'Las Alquimias' de Silvia Viñao, en el Almudí

Habiendo llegado, en su evolución artística, a confrontarse con sensibilidades anímicas consustanciales con corrientes espirituales orientales, Viñao parece ahora volver a sus orígenes en el mundo de la creación plástica, cuando indagaba en la expresión humana asertiva y directa.

Desde universo pictórico basado en la crudeza de las formas antropomórficas, con claras referencias tanto a etnias como a actitudes psíquicas, e incluso costumbristas, en las que indagaba en tipologías humanas sintetizando fisonomías en sus lienzos, la artista pasó entonces a un enfoque holístico concentrándose en el ser.

Y ahora, Silvia Viñao se despoja de sujeciones y explosiona liberando dimensiones espaciales, tal vez producto de su propia liberación personal. Expone, pues, una colección de retratos en los que quedan patente entidades en trances evasivos, azuzados por la propia voluntad de cambio de la artista; todos ellos conformados en una síntesis íntima sin atributos intrusos.

Y también explosiona en las terceras dimensiones, rebuscando en las esencias para manipularlas hasta encontrar, posiblemente, un nuevo cuerpo, o una panacea. ¿Alquimia, tal vez?