En un proceso de curiosa convergencia, el mercado del automóvil asiste en los últimos tiempos a dos fenómenos paralelos. Por un lado, los SUV que dominan la escena en la última década van afinándose en carrocerías de tipo cupé que resultan más elegantes y deportivas; por otro, los deportivos de toda la vida se ven sometidos a una crossoverización -valga el palabro- que tiene su mejor ejemplo en el reciente Porsche 911 Dakar.
La marca francesa Peugeot ha llegado antes que la mayoría a esa especie de tierra de nadie en la que confluyen diversas siluetas más o menos próximas al SUV con un modelo que bien podría marcar una referencia en el futuro. Hablamos del nuevo 408, un fastback que, con 4,69 metros de largo y 2,79 m de batalla, conjuga la prestancia de una berlina con el aire imponente de los todocamino, de los que toma también las protecciones plásticas, la altura libre al suelo y unas llantas esculturales de hasta 20 pulgadas.
Tras haberlo visto en parado hace unas semanas, por fin hemos podido conducir el 408 durante una presentación que ha tenido lugar en carreteras de las provincias de Barcelona y Tarragona. La toma de contacto ha tenido como protagonista la versión híbrida enchufable (PHEV) de 225 CV del modelo, que está ya disponible igualmente en otra variante enchufable de 180 CV y con motor de gasolina PureTech de 130 CV. En un plazo inferior a dos años se lanzará un 408 enteramente eléctrico, y no está contemplada ninguna motorización diésel.
Ambos PHEV disponen de una batería de 12,4 kWh que les permite recorrer en modo eléctrico hasta 63 kilómetros, según el ciclo WLTP. La recarga lleva 3 horas y 50 minutos en una toma de 3,7 kW y 1 hora y 55 minutos en caso de poder usar una de 7,4 kW.
Peugeot ha salvado con nota la prueba de lograr una buena habitabilidad trasera en un coche cuya mayor peculiaridad radica en el pronunciado declive del techo. Personas de 1,80 m e incluso de mayor estatura cuentan con altura suficiente para sentirse cómodas en sus asientos, emplazados en posición baja y ligeramente inclinada hacia atrás, y la extensa distancia entre ejes les dispensa un espacio sobresaliente para las piernas.
El maletero es también muy amplio, además de regular en sus formas y dotado -según versiones- de apertura automática y manos libres. Cubica 536 litros en la versión térmica del coche y 471 litros en las híbridas enchufables, por el espacio que roba la batería de alto voltaje, y cuenta con una bandeja que se mueve de forma solidaria con el portón.
Vistas las buenas hechuras del Peugeot 408, primero en imágenes y luego durante la presentación estática, casi no ha supuesto una sorpresa constatar su excelente puesta en acción en carretera. Si un 308 destaca ya por un alto nivel de dinamismo -como lo hace un 3008 para tratarse de un SUV-, aquí nos encontramos con un rodar suave y majestuoso en vías rápidas y con una gran agilidad en los tramos de curvas, en los que el coche cambia de dirección rápidamente y pasa con toda precisión por donde pretende el conductor.
Por supuesto, los 225 caballos de la única versión presente en el evento sobran para mover el 408 con toda solvencia, y en el uso cotidiano los 63 km de autonomía eléctrica deberían bastar para cubrir la mayoría de los desplazamientos cotidianos, siempre -claro- que uno se tome la molestia de poner a cargar el vehículo antes de cada uso.
'Gadgets' y ayudas a la conducción
En el interior del modelo francés hallamos la última evolución del Peugeot i-Cockpit, que cumple 10 años y 9 millones de unidades entregadas, acompañada de una pantalla central de 10 pulgadas y un display que agrupa una serie de teclas inteligentes o i-toggles que actúan como atajos a las funciones que el usuario utiliza con más frecuencia.
Como ayudas a la conducción más avanzadas, el coche puede contar con un control del ángulo muerto de largo alcance (75 metros) y un sistema de visión nocturna que alerta de la presencia de animales, peatones o ciclistas en la calzada antes de que aparezcan iluminados por el haz de los faros.
Hacia primavera se sumará al equipamiento disponible el pack Drive Assist 2.0, que aúna el trabajo del regulador de velocidad adaptativo con la ayuda al mantenimiento en el carril. En vías de calzadas separadas, como las autopistas, este dispositivo incluye el cambio de carril semiautomático -entre 70 y 180 km/h- y la recomendación de velocidad anticipada en función de los límites que indican las señales.
El 408 equipado con motor de gasolina de 130 CV está a la venta por 33.850 euros una vez aplicada la campaña del fabricante. No cometeremos la osadía -con la que está cayendo- de afirmar que se trata de un precio asequible, pero sí se antoja contenido para lo que hoy es habitual, inferior en todo caso al de un 3008, al que a nuestro juicio supera en porte y refinamiento, además de razonable para un modelo que puede servir perfectamente como coche único de cualquier hogar.
Para los clientes que financien la operación, la mensualidad se ha fijado en 388 euros mensuales para la versión de gasolina de 130 CV, por los 341 que cuesta un 308 y los 437 euros que hay que pagar por un 3008, ambos con el mismo propulsor y todos en acabado Allure Pack.
Peugeot presenta en este caso una gama reducida a solo tres acabados: Allure, Allure Pack y GT, a los que se sumó en su momento una First Edition, limitada a 30 unidades en España, a la que corresponderán las primeras unidades del nuevo modelo que se entreguen a principios de 2023.