Crónica del Festival de Jazz de San Javier

Jazz San Javier estrena dos proyectos musicales de primer nivel

Andrés Garrido

18 de julio de 2021 17:49 h

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Jazz San Javier ha celebrado su primera noche de contrastes y estrenos de esta XXIII edición, con las actuaciones de la cantante portuguesa afincada en España Alana Sinkëy Quinteto, que se mueve en diferentes terrenos musicales como la tradicional de su Guinea-Bissau, aunque sin duda su mayor crédito en España lo posee como la mejor voz de soul y rhytm & blues. Alana es voz indispensable en muchas formaciones en ese terreno y en las grabaciones que se llevan a cabo dentro y fuera de nuestro país. La segunda parte de esta segunda jornada de la actual edición ha estado dedicada a la música de Cuba, con la Cuban Swing Express que lidera el pianista cubano Iván “Melón” Lewis. Doce músicos en escena que fueron un auténtico trallazo para un auditorio que volvió a registrar otro completo del aforo permitido.

Con una alocución pre grabada aparecía en el escenario Alana Sinkëy, ataviada con un largo vestido blanco y una cinta ancha roja que recogía su cabello y acompañada por su baterista y percusionista Shayan Fathi. Ambos iniciaron “Historias di Mar”, una pieza eminentemente percusiva que dibuja un lugar que mira al mar describiendo los detalles: Casas que miran al mar; una lancha del puerto pintada con flores; las estatuas de sal que hacen los niños del lugar… Y mientras tanto, el resto de este quinteto iba apareciendo sobre el escenario. Abel Calzetta, guitarra; Milena Brody, violín y coros, y el bajista Manu Sanz. Por el listado de canciones adelantadas, Alana nos iba a ofrecer un bello concierto de música que tiene mucha base en la música popular, como demostró en piezas como “Sindin Vela”, “Zahora” con una nítida base bossa, o “Cisne” con la que centró al público del auditorio.

El percusionista Shayan Fathi soporta, junto al bajista Manu Sanz, una excelente base rítmica de todas y cada una de las canciones del repertorio de Alana Sinkëy. Fathi es músico conocido en Jazz San Javier ya que ha visitado este escenario en diversas ocasiones, como también Alana que en 2017 formaba parte de la magnífica banda Patax y con la que demostró su alta calidad interpretativa dentro del funk o soul que tanto prestigio le ha proporcionado.

En mitad del concierto, Alana Sinkëy presentó una bella canción de su admirada Cesária Évora y que dedicó, como Évora hizo al componerla, a los abuelos que han sido uno de los sectores de la población que más han sufrido durante el desarrollo del coronavirus. Y continuó desplegando el abanico de canciones a las que imprime su personalidad en este proyecto estrenado en San Javier, con “Another Rainy Day” una creación de Corinne Bailey Rae que relata la lucha interna de un chico para impresionar a su amor preguntándose por qué lo hace de esa manera. La cantante portuguesa continuaría con “Lone Itumo” en la que regresaron los aires africanos de su Guinea-Bissau natal, para continuar con “Terra” en la que nos habla de Galicia.

Y en la recta final, una balada titulada “Pecado” tras la que explicó que en esta segunda visita a Jazz San Javier presentaba un proyecto más personal a su primera actuación con Patax. En “Sunrise” describe lo positivo que es el que las personas nos unamos y trabajemos juntas. Este íntimo concierto de Alana Sinkëy finalizaba con el agradecimiento de la cantante y sus músicos a la organización y al público sin el que, matizó Alana, todo esto no tendría sentido. “This Time” pondría el punto y final a una hora y media de excelentes sensaciones musicales proporcionadas por cinco excelentes músicos capitaneados por la portuguesa-española Alana Sinkëy. Y sin abandonar el escenario y repitiendo las gracias ofreció su bis “Musa” –exhibición del batería y percusionista Shayan Fathi- con la que, ahora sí, daba por finalizada su segunda visita a Jazz San Javier.

La segunda parte de esta también segunda jornada de la XXIII edición fue muy distinta en ritmos y conceptos, aunque no tan alejados. Se trataba de los encantos embriagadores de Cuba, una isla que atesora enormes combinaciones musicales. La Perla del Caribe que nos volvió a enganchar a todos los presentes, con el magnetismo personal del pianista Iván “Melón” Lewis y su Cuban Swing Express, en otro estreno de esta cita jazzística.  

