El futuro enteramente eléctrico que espera al mundo del automóvil tiene su principal desafío en el desarrollo de baterías que hagan posibles desplazamientos y prestaciones semejantes a los de los coches de combustión. Todo tipo de entidades trabajan en los muchos frentes que plantea la cuestión, y una de las iniciativas más interesantes de las que existen hoy dentro de nuestras fronteras, concretamente en la Comunidad Valenciana, tiene que ver con baterías adecuadas para vehículos de altas prestaciones o que tienen grandes exigencias de energía.
Liderado por la empresa Zeleros, el Proyecto Modalt está centrado en desarrollar y validar tecnologías de movilidad eléctrica de alta potencia, además de “capacitar” a la industria para dirigirse a nuevas oportunidades de mercado. En su radar se sitúan baterías más sostenibles, seguras, ligeras y duraderas para “desbloquear” la movilidad eléctrica en vehículos de altas prestaciones o de elevadas necesidades de potencia.
Específicamente, Modalt pretende obtener un módulo de almacenamiento de energía de alto rendimiento fabricado con composites termoplásticos para integrarlo en packs de baterías modulares, según han informado a la agencia Europa Press las partes participantes en la investigación.
Con ello se contribuirá a la electrificación de camiones, autobuses, aviones, barcos e incluso nuevos medios ferroviarios o Hyperloop, el método de transporte basado en sistemas de levitación en el que está especializado Zeleros. Junto con la firma valenciana, participan en el proyecto el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), el Instituto CMT Motores Térmicos de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) y ZIUR Composite Solutions.
Según ha destacado este consorcio en un comunicado, los avances en movilidad eléctrica están revolucionando la movilidad urbana y de corta distancia, pero “existe una clara necesidad” de satisfacer las altas prestaciones que requiere la movilidad eléctrica para el transporte de larga distancia, ya sea por carretera (como deportivos, camiones o autobuses) o para aviación eléctrica, transporte marítimo o nuevos medios eléctricos ferroviarios como el antes mencionado.
Uno de los retos pendientes para aprovechar todo el potencial de la electromovilidad se encuentra en el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía de altas prestaciones, como baterías, pilas de combustible u otras alternativas tecnológicas emergentes.
Esta investigación industrial, que cuenta con la financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), consiste en el diseño, prototipado, testeo y validación de un módulo de almacenamiento de altas prestaciones y su integración en packs de baterías modulares para aplicaciones de movilidad eléctrica de alta potencia y energía.
Según Daniel Fons, Program Technical Leader de Zeleros, “Modalt nos permitirá generar un conocimiento diferencial para poder desarrollar y fabricar baterías más sostenibles, ligeras, seguras y con mayor durabilidad. El módulo de almacenamiento que estamos desarrollando contribuirá a desbloquear aplicaciones de vehículos electrificados de altas prestaciones, ya que su diseño cuenta con los requisitos de potencia, energía, rendimiento y operación que demandan estos vehículos”.
Más fácil de reciclar
Guillermo Ulldemolins, investigador en movilidad sostenible y del futuro en Aimplas, explica que, desde el punto de vista de los materiales, el uso de composites termoplásticos permite que los materiales que conforman la parte estructural de las baterías, llegados al final de su vida útil, tengan un porcentaje de reciclabilidad superior al de los sistemas convencionales, contribuyendo a la circularidad del sector y convirtiéndolo en uno más sostenible y comprometido con el medio ambiente.
Asimismo, el tratamiento y procesado con matrices termoplásticas hace posible la incorporación de partículas conductoras e ignífugas, con lo que se consiguen propiedades tan relevantes como el apantallamiento electromagnético y la resistencia al fuego. El refuerzo con fibras largas permite obtener materiales de alta rigidez sin comprometer la resistencia al impacto.
Como resultado final del proyecto, se diseñará un módulo de almacenamiento validado en laboratorio con ensayos eléctricos, mecánicos y térmicos de forma experimental, con el que se simularán distintos ciclos de conducción.
La investigación está financiada por la Generalitat Valenciana, a través de AVI, y cofinanciada por la Unión Europea gracias al Programa Feder Comunitat Valenciana 2021-2027, dentro de la convocatoria de Proyectos Estratégicos en Cooperación de 2022.