Miguel Ríos. Viejo rockero, icono de ese género musical e institución de la música española. Nació en Granada y con 16 años decidió volar a Madrid para buscar su futuro musical. Pasó mucho y trabajó más. En 1967 comenzaron a llegar sus primeros éxitos discográficos sonados, aunque el que lo lanzó definitivamente a nivel internacional fue el 'Himno a la Alegría' en 1969. Conoció los USA y regresó para ponerse al tajo de hacer realidad, aquello que había visto en los espectáculos norteamericanos. Ha estado más de 50 años yendo y viniendo entre el éxito y los fracasos de los que ha aprendido y mucho. A sus 77 años, tras despedirse en 2011 de los escenarios y Estudios, su ADN vital le devuelve a su estado natural: Los discos y los escenarios. Felicidades, Miguel. Y larga vida.
La carretera, metido en un autobús, ha sido una parte muy determinante de su trayectoria en la música. Su lucha por lograr despertar a los jóvenes de su generación al rock, en un ejercicio continuo de importar aquello que el mundo anglosajón había creado revolucionando a aquellas generaciones de las décadas de los 40, 50 y 60 del pasado siglo XX, también constituye un arduo trabajo que comenzó a ver sus primeros frutos cuando le llamaron el 'Rey del Twist'. Pero su destino aún estaba por llegar. Antes tendría que pasar por trabajar con Los Canarios y otras formaciones. Primero fueron 'El río' o 'Vuelvo a Granada'. Después, una adaptación de la música de Beethoven, el 'Himno a la Alegría', la que lo situó en el camino de la fama internacional y las ventas (nada menos que siete millones de discos vendidos en 1969). Más tarde, Miguel Ríos fue convirtiéndose, poco a poco y siempre con mucho trabajo, en el cantante que muchos de aquellos jóvenes han sido y son sus más fieles seguidores. Los 'Conciertos de Rock y Amor' grabado en el Teatro Monumental de Madrid; 'La Huerta Atómica'; 'Los viejos rockeros nunca mueren'; 'El rock es un boomerang; 'Rock & Ríos'; 'Rock en el ruedo' o 'Sólo o en compañía de otros', 'Bye bye, Ríos' o 'Symphonic Ríos' han sido algunos de sus más sonados proyectos y éxitos de los últimos 60 años en la música. Parecía que se había marchado de los escenarios, de aquellas giras largas y agotadoras en las que llenaba estadios o plazas de toros. Pero no ha sido, al final, así del todo.
No sé si no puedes pasar sin los escenarios o es que los escenarios te llaman a ti.
La verdad es que también me lo pregunto. Hice 'Bye bye Ríos' para dejar claro que me iba de los escenarios, porque hacía ya un tiempo que me había dado cuenta de que era necesario contar con nuevas canciones. Temas como 'Santa Lucía', por ejemplo, ya estaban muy repetidos y no avanzaba. Necesitaba un parón y pensar, alejarme de todo y dedicarme a escribir que ha sido, por otra parte, una de mis grandes aficiones. Me gusta mucho. Pero después surgieron compromisos con amigos y compañeros para conciertos benéficos e iba a cantar. Y fue en uno de ellos que se organizó por Radio Nacional de España para su campaña navideña 'Un juguete, una ilusión', en 2014 en el teatro Monumental de Madrid, donde por primera vez toqué en acústico y la experiencia fue muy gratificante. Aquello me tocó bastante, porque me alejaba de las grandes bandas con dos baterías, guitarras eléctricas, teclados… Fue muy diferente y durante el confinamiento comencé a aprender a tocar la guitarra por internet. Por cierto, cuando avanzas -lo haces un poco más lento que los jóvenes, pero puedes hacerlo-, te das cuenta de la cantidad de tiempo que has perdido, tío. Toda una vida cantando por los escenarios y hasta ahora, nunca me puse en esto de aprender la guitarra. Bueno, pues estuve escribiendo algunas canciones y luego, con José Nortes -que es el productor de este último disco, 'Un largo tiempo'-, retomamos aquella experiencia del Monumental. Poco a poco fuimos recopilando material; José escribía la música y yo la letra, hasta que nos dimos cuenta de que el resultado podría reflejarse en un disco acústico. Lo grabamos en su estudio, el de José Nortes, junto con otras canciones que estaban hechas antes de la pandemia. Conforme íbamos tocando nos dimos cuenta de que el conjunto tenía entidad como para hacer una gira. Y es muy gratificante comprobar cómo el público se implica; cómo la voz está más desnuda y tienes que afinar muy bien. Ya no tienes aquellas presiones de las compañías discográficas; estás más relajado y la verdad es que disfruto mucho en cada concierto.