La música cubana tiene un asentamiento en España sobradamente demostrado y viceversa; la música española tiene un entronque en Cuba. Y para dejar constancia inequívoca de ello, esta Cuban Swing Express comenzó con el clásico “Guantanamera”. Tras ello, el líder de esta banda, Iván “Melón” Lewis agradeció al festival el que estuvieran tocando y al público que llenaba el aforo permitido del Parque Almansa de San Javier. “Melón” Lewis dejó testimonio fehaciente de que todos los componentes de este grupo musical están contra todo tipo de violencia y, especialmente, contra la de todo el pueblo cubano que estos días está sometido a ella por un grupo de personas, subrayó Iván Lewis, que no responden a la educación en valores que han recibido los cubanos. El aplauso unánime del auditorio se convirtió en un certificado de apoyo inequívoco a estas declaraciones. Y después de ello, los artistas volvieron a hacer lo que mejor saben hacer: Música. Así que sonó, como un rayo, el “Mambo número 5”, de Pérez Prado, con la que el público no sabía cómo sujetar sus pies ya que en esta edición y debido a las normas del coronavirus, no está permitido bailar ni quitarse la mascarilla, fumar y mucho menos bailar (moverse de su butaca para acceder al famoso foso del auditorio).

Después continuaron con “Ayer y hoy” y una versión increíble del viejo y conocido “Satisfaction”, que llevaron al éxito The Rolling Stone y que también interpretó el recordado “Rey del Soul” Otis Reding en los años 60. Una sección de vientos compuesta por dos trompetas, trombón, y dos saxos, a los que completaba una guitarra y una sección rítmica muy potente conformada por batería, timbales, congas y un contrabajo. Con ese potencial es muy difícil mantenerse quieto en tu butaca, como si fueras un impasible o insensible ante tanta munición sonora.

La banda ya tenía los motores bien engrasados y el público apenas podía sujetarse. Por si no fuera bastante lo que nos habían disparado desde el escenario comenzó a sonar una frenética versión de “Cumbanchero” que nos dejó derretidos. ¡Madre mía, qué ritmazo! En fin, que había que sosegar un poquito la cosa e Iván “Melón” anunció la presencia de la cantante Arahí Martínez con quien, indicó, lleva años queriendo colaborar y ese anhelo sucedía en esta noche. Radiante, con vestido ceñido blanco y una hermosa cabellera negra emulando esa imagen de las grandes divas cubanas, Arahí nos deleitó con una primera versión de “Quizás, quizás, quizás”. Continuó con una pieza que una gran pianista cubana escribió en su adolescencia, titulada “Mi verdad”. Y tras ello, una de las más célebres canciones del gran Ernesto Lecuona, “Siboney”, que con la banda y voz de Arahí nos trasladó al Tropicana cubano.

Iván “Melón” Lewis reiteró el agradecimiento de toda la banda por haber podido participar en esta edición de Jazz San Javier, despidiéndose hasta una próxima ocasión y deseando a todos los presentes mucha salud. Una banda conformada por Iván Melón Lewis (piano); Israel Sandoval (guitarra); Iván Ruiz (bajo); Juan Vieira (congas); Yuvisney Aguilar (timbales); Arnaldo Lescay (batería); Fernando Hurtado (trompeta); Frank Mayea (trompeta); Joulien Ferrer (trombón); Maikel Vistel (saxo tenor); César Filiú (saxo alto); y la cantante invitada Arahí Martínez. El deseo expresado por el líder de este magnífico proyecto musical fue adornado con “Camino por vereda” que es la mejor medicina para curar los sentimientos. El auditorio pedía más; demasiado había sido tener que aguantar en sus butacas sin poder bailar con esta provocación, como para no escuchar, al menos una más. Ya se sabe que a músicos como estos no se les puede tentar. Y tardaron, como se dice ahora, “cero coma” en aparecer de nuevo para ofrecernos un tema conocido pero que resultó ser absolutamente novedoso: “Come together”, de The Beatles. Bueno, ¿cómo describir la explosión que produjo en el respetable? Pues eso, que no pudieron más y el público se puso en pie e hizo un intento de abalanzarse sobre esta banda de músicos cubanos. Lo indiqué al principio: En España se quiere a Cuba y en Cuba, se nos quiere a los españoles.

En suma, una noche de estrenos en Jazz San Javier con dos conciertos bien diferentes pero muy conectados con la realidad musical que se vive en este siglo XXI. La siguiente cita es en la Plaza de España de San Javier, con otra cubana que nos conquistó hace muchos años cuando fijó su residencia en Barcelona. Hablamos de Lucretia, que nos visita por cuarta vez en Jazz San Javier. Naturalmente que se lo vamos a contar. No pierdan este hilo.