Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera
Sobre este blog

Aprovechando la celebración del Mundial de Rusia lanzamos este blog para contar las historias más curiosas o desconocidas de los mundiales: política, literatura, algún test de conocimientos, economía y algo de fútbol.

Campeón y subcampeón con selecciones distintas: el éxito infernal de Luis Monti

Luis Monti, en el centro

Paco López / Óscar Abou-Kassem Rubio

0

“Estaba muerto de miedo. Si un uruguayo se caía iba corriendo a levantarle. No debió jugar aquel partido”, recuerda Pancho Varallo integrante de la expedición argentina subcampeona en 1930. La final del primer Mundial de la historia enfrentaba a dos enemigos acérrimos que dominaban el fútbol en aquellos años: Uruguay y Argentina. El temor a posibles represalias en Montevideo marcó la previa de aquella final. En la noche anterior, el centrocampista Luis Monti recibió una nota en la habitación de su hotel: si ganaban, él y su familia pagarían las consecuencias. El propio Monti no dudó un segundo y fue a hablar con los dirigentes argentinos pidiendo no jugar pero la lesión de su compañero Adolfo Zumelzú le obligaba a participar. 

Cuando Argentina se marchó al descanso ganando 2-1, se acercaron dos hombres y le recordaron el precio de la victoria. Lorena Monti, nieta del futbolista, relató a Fifa.com aquella anécdota que escuchó una y mil veces: “En el descanso le dijeron que si no perdía le iban a matar a él y a su madre”. Tras ello, Luis Monti rompió a llorar en el vestuario y cuando tocó volver al campo todo cambió, él mismo lo reconoció décadas después: “Lamentablemente perjudiqué a mis compañeros”. Uruguay remontó, en gran medida, gracias a esos dos hombres que se le acercaron a Monti al descanso. Dos espías italianos, Marco Scaglia y Luciano Benti, que tenían un encargo importante de parte de Mussolini. 

La huida a Italia y la gloria 

La afición argentina no toleró la derrota ante el máximo rival y al intento de asalto a la embajada uruguaya de Buenos Aires, le siguió una campaña de acoso a Luis Monti por su rendimiento en la final. De ídolo a enemigo de la afición albiceleste, un cambio de actitud casi orquestado que desembocó en una vía de escape en el momento oportuno. El gobierno de Mussolini le hizo llegar una propuesta de la Juventus: 5.000 dólares, casa y coche. Luis Monti, quien estaba en sus horas más bajas e incluso había perdido la forma y agilidad que le caracterizaban, aceptó sin pensarlo dos veces. 

Una vez en Italia, tras un inicio complicado debido a su mala forma física, empezó a reencontrarse con sí mismo y llegó el momento que tanto había esperado Mussolini. Monti recibía la llamada de la selección italiana para la Copa del Mundo de 1934 y con él, otros cuatro jugadores sudamericanos seleccionados para ganar aquel torneo por lo civil o lo criminal. Buena cuenta de ello puede dar la selección española, que cayó eliminada en cuartos ante una permisiva actuación del árbitro. Orsi, uno de los argentinos nacionalizados, destacó el partido de Monti: “Menos mal que ganamos. Mejor dicho, ganó Monti. Les pegó a todos, creo que hasta al seleccionador español”. Italia avanzaba en su Mundial de una manera o de otra y, en la previa de la final, el vestuario recibió la visita de Il Duce quien lanzó un discurso de ánimo a los jugadores para acabar recordando que habría “consecuencias” en caso de perder. 

En la final, Checoslovaquia se adelantó en el marcador en el minuto 71 pero el bonaerense Orsi igualó a falta de diez minutos para el término del partido. En el festejo del tanto, el propio Monti empezó a darle patadas al goleador al grito de “¡Nos has salvado la vida!”. Una sensación de alivio completada con el tanto italiano en la prórroga. Luis Monti podía respirar tranquilo, Mussolini tenía su copa y ellos pasaban de mártires a héroes de la patria. 

Una odisea que Luis Monti resumió con el paso del tiempo: “Si en Uruguay (1930) ganaba, me mataban; y si en Italia (1934) perdía, me fusilaban. Era mucho para un simple futbolista”. A los pocos años se hizo pública la historia real de la persecución y la influencia de los espías italianos en el rendimiento de Monti y el futbolista pudo regresar a Buenos Aires donde falleció en 1983. 

Mientras tanto, en Rusia 2018

Mientras tanto, en Rusia 2018Vida extra para Argentina 

Después de su terrible derrota ante Croacia por 3-0 la selección argentina logró ayer el equivalente a una victoria sin haber jugado. En el otro partido de su grupo jugaban Islandia y Nigeria. Los africanos ganaron por 2-0 dando así a los argentinos la posibilidad de clasificarse si ganan en la última jornada a los nigerianos y meten más goles que Islandia, a la que obligarían también a ganar. Máxima emoción y drama asegurado en twitter.

Sobre este blog

Aprovechando la celebración del Mundial de Rusia lanzamos este blog para contar las historias más curiosas o desconocidas de los mundiales: política, literatura, algún test de conocimientos, economía y algo de fútbol.

Etiquetas
stats