'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.
Diversidad y estereotipos en el cine y la televisión española
Acaba de publicarse el informe “Análisis sobre la representación de la diversidad en la ficción española del 2020 en cine y televisión” del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA). Por primera vez, y con la participación del CERMI (el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), se ha analizado a los y las personajes con discapacidad, lo que supone un gran avance para el colectivo.
Para ello se han detectado y analizado un total de 25 personajes con discapacidad en las producciones del año 2020. De estos, 18 aparecen en un total de doce series y siete en un total de seis películas. Como el propio informe concluye esta es una representación bastante baja, ya que suponen un 2,4% y un 2,1% de todos los personajes analizados respectivamente, mientras que hay 3,9 millones de personas con discapacidad en España, lo que equivale casi a un 10% de la población total.
Pese a que, según el INE, el 59,8% de las personas con discapacidad son mujeres, en la ficción nos encontramos una representatividad mayor en los hombres (13 hombres con un 54%) que en las mujeres (11 mujeres con un 46%). Todos estos personajes son blancos excepto Maya, una mujer latina de la serie Hit.
¿Diversidad o estereotipos? Esa sería la gran cuestión.
Los personajes con discapacidad en estas ficciones están vinculados al campo de la salud y tramas hospitalarias y es común que, como dice el informe, pese a que “la trama principal está centrada en un personaje con discapacidad, las vivencias que se narran con más profundidad son las historias de alrededor, de las familias o de les amigues”. Es algo que ocurre visiblemente en la película Mi Hermano Persigue Dinosaurios.
El informe señala especialmente dos clichés en cuanto a discapacidad cognitiva que cogen fuerza: el del vínculo con la violencia y el humor.
El de la violencia asociada a la enfermedad mental lo señalan en Madres, Amor y Vida y el del humor mal llevado (nada que ver con el éxito de Campeones Fesser). El caso analizado es el de la cómica excéntrica sin maldad que interpreta Candela Peña en Salir del Ropero que, aunque podría ser “relevante por su retrato de la vida lésbica en la tercera edad, cae en algunos estereotipos nocivos en el terreno de la discapacidad con el personaje de Perla, interpretado por Candela Peña, quien es constantemente puesta en ridículo.”
Ninguno de los 25 personajes están representados por actores o actrices con discapacidad o baremo de movilidad reducida, otra gran diferencia con la exitosa Campeones del 2018, perdiendo las productoras españolas la oportunidad de dar trabajo a quienes viven esta realidad y podrían representar mejor estos papeles.
Y de el humor “sin maldad” podemos pasar al estereotipo de malvados/as que sigue reproduciendo el cliché de que las malformaciones físicas están conectadas con la “deformidad en el alma”, perpetuando las concepciones negativas de las personas con discapacidad. El informe nos habla del ejemplo de Ángel, el protagonista de la película interpretado por Mario Casas, El Practicante cuya trama principal se basa en que, este personaje, usuario de silla de ruedas debido a un accidente básicamente se vuelve un psicópata resentido, maltratador y poco empático que quiere vengarse de su expareja anestesiando sus piernas para que no pueda caminar. No entraré a valorar esto desde una óptica feminista con el controvertido final que podéis leer en el link.
Además, estos grotescos personajes poseen una maldad cafre a lo Torrente, como en un personaje de Caminantes (hijo 2), quien ni siquiera tiene nombre, que en un momento dado viola a otro hombre como forma de escarmiento para ridiculizarlo algo que puede llevar al público a observar las relaciones homosexuales (consentidas o no) como humillantes reproduciendo otros estereotipos asociados a las sexualidades.
Y frente al cliché de la maldad tenemos el caso de “detectores de maldad”. En este caso hablamos de Lola, de la película Malasaña 32 que, cual Stark en Juego de Tronos, posee habilidades sobrenaturales. El personaje en cuestión es una mujer en silla de ruedas, que tiene la capacidad de detectar presencias malignas.
Realmente este informe nos demuestra lo lejos que estamos de que nuestra industria cultural sea realmente diversa, quedando reducidos los personajes a cuotas y a sus propias condiciones estigmatizadas. Ojala se empiece a apostar por personajes, actores y actrices, con distintos tipos de cuerpos que reflejen la pluralidad existente.
Acaba de publicarse el informe “Análisis sobre la representación de la diversidad en la ficción española del 2020 en cine y televisión” del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA). Por primera vez, y con la participación del CERMI (el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), se ha analizado a los y las personajes con discapacidad, lo que supone un gran avance para el colectivo.
Para ello se han detectado y analizado un total de 25 personajes con discapacidad en las producciones del año 2020. De estos, 18 aparecen en un total de doce series y siete en un total de seis películas. Como el propio informe concluye esta es una representación bastante baja, ya que suponen un 2,4% y un 2,1% de todos los personajes analizados respectivamente, mientras que hay 3,9 millones de personas con discapacidad en España, lo que equivale casi a un 10% de la población total.