La Casa de la Loma no pretende ser una novela. Tampoco un libro de Historia. Podríamos definirlo como una biografía novelada sobre retazos de la vida de Ana, madre del autor, una campesina del Campo de Cartagena a la que le tocó vivir en una época convulsa y agitada. Nacida en septiembre de 1923, en los mismos días en que el dictador Primo de Rivera se ofreció a Alfonso XIII para, como ‘cirujano de hierro’ (en la expresión de Joaquín Costa), erigirse en el salvador del país, Ana conoció también de cerca las carencias de la guerra y la posguerra.
En las páginas de este libro nos introduciremos en algunos momentos de su existencia y encontraremos de todo, pese a circunscribir sus experiencias al estrecho marco geográfico del Campo de Cartagena. Ana, que nunca fue a la escuela, tuvo el valor y la paciencia suficientes para sentarse ante una libreta de pastas gruesas y, durante la noche, arrancando horas a un sueño que, con el paso de los años, cede espacio gradualmente a una vigilia proclive a la evocación y al recuerdo, dedicarse a reflejar en el papel sus vivencias.
Por las páginas de este libro desfilan momentos dichosos, como la alegría compartida con sus padres, de niña; momentos menos dulces, como los efectos terribles de la guerra del 36, y momentos muy tristes, con la omnipresencia de la muerte.
Como redactor de sus Memorias, el autor se ha decidido por un estilo en el que mezcla conversaciones con su madre -que fueron muy frecuentes a partir de los datos que aporta en su manuscrito- con otros hechos complementarios que escapan a la consideración de la protagonista, y que, fruto de sus trabajos de investigación, ha creído conveniente insertarlos, a veces como capítulos específicos de Historia local.
El libro, de 214 páginas, y que ya va por la tercera edición, ha sido editado por Tirano Banderas y ha sido presentado ya en varias localidades de la Región.
*Diego Jiménez García (Cartagena, 1953) es Licenciado en Filosofía y Letras (Sección de Historia) por la Universidad de Murcia (1975). Ha ejercido como maestro hasta 1994 y, desde ese año, como profesor de Geografía e Historia en el Cuerpo de Secundaria, en el que se ha jubilado en 2013.