Este tiempo que nos ha tocado vivir de pandemias, políticos que nos mienten o están a lo suyo olvidándose de los ciudadanos, las noticias falsas o mentiras constantes… ¿Te ha empujado a volver a escribir sobre todo esto? Lo pregunto porque hablas de ello en 'La estirpe de Caín', por ejemplo.
Sí. Es que estamos asistiendo a esto de lo que hablábamos: La mentira. No hay más que mirar a diario, la vergüenza que nuestros políticos nos hacen pasar desde sus escaños, sembrando la discordia. Y la gente pasamos de esta representación, impávidos; mientras, el Planeta está sobreexplotado y no reaccionamos. A este ritmo necesitamos tres planetas para aguantar y así no podemos seguir. Pero es el tiempo que nos ha tocado vivir y cuyas diferencias no puedo dejar de señalar. Siempre hay que luchar y ser inconformista, porque no debemos perder la dignidad como personas. He estado toda mi vida reescribiendo 'Estirpes de Caín'. Lo triste de todo esto es que compruebas cómo 30 o más años después vamos a peor; que la solución cada vez se aleja más. Por eso hay que continuar luchando, denunciando y no debería ser así.
¿Hay que dejar pasar a los clowns, para que nos atemperen tanta desesperanza?
Bueno, la verdad es que la frase final de la canción en inglés nos indica que más que reírnos con ellos señala que “se rían de mí”. Cuando vi la película 'Joker' quedé impresionado. El ver cómo la sociedad ha hecho un personaje como él, destrozado por una cruel y violenta manera de ser de esa sociedad, la degradación y devastación. Y en los créditos de la película sonaba 'Send in the clowns' cantada por Frank Sinatra. Pensé que había una posibilidad de adaptarla e interpretarla para el nuevo disco.
El vídeo ha quedado muy bien y Juan Echanove ha hecho una magnífica interpretación.
La verdad es que sí. Le planteé cómo abordarlo y Juan me indicó que mejor que ir disfrazándose era justo lo contrario: Desmaquillarse hasta quedar tal cual. Creo que casi nadie de los que han visto el vídeo ha descubierto quién era el actor, hasta que se quita buena parte del maquillaje. Está muy satisfecho de este trabajo y yo también.
Vuelves al blues en este trabajo.
La verdad es que sí (risas). Me gusta mucho y en esta ocasión estoy contando una historia de mi generación. Esta pandemia ha agrandado la soledad que viven muchas personas mayores, que esta pandemia ha agrandado cebándose con ellas. Y sobre ello trata “El blues de la Tercera Edad”. Pero también habla de las pensiones, de la lucha de las mujeres de mi generación. Hemos sido educados en un patriarcado; en mi casa, no se me ocurría fregar un plato, coserme un botón y cosas así más propias, nos decían, de mujeres. Y esas mujeres de mi generación se han ganado a pulso su respeto porque han luchado siempre contracorriente. Bueno, eso es el blues; contar tristezas, a veces alegrías momentáneas que te evaden por un momento de la realidad triste.
Esta noche regresas a Murcia, para ofrecernos tu alma desnuda en la programación de 'Las noches del Malecón. Escenario Río'. ¿Qué se van a encontrar tus seguidores, los que asistan a este concierto?
Ante todo honestidad. Si me hubiera cuidado tanto como lo hago en estos momentos a diferencia de cómo lo he hecho hasta aquí, me planteo que hubiera podido ser un artista internacional. Pero la manera en que me he cuidado hasta que llegué a este tiempo y cómo he ido haciendo las cosas, también me ha traído hasta aquí. La marca Miguel Ríos es larga y pesada y te obliga a hacer siempre un trabajo honesto. Esta noche volveré a disfrutar del concierto como todos los que hemos celebrado hasta ahora. Que asistan libres de mochilas y con la mente muy abierta, para disfrutar al máximo. Es obvio y lógico, que pidan “Bienvenidos” o “Santa Lucia”, que citábamos antes, y lo cantaré con sumo placer faltaría más. Pero por encima de todo ello, este será un concierto en la intimidad y ahí disfrutaremos todos. El premio más grande es que el público disfrute y conecte, tanto como lo hacemos nosotros. Es nuestro mejor aliciente, para continuar en la carretera y componiendo canciones. Y lo que me has preguntado en varios momentos de la entrevista: He regresado porque ahora, sí tengo nuevas canciones y tenéis que conocerlas. Pero, ya sabes, en este formato íntimo y acústico.