El 97 por ciento de la superficie forestal pública de la comunidad autónoma cuenta con un plan técnico de gestión forestal sostenible, lo que de acuerdo con Gobierno regional coloca a la Región de Murcia a la cabeza de España en cuanto a porcentaje de superficie forestal pública ordenada.
Además, gracias a las ayudas a montes privados, cofinanciadas por la Comunidad Autónoma y fondos FEADER, se ha redactado un “número notable” de planes técnicos de gestión forestal sostenible en montes privados. De forma que, en los últimos años, se ha hecho “un importante esfuerzo para garantizar la gestión forestal sostenible de los montes de la Región”, según manifestó hoy el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, en el acto de entrega de diplomas de adhesión a gestores de montes y empresas forestales de la Región.
La certificación como garantía de que los productos derivados de los bosques responden a un modelo de gestión forestal responsable es el objetivo del Programa para el Reconocimiento de la Certificación Forestal sobre el que viene trabajando la Comunidad Autónoma a través de la Consejería.
Luengo ha asegurado que la certificación forestal se ha convertido en los últimos años “en la mejor garante de la trazabilidad de los productos derivados de los bosques desde su punto de origen, pasando por transformaciones, fabricaciones y distribuciones, hasta el usuario final”. Subrayó que “no es una cuestión menor en nuestros días, cuando las exigencias en materia de sostenibilidad se convierten en una verdadera necesidad que ha de ser afrontada con plena convicción y verdadero sentido del compromiso y la responsabilidad”.
De acuerdo con la consejería, la certificación forestal cuenta con unos claros beneficios, tanto ambientales como sociales, como son la prevención de talas ilegales y el control de trazabilidad de los productos forestales; el fomento de la gestión forestal sostenible en los montes que son objeto de aprovechamiento; la contribución a una economía baja en carbono; el acceso a nuevos mercados y un mejor posicionamiento en licitaciones públicas; o el fomento del desarrollo rural y la reducción de la despoblación en zonas rurales.
Asimismo, la certificación de una gestión forestal sostenible se traduce en una concatenación de certificaciones: montes certificados, de los que empresas certificadas extraen productos que obtendrán, a su vez, su certificación.
Certificaciones
En los últimos años, se han certificado 23 montes, de los cuales 16 son públicos y siete privados, de modo que todos los productos obtenidos de los mismos son potencialmente certificables. Para llegar a ese punto, las empresas involucradas en el desarrollo de trabajos de aprovechamiento y comercialización de biomasa también deben estar certificadas. Por ello, el Grupo Operativo Biomasmur estableció entre sus objetivos la certificación en cadena de custodia de 11 empresas forestales de la Región de Murcia.
Además, el pasado año se creó el Grupo Operativo Biofomento, que aglutina a ocho de las empresas forestales certificadas y que ha trabajado en la creación de un centro logístico en el que se comenzará a producir biomasa certificada bajo el sello del Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal. “Así, las empresas certificadas pueden acceder a nuevos mercados en condiciones de revalorización económica del producto y también se garantiza la sostenibilidad de los mismos, ya que se asegura que proceden de montes certificados, cerrando de este modo un círculo virtuoso”, concluyó Luengo.