La Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), presidida por el 'kiko' José Luis Mendoza, se ha pasado al bando de Vox. En 2018, se hablaba de los 'tratos de favor' entre el Gobierno de Murcia -del PP- y la UCAM: una larga lista de cargos institucionales con raíces en la católica. Dos años después, con la sombra de la justicia acechando al presidente de la universidad por supuestas edificaciones ilegales en uno de sus campus, Vox se ha revelado como un partido cercano a Mendoza, en detrimento de los populares.
La retórica ultraconservadora del presidente de la UCAM y del partido de extrema derecha hace de su cercanía una