'Leer el presente' es un espacio que dedicamos a libros desde eldiario.es/murcia. Del mundo a la página y viceversa. Coordina José Daniel Espejo.
Crónica de la Murcia republicana: sobre 'Guerra Civil en Murcia' de Carmen González Martínez
El Gobierno de la Segunda República a través del Ministerio de Instrucción Pública distribuyó un cartel que decía 'Leed Historia, combatiendo la ignorancia derrotaréis al fascismo'. Sobre la Historia contemporánea de España pesa la férrea sombra de la dictadura. No me malinterpretéis, desde hace décadas las historiadoras e historiadores que trabajan la España Contemporánea han hecho una gran labor de renovación metodológica e historiográfica. Han abordado desde los inicios de la transición a la democracia temas espinosos como fue la propia dictadura y su institucionalización, la Segunda República y la Guerra Civil de forma precisa. Haciendo una labor de trabajo de fuentes múltiples, tanto documentales como fuentes orales.
Pero vivimos tiempos convulsos, donde el revisionismo y los discursos políticos excluyentes y nostálgicos de la dictadura llevan tiempo minando el trabajo científico en pro de ganar un relato sobre el pasado, que construyen en el maniqueísmo, la equidistancia sobre el conflicto civil y la dictadura posterior, con el objetivo de ganar a la opinión pública y moldear el pensamiento colectivo.
Es por ello vital la obra, que ahora se reedita, de Carmen González Martínez, quien realizó una de las primeras aproximaciones a cómo se desarrolló la Guerra Civil en la Región de Murcia. Esta investigación que fue publicada inicialmente en 1999, ahora ha sido reeditada por Edit.um.
En ella Carmen González hace un análisis meticuloso de cómo se organizó el poder en Murcia desde el golpe de Estado. La Murcia republicana se organizó a través de sus fuerzas políticas y sindicales afines al gobierno legítimo republicano, donde las mismas tuvieron un papel fundamental en la reconstrucción del poder tras el vacío resultante tras el golpe. Originales fueron las experiencias de control y colectivización de la industria y el comercio, así como la creación de cooperativas, siendo fundamentales las experiencias desarrolladas en Yecla, Jumilla o Lorquí.
La condición de zona de retaguardia durante la guerra marcó a la sociedad murciana que contó con organizaciones como la Consejería Provincial de Abastos que procuró el abastecimiento y la organización de la actividad comercial. Pero, además, Murcia en plena guerra se convirtió en una zona de recepción de refugiados que venían de provincias limítrofes que estaban viviendo los estragos del avance cruento de las tropas africanistas, ejemplo claro fueron los refugiados que provenían de Málaga y Almería, que habían sobrevivido a la 'desbandá', el ataque a civiles por parte del bando sublevado el 8 de febrero de 1937, tras la entrada en Málaga. Miles de refugiados que huían hacia Almería fueron atacados, causando la muerte a entre 3.000 y 4.000 civiles. El esfuerzo que hicieron las autoridades murcianas fue muy importante en una situación que fue constante, ya que en enero de 1938 la llegada de refugiados de Teruel intensificó esta crisis humanitaria. Ante esto distintas organizaciones humanitarias como Solidaridad Internacional Antifascista (SIA), Socorro Rojo Internacional (SRI) y la organización de Mujeres Antifascistas (AMA) intervinieron como ayuda, tanto a los refugiados como a la entrega de víveres y ropas para el frente o el apoyo a los hospitales de retaguardia, como el de las Brigadas Internacionales, ubicado en el actual campus de la Merced.
La exhaustiva obra de Carmen González aborda las formas de violencia y represión en el contexto de guerra. Desde la violencia incontrolada inicial hasta el momento en el que se crea todo el aparato judicial de la República en guerra con los Tribunales Populares. Siempre teniendo como base el uso sistemático de fuentes documentales, como la Causa General, que da cuenta de la capacidad de análisis con el trato de los datos en contraste con otras fuentes y el respaldo en obras de investigación reconocidas.
La posibilidad que brinda esta obra es conocer como la sociedad murciana supo organizarse, ser solidaria en pleno conflicto civil, manteniendo valores de antifascismo, solidaridad y ayuda mutua. Los esfuerzos realizados durante estos años tuvo la contestación implacable del sistema de represión de la dictadura que condenó a miles de ellos a la cárcel, el exilio, la muerte, la depuración laboral o la incautación de todos sus bienes.
Pero, sin lugar a dudas, la enseñanza más valiosa de la obra de Carmen González es la valentía de acercarse a la Guerra civil en Murcia sin prejuicios ni discursos aprehendidos. La Historia es necesaria porque nos abre los ojos y nos permite ver y pensar por nosotros mismos. Esa es la Historia que construye. Es la Historia que recoge esta obra.
El Gobierno de la Segunda República a través del Ministerio de Instrucción Pública distribuyó un cartel que decía 'Leed Historia, combatiendo la ignorancia derrotaréis al fascismo'. Sobre la Historia contemporánea de España pesa la férrea sombra de la dictadura. No me malinterpretéis, desde hace décadas las historiadoras e historiadores que trabajan la España Contemporánea han hecho una gran labor de renovación metodológica e historiográfica. Han abordado desde los inicios de la transición a la democracia temas espinosos como fue la propia dictadura y su institucionalización, la Segunda República y la Guerra Civil de forma precisa. Haciendo una labor de trabajo de fuentes múltiples, tanto documentales como fuentes orales.
Pero vivimos tiempos convulsos, donde el revisionismo y los discursos políticos excluyentes y nostálgicos de la dictadura llevan tiempo minando el trabajo científico en pro de ganar un relato sobre el pasado, que construyen en el maniqueísmo, la equidistancia sobre el conflicto civil y la dictadura posterior, con el objetivo de ganar a la opinión pública y moldear el pensamiento colectivo.