMG GLE 53 4Matic+. Todos los modelos llevan cambio automático de nueve velocidades.
Además de la suspensión mecánica de serie y la neumática Airmatic, se ofrece como opción una tercera denominada E-Active Body Control, que, asociada a la red eléctrica de 48 V, es la primera del mercado capaz de regular de forma independiente la amortiguación y la suspensión de cada rueda para neutralizar los movimientos de balanceo, cabeceo y verticales de la carrocería.
Este tren rodaje dispone de funciones especiales como inclinar la carrocería hacia el interior de la curva cuando se gira y hacerla rebotar arriba y abajo con el fin de desbloquear el vehículo cuando queda encallado, por ejemplo, en un banco de arena. El sistema funciona en asociación con otro dispositivo (Road Surface Scan) que ve el tipo de superficie a la que se aproxima el vehículo, y de esta manera prepara la suspensión de la manera más idónea.
El GLE embarca la generación más reciente del sistema multimedia MBUX, dotado de serie con dos pantallas de 12,3 pulgadas dispuestas en paralelo ante los ojos del conductor. Basado en avances en inteligencia artificial, el MBUX comprende funciones predictivas con las que se anticipa a la siguiente acción del usuario, proponiéndole, pongamos por caso, un destino para el navegador que se utiliza regularmente.
Equipado en todas sus versiones con tracción a las cuatro ruedas 4Matic, el SUV de Mercedes puede presumir de auténticas cualidades todo terreno, como hemos podido comprobar en un recorrido de pruebas off road en las proximidades de Illescas (Toledo). La combinación de un modo de conducción específico para uso 4x4 y del control de velocidad en descensos permite a este mastodonte de más de 4,9 metros y 2.200 kilos superar y bajar con toda solvencia las crestas más pronunciadas.
Entre las ayudas a la conducción disponibles destacan un control de crucero activo que ahora puede detectar retenciones o tráfico lento y reducir automáticamente la velocidad, el detector de vehículos en el ángulo muerto con advertencia al bajar del coche, el asistente de maniobra con remolque y unos faros de led Ultra Range que generan la máxima intensidad lumínica permitida por la legislación.
Para brindar la máxima comodidad interior a los pasajeros, el GLE incorpora el dispositivo Energizing, que interconecta diversos sistemas de confort y hace uso de los equipos de iluminación y reproducción de música y de diferentes funciones de masaje con el fin de crear los más variados programas de bienestar.
Los precios del nuevo modelo de Mercedes-Benz figuran a continuación:
GLE 300 d 4Matic 67.500 €
GLE 350 d 4Matic 75.300 €
GLE 450 4Matic 80.100 €
GLE 400 d 4Matic 85.300 €