'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.
Capacidades distintas
Esteban es un hombre de clase media, médico, heterosexual. Se define como católico, y sus rasgos fenotípicos corresponden a los de un hombre blanco occidental. Su estatura y su complexión brindan la apariencia de una persona casi invulnerable. Ama los cómics, posee una cultura general amplísima y es excelente contador de historias. En medio de las charlas se levanta, se desconecta. Habita una urbe latinoamericana cuyas tasas de violencia urbana han crecido de manera estrepitosa la última década. Camina de un lugar a otro charlando solo. Tiene Asperger diagnosticado y su cerebro responde de manera distinta.
El sujeto imaginado cuando se construye el concepto de masculinidad hegemónica es el hombre blanco, de clase media alta o heterosexual. Dichas condiciones configuran armas de poder social, alrededor de las cuales flota también un conjunto de privilegios. No obstante, lo hegemónico va de la mano con cómo se ejerce esa masculinidad. Implica desprecio a todo lo que se muestre emocional, vulnerable, débil. Todo aquello que se muestre mínimamente franqueable es ya objeto de desprecio y rechazo.
Todo este desprecio condensado en las prácticas agresivas, actitudes que son ldenostadas en aras de construir una nueva ética, o nuevas masculinidades. Existen algunes autores que han apostado por hablar de masculinidades disidentes para referirse a todas esas otras formas de habitar lo social como “hombres” de una manera contrahegemónica, sobretodo desde la diversidad sexual.
Mabel Burin, en su artículo Género, una herramienta teórica para el estudio de la subjetividad masculina (2000) apunta que sería la crisis de masculinidad que se vivió en los setenta, lo que condujo estudiar las masculinidades desde una perspectiva crítica de género; esto es, desentrañando las relaciones de poder en el sistema. La perspectiva de género obligó también a desdibujar un único modelo de masculinidad, ya que desde la impronta interseccional que exige, las categorías de etnia y clase, ofrecieron un espectro más complejo y completo.
No obstante, en el recorrido realizado por varios textos, echo en falta una reflexión sobre esas masculinidades disidentes, un enfoque desde las diferencias derivadas de las capacidades distintas, ya sea diversidad física o capacidad cognitiva. Es como si existiera resistencia en reconocer o construir nuevas masculinidades a partir de condiciones que denotan ya vulnerabilidad para habitar lo social. Da la impresión de que aún abordando formas disidentes de masculinidad sea difícil imaginar a los hombres, de cualquier categoría, sin partir de la imagen de un cuerpo joven y sano, como si existiera aún una abominación de masculinidad y vulnerabilidad.
Todo lo que no aceptamos socialmente condenamos a los márgenes, a la inexistencia y consecuentemente a la exclusión y discriminación. En esta jugada inconsciente (¿?) en que ni siquiera las masculinidades disidentes se atreven a pensarse desde la existencia de mentes y cuerpos distintos, también llega la comodidad de no nombrar ni forjar nuevas formas de interacción ni de protección a lo vulnerable.
Esteban, el hombre de este relato, nota cómo a pesar de que las circunstancias sociales en las que nació y creció, evidentemente lo ponen en una condición de privilegio, pero el Asperger lo sacude vitalmente, y lo ha orillado socialmente. Con franqueza y valentía confiesa su temor y tristeza por la soledad vivida, y aunque se piensa a sí mismo desde una masculinidad alternativa, sabe que aún esa apuesta ética no ha hecho esfuerzos por reflexionar acerca de las capacidades distintas.
Esteban es un hombre de clase media, médico, heterosexual. Se define como católico, y sus rasgos fenotípicos corresponden a los de un hombre blanco occidental. Su estatura y su complexión brindan la apariencia de una persona casi invulnerable. Ama los cómics, posee una cultura general amplísima y es excelente contador de historias. En medio de las charlas se levanta, se desconecta. Habita una urbe latinoamericana cuyas tasas de violencia urbana han crecido de manera estrepitosa la última década. Camina de un lugar a otro charlando solo. Tiene Asperger diagnosticado y su cerebro responde de manera distinta.