'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.
El feminismo como moda: confundiendo marketing y realidad
Últimamente se habla mucho del feminismo como moda, como si este fuera una camiseta que pronto acabará en el fondo del armario. El feminismo no puede ser una moda porque ser feminista no es ponerte un eslogan o consumir una serie de consignas. No digo que eso no pueda ser un inicio. Digo que el feminismo es conductual, no estético.
La cultura meme en la que vivimos inmersos hace que todo sea confuso e inmediato y que las palabras lleguen antes que las reflexiones o los hechos. La etiqueta `feminista´ ha ganado valor en la bolsa social y esto todavía no sabemos si va a ser contraproducente para el movimiento. De momento solo sabemos que Inditex está sacando beneficio poniendo en su ropa consignas que antes solo utlizaban grupos punk femeninos. Este es el eterno problema del etiquetaje, el lenguaje y su interpretación.
Según la RAE, feminismo es:
Del féminisme, y este del femÄna 'mujer' e -isme '-ismo'.
1. m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los ordenes del feminismo
Como vemos la definición de feminismo está bien clara -incluso en un diccionario tan poco sospechoso de progre como la RAE- y, sin embargo, cuanto más se habla de él, menos se entiende a efectos públicos y más se malinterpreta. ¿Quién no ha escuchado a día de hoy el insulto `feminazi´? ¿Realmente habremos matado a 14 millones de personas con nuestros pensamientos y no nos habremos enterado?
También ha adquirido una connotación negativa pública el término “feminista radical”, un insulto que a algunxs nos puede parecer un halago. Lo que está claro es que hay una guerra abierta para apropiarse del significado de la palabra y eso quiere decir que hay potencial de cambio.
Me gustaría hacer algunas aclaraciones sobre lo que no son características esenciales del feminismo: la primera es que el feminismo no es una doctrina sobre cómo tienes que lucir estéticamente. La segunda es que el feminismo no tiene religión, ni etnia, ni clase; aunque los discursos mayoritarios vengan de personas hegemónicas que se apropian del discurso en campañas políticas. La tercera es que el feminismo no cree que exista una bondad intrínseca en las mujeres (aunque algunos feminismos lo hayan reivindicado en su visión mística-creadora). Y la cuarta que, obviamente, el feminismo no es el machismo al revés, como ya indica la definición. Si alguien lo sigue interpretando así debería reflexionar sobre por qué le cuesta tanto compartir sus privilegios.
Como decía Virgine Despentes al final de Teoria King Kong: “El feminismo es una revolución, no un reordenamiento de consignas de marketing, ni una ola de promoción de la felación o del intercambio de parejas, ni tampoco una cuestión de aumentar el salario. El feminismo es una aventura colectiva para las mujeres, pero también para los hombres y para todos los demás”.
En ese feminismo inclusivo y extensivo es en el que yo creo. Más que nada porque hay gente que está tan dentro del sistema que no se da cuenta de la violencia simbólica que ejerce.
Además, las creencias no son solo compartidas por el grupo dominador, sino también por el dominado que no reacciona bajo las leyes de lo que considera `lo natural´. Y no hay nada más perverso que hacer parecer la desigualdad como el orden natural de las cosas. Así, la violencia es consensuada e indirecta y te conviertes en cómplice de tu dominación. Y como podéis leer, esto no es una cuestión de hombres y/o mujeres, esto nos ocurre a todas las personas en diferentes situaciones.
Llamémoslo simplemente una cuestión de empatía.
Últimamente se habla mucho del feminismo como moda, como si este fuera una camiseta que pronto acabará en el fondo del armario. El feminismo no puede ser una moda porque ser feminista no es ponerte un eslogan o consumir una serie de consignas. No digo que eso no pueda ser un inicio. Digo que el feminismo es conductual, no estético.