El expresidente del Consejo de Transparencia, José Molina, como miembro de Economistas Frente a la Crisis ha firmado la Declaración de este organismo 'Recuperar la demanda, favorecer a los más vulnerables' que defiende la subida del Sueldo Mínimo Interprofesional (SMI) para el 2021.
En el documento señalan que los motivos para que en España el incremento de SMI sea efectivo “son realistas y nada ideológicos: la crisis sanitaria y la crisis económica están aumentando a niveles intolerables las desigualdades en nuestro país. Los datos al respecto son incuestionables. Y son precisamente los ciudadanos más vulnerables los que están sufriendo una situación que no puede ser calificada más que de trágica”.
“Las razones para abordar una cierta subida del SMI no son solo sociales; las macroeconómicas son también importantes. Su desarrollo más preciso se ha explicado, con datos extensos y argumentos robustos, por parte de Economistas Frente a la Crisis (EFC) en diferentes trabajos”, apuntan.
“Los costes de unas empresas son, en realidad, ingresos de otras. El aumento de la velocidad de circulación del dinero, en situaciones de depresión, estimula la economía. Lo hemos comprobado en otros momentos bastante próximos. Es preciso recordarlo: la subida del SMI no entraña pérdidas para el sistema económico. Al contrario, permanecerá íntegramente operando dentro del mismo sin pérdida ninguna y estimulará el crecimiento agregado y la actividad del conjunto de la economía y, obviamente, de las propias empresas”, apuntan.
En la declaración se recoge que “el crecimiento económico no puede descansar, en manera alguna, sobre la depreciación salarial o sobre su congelación, que solo causa el efecto contrario. No nos hace más competitivos; nos hace más precarios. Lo vimos en la Gran Recesión; se ha observado y analizado en otras crisis precedentes. No tener en cuenta la capacidad de consumo de la población, limitándola, se acaba pagando: fiscalmente, económicamente, socialmente y, también, políticamente. En paralelo, se alimenta la peligrosa desigualdad social”.
También señalan que “la pandemia está teniendo un impacto económico más intenso en las mujeres, que se enfrentan a un mayor nivel de precariedad y pobreza laboral, lo cual las hace más vulnerables ante una situación de contracción de la actividad económica. Esta realidad es especialmente acusada en aquellos colectivos más precarizados: mujeres jóvenes, las que tienen una menor cualificación y las mujeres migrantes”.
“Por todo ello, pedimos al Gobierno que considere la elevación del SMI como una acción de justicia, que ayude a los más débiles a transitar por una etapa muy dura, en la que la solidaridad deberá dar la mano a la macroeconomía para preservar la cohesión social. Por razones sociales y por razones económicas -unas y otras se superponen y se refuerzan- es ahora y no en otro momento cuando es más oportuna y necesaria una subida del SMI”, concluye.