El sector del campo se está echando a la calle y está pidiendo a la sociedad y a las administraciones públicas que se impulsen medidas de apoyo al mismo. A esa llamada, afirma el portavoz municipal de IU-V en Lorca, Pedro Sosa, “debemos acudir desde el Ayuntamiento de nuestra localidad, dado el peso del sector primario en nuestro municipio, y lo debemos hacer propiciando un debate social sobre una multitud de aspectos vinculados con el campo”.
Entre ellos, destaca Sosa, garantizar unos precios justos y costes de producción, subvenciones y criterios de reparto, barreras comerciales, concentración de cadenas de distribución y abusos, agua, reto climático, protección del medio natural, de espacios y de especies, despoblamiento rural, especulación, ganadería, infraestructuras, regadíos ilegales o protección del secano.
Son muchos los frentes a atender, considera, y lo mejor es hacerlo “desde el rigor, la justicia, el interés general y el sentido común”.
Por lo pronto, Pedro Sosa adelanta que serán dos las cuestiones fundamentales que llevará para su aprobación en el pleno del Ayuntamiento: la primera, relacionada con el reparto de subvenciones de la Política Agraria Comunitaria (PAC) para separar “el grano de la paja” y distinguir entre los trabajadores del campo, los verdaderos agricultores y esos que se han venido a denominar 'labradores de sofá' o 'labradores de salón', que no son otra cosa que “propietarios de tierras que no están puestas en producción y que solo ponen la mano para llevarse millonarios montantes de ayudas europeas”.
Sosa recuerda que según un informe de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos hay casi tres 'agricultores de sofá' por cada agricultor real, y señala a los grandes 'caza-subvenciones' agrarias de España que tiene nombres, apellidos y razones sociales muy conocidas por todos: “Casa de Alba, Osborne, Domecq, Marquesado de Larios, Nestlé, Nutrexpa, Gullón, Fuertes, García Carrión, etc.”
Por eso, IU propone exigir del Gobierno de la Nación que se luche por la consecución en las instituciones europeas de una nueva PAC donde se tenga en cuenta al agricultor profesional, “con apoyo a los que viven y trabajan en la actividad agraria, apostando por un modelo de agricultura familiar, y donde se revierta la realidad actual en la que miles de pequeños agricultores reciben entre 500 y 1.000 euros anuales mientras que grandes productores, terratenientes o ganaderos, se reparten ayudas multimillonarias”.
El otro asunto tiene que ver con la aprobación e implementación de una Ley de Precios Mínimos en origen que garantice unas rentas justas a los agricultores “para que jamás tengan que vender por debajo de los precios de producción”. En este sentido, Sosa afirma que frente a quienes pretenden responsabilizar ahora a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de la crisis de precios del campo, “nosotros vamos a llevar al debate la incidencia de las multinacionales, de los oligopolios, de las grandes cadenas distribución, de los aranceles estadounidenses del ultraderechista Trump o del Brexit y el recorte de las ayudas de la PAC que va a implicar este empeño de la derecha británica”.