“Buenos días! El Teatro de La Abadía y Onírica Mecánica te dan la bienvenida a Ronem Ram.0, una experiencia de #TeatroConfinado que nos permite seguir disfrutando en estos momentos difíciles de dos de las cosas que más nos gustan: las artes escénicas y la vida en comunidad”, así comienza el email recibido por los espectadores el pasado jueves, día de la función. Continúa con detalles técnicos para el correcto desarrollo de la sesión en Zoom -software de videollamadas y reuniones virtuales-, ID reunión, contraseña, enlace, entre otras orientaciones relativas a la configuración del video que se completan al conectarse. Lo primero que llama la atención del recién estrenado espacio virtual en vivo es la importancia de la regiduría.
Alquibla Teatro y Onírica Mecánica, compañías teatrales de la Región de Murcia, han puesto en marcha estos días lo impensable: el teatro. “Es tiempo de anhelar la vuelta a la normalidad pero la energía para reinventarse es lo que nos diferencia estos días”, asegura Juan Pablo Soler, director del Teatro Circo Murcia, Romea y Bernal, que ha visto los dos espectáculos de teatro en ‘streaming’ y, añade, “son buenas propuestas lideradas por murcianos”.
Uno de los signos característicos de las artes en vivo es la expectación, antes, incluso, de entrar al patio de butacas real o virtual. “Tenía una gran curiosidad. Alquibla siempre me ha sorprendido y emocionado”, asegura Elena García-Estañ, alumna de su escuela de teatro, y miembro de Teatrévere Teatro -compañía surgida de antiguos alumnos-. “He tenido la inmensa fortuna de formarme en la escuela teatral de Alquibla”, afirma García-Estañ, “gracias a ellos amo el teatro”. La predisposición de Elena a dejarse llevar por el acontecimiento no está exenta de reservas, como a todos, la inquietud del momento genera incertidumbres, “¿llegará la emoción del teatro a través de la pantalla?”, se pregunta.
El Mar Menor, en directo
Son las 20:30 de un jueves. Estoy viendo el Mar Menor en directo desde el estudio de mi casa ubicada en el barrio de El Carmen, Murcia. Atardece, el sol deslumbra. Jesús Nieto, director y fundador de Onírica Mecánica, aparece en el borde superior derecho de la pantalla en una pequeña ventana superpuesta. Comienza una narración, veo y escucho cómo pasa las hojas que lee, su respiración. Puedo reconocer la poética desplegada. Pepo Devesa, entre tanto, maneja una cámara por 'Ronem Ram.0' -Mar Menor, leído al revés- Aparecen otras voces, videos a 360º, el sonido envolvente de Pedro Guirao, imágenes de un Mar Menor que ya no existe. 'Ronem Ram' es una ficción especulativa que reflexiona sobre la crisis climática a partir del actual colapso medioambiental de la laguna salada. El estreno de la pieza se ha pospuesto al 8 de julio en la Fira de Titelles de Lleida. En el ínterin, sigue su sorprendente proceso de creación y adaptación al medio.
Rafa Márquez, fotógrafo escénico, asistió al estreno virtual del trabajo en proceso. No se ha perdido ninguna de las obras de Onírica Mecánica y es la primera vez que ve teatro en ‘streaming’. “De esta pieza me atraen los ambientes fantásticos y surrealistas que crea. Rocas con líquenes luminiscentes y tubos de ensayo con elementos extraños retroiluminados. Crea misterio, es muy visual, en ocasiones me quedo hipnotizado con los colores y texturas”, sostiene Márquez.
La intimidad del hogar
24 horas después estoy de nuevo frente al ordenador. Mientras se conectan los rezagados, espero expectante el inicio de ‘Llévame contigo. Concierto para una mujer sola’ de Fulgencio M. Lax. Veo un tocador de madera, antiguo, con fotos, envases de maquillaje y otros objetos. Me pregunto si es una escenografía creada ex profeso o se trata del tocador real de Esperanza Clares. Oigo un perro ladrar -no es un efecto de sonido, sino Lope, el perro de la familia-. Aparece Esperanza, sola, pantalla completa. Solo un pequeño rectángulo de texto en el borde superior derecho, “Hablando: Esperanza Clares”, te recuerda que sigues en Zoom. Se sienta frente al tocador y vemos su cara reflejada en el espejo mientras se maquilla y canta, este simple gesto, conmueve. “Desde el mismo momento en que empieza a sonar ‘Ne me quitte pas’ al piano, sentí un escalofrío”, comenta García-Estañ, que añade, “Esperanza Clares llegó a mi corazón en la distancia física, que no emocional”.
El tándem formado por el dramaturgo murciano y Alquibla Teatro sigue dando frutos. Por los poros del personaje ideado por M. Lax, levantado por Antonio Saura y encarnado en Esperanza Clares se filtra el abandono, la soledad y el silencio de una persona rota, que bien podríamos ser cualquiera, en este momento. En la intimidad de nuestro hogar, atisbamos el suyo. Vemos la habitación de Esperanza Clares, su cama, su vestidor, sus cortinas, el color de las paredes. “Para mí fue un acierto, tenía la sensación de estar viviendo algo muy íntimo y especial, ver al personaje y a Esperanza Clares, a la vez”, señala García-Estañ.
Desde que Vitruvio, arquitecto, escritor e ingeniero romano del siglo I a.C diseñó decenas de teatros inspirado en las grandes estructuras teatrales griegas, la teoría de la puesta en escena, lo escenográfico, el edificio teatral, la disposición del público frente a lo escénico o el aforo está en permanente cuestionamiento. En este sentido, más allá de la actual emergencia, el nuevo espacio escénico virtual se enmarca en la tradición de modernización y exploración de los límites del teatro.
Alquibla Teatro y Onírica Mecánica, con propuestas muy diferentes, comenta Soler, “comparten la capacidad de transformarse y adaptarse a la situación. Lo que más me gustó es que, sin poder tenerlos cerca para sentirlos, ambos consiguieron emocionarme”. En este contexto de distanciamiento y extrañamiento, en ambas funciones, irrumpió la metateatralidad. Da la sensación que, los creadores, tenían la necesidad de constatar que nosotros -los espectadores- también estábamos ahí.
La Abadía ya ha anunciado que el teatro en el espacio virtual continuará junto a su programación habitual. Alquibla Teatro prepara nuevo montaje en este formato y, al igual que Onírica Mecánica, nuevas sesiones de su producción. “No era mi intención hace unos meses buscar un hueco en casa para ver una función de teatro pero, viendo cómo transcurre todo, estoy convencido que no será la última”, concluye Soler.