El actor, nacido en Asturias y criado en El Ferrol, ciudad con muchas similitudes con Cartagena, ha recogido el premio a toda su trayectoria en el Festival Internacional de Cine de Cartagena. Protagonista de series de televisión inolvidables como ‘Águila Roja’, ‘Los Serrano’ o ‘Estoy Vivo’, y de películas como ‘La isla mínima’ o ‘El autor’, ha ganado el premio Goya al mejor actor en dos ocasiones, entre otros galardones. Ha estado presente este sábado en Cartagena para presentar su última película, ‘Honeymoon’, en la gala de clausura del 52 FICC. El actor ha llegado acompañado del director y productor, y los tres han atendido a la prensa y contestado amablemente a las preguntas.
Para Honeymoon, ¿Cómo ha sido trabajar con el productor Enrique Otero y la actriz Nathalie Poza?
Hemos tenido un período importante de ensayos y suficiente tiempo para el proceso creativo. Pero te contaré algo: Enrique, Nathalie y yo nos conocemos a la perfección. Cuando llegué a Madrid en el año 90, una de las primeras personas que conocí en Madrid fue a Nathalie. Mi relación personal con ella viene desde hace mucho en el ámbito profesional. También hemos crecido en el cine, teatro y televisión, por lo que nos conocemos a la perfección. Esto hace que sea todo mucho más sencillo. Hablamos el mismo idioma a la hora de trabajar y hemos tenido espacio para dialogar, discutir ciertas escenas y construir los personajes.
¿Qué te lleva a decidir participar en esta producción?
Sobre todo, huir del melodrama, que era lo más complicado y a lo que te lleva la lectura del primer guion. Y luego, este es uno de los proyectos que te eligen a ti mas que tú a él. Luego los personajes, son casi para llevarlos a casa, tienen tanta carne, hay tanto que trabajar en ellos y, en definitiva, es una historia tan potente que no podía dejar pasar un proyecto como este y ojalá llegasen más proyectos así.
¿Por qué consideras que este tipo de historias son relevantes para la audiencia actual?
Creo que son historias que nos atañen a todos, porque de una forma u otra todos conocemos el amor, el fracaso, el desamor, las relaciones tóxicas. Venimos de ganar dos premios muy importantes en el Festival Internacional de Ourense compitiendo con Coixet y Kaurismäki, el premio a la mejor actriz y el premio del público, que es uno de los premios más importantes. No es la apisonadora de J. Bayona, ‘La sociedad de la nieve’, pero hace 15 días estuve en Francia presentándola en Marsella y en un festival y una persona de público, una mujer, porque estaba lleno de mujeres y es evidente que las mujeres van mucho más al cine, me dijo que le extrañaba que no fuera ‘Honeymoon’ la representante española a los premios Oscar de este año.
¿Y qué tal ha sido trabajar con María Vázquez?
Hay un elenco importante en la película en general está Fernando Albizu, pero también está María Vázquez. Su trabajo es espectacular, y lo que hace aquí es una suerte de personaje como el de Frances McDormand en ‘Fargo’. Y es que ‘Honeymoon’ también tiene, salvando las distancias, mucho de los hermanos Coen, de Tarantino, tiene ecos de todos esos autores.
¿Qué supone para ti un humilde premio en el Festival de Cartagena?
Bueno, de humilde nada. Yo la primera vez que vine aquí era el Festival de Cine Naval y del Mar, y era el año 2004. He tenido la suerte de estar en Cartagena un par de veces, la última homenajeando a un amigo, director y escritor como es Miguel Alcantud, y yo estoy muy feliz y orgulloso de que me entreguen este premio. Para mí no hay premio pequeño. Creo que todos los premios que reconozcan la trayectoria de tu carrera son importantes, así que no es uno más, sino que es un tipo de premio que en cada momento de tu carrera profesional es un premio diferente y que asocio a un viaje.
Has tenido una amplia carrera en cine, televisión y teatro. ¿Cómo compararías la formación y el impacto de cada medio en tu desarrollo como actor?
He hecho muchísimos personajes, pero uno no deja de aprender y de enriquecerse, y en un momento en el que parece que la televisión se funde con el cine, yo me considero un actor sobre todo educado en el teatro, pero entrenado en la televisión. Doy mucha importancia al trabajo en la televisión, donde me he formado muchísimo y a la que gran parte de lo bueno o mal actor que soy se lo debo a ese medio.
Aunque es cierto que el cine y la televisión se han fusionado en los últimos tiempos mucho más por cómo son los tiempos en el cine y en la tele, por quién produce, pero realmente no tiene mucho que ver.
¿Es más fácil ganar premios con el drama que con la comedia?
Sí, por desgracia, porque se hace muy buena comedia en España. Aunque los actores que se forman más en la comedia, luego transitan mejor por el drama. Desde José Luis López Vázquez a Jack Lemmon, han hecho grandes papeles dramáticos y ese es el espejo en el que me gusta mirarme.
La comedia es una ventana que se abre para que el espectador pueda respirar y no se haga tan asfixiante el día a día o la vida. Cuántos chistes no se cuentan un tanatorio.
Javier, a veces los periodistas confundimos tu origen gallego con madrileño, ¿uno es de donde nace o de donde pace?
Uno es de dónde pace siempre, somos ciudadanos del mundo. Ni patria, ni bandera, ni fronteras, y más en un momento en el que estamos ahora tan polarizados en nuestro país, donde por llevar una pulsera o sacar una bandera a la terraza uno cree que es más español que el que no lo hace. Me parece absurdo porque somos todos españoles.
¿Qué consejo darías a los jóvenes que aspiran a seguir tu camino en la actuación? ¿Y cuál es el consejo más importante que has aprendido?
Yo no soy ideal consejos, pero recuerdo que cuando llegué a Madrid con 18 años todo mi afán era ver el mayor teatro posible, el mayor cine posible, leer cuanto más mejor, y por desgracia creo que eso se ha mutado en un paisaje que a mí me gusta mucho menos, que es que ahora el triunfo o el estar en la pomada en esta profesión tiene que ver con la alfombra roja, con los titulares, con salir en los medios de comunicación. Yo tengo una idea muy romántica del oficio y espero que siga siendo así. A alguien que quisiera empezar en esto yo le diría que sobre todo que estudie, lea, y se tome esto muy en serio.
¿Qué puedes decirnos sobre los cambios de hábito en el consumo, el aumento de las plataformas de streaming?
La forma de consumir y de producir cine ha cambiado radicalmente después del confinamiento de la pandemia. Y se ha instalado para quedarse. Yo considero que el cine hay que verlo en una sala oscura, con una pantalla y rodeado de gente a la que no conoces. Recuerdo la primera película que vi después del confinamiento, la película era The Father, con Anthony Hopkins. Era una sala pequeña de cine de la Calle Embajadores de Madrid, quizá unos 70 u 80 espectadores y la sala abarrotada. Podía escuchar los sollozos de los espectadores y cuando termina la película y se encienden las luces podía ver las caras emocionadas del público, de gente que no conoces. Eso no lo puedes vivir en casa.
Tristemente ha fallecido Concha Velasco, ¿Qué reflexión tienes sobre la figura de Concha Velasco?
Me han llamado mucho para preguntarme por Concha porque soy un actor que bebe mucho de esa generación. Es una gran pérdida, un gran referente de la escena nacional, una actriz que si viviera en Estados Unidos estaría la altura de Barbra Streisand o Liza Minnelli, una actriz todoterreno capaz de cantar, de bailar, de interpretar, de representar cualquier papel y todo hacerlo bien, con oficio. Hay una anécdota maravillosa que deseo contar, cuando yo recibo el Goya por 'El Autor' mi madre tenía muchas ganas de conocer a Concha. Había mucha gente alrededor, pero las presento, se hacen la foto, y Concha le dice a mi madre que puede estar tranquila que me va a dar el Goya. Y, en efecto, luego me entregó el premio.
¿Qué función crees que desempeñan festivales como el de Cartagena?
En un momento en el que se están perdiendo tantas salas en nuestro país, Festivales como el de Cartagena son fundamentales para dar visibilidad a obras, a películas, que de otra forma no llegarían a todo tipo de público. Así que bienvenidos festivales como el de Cartagena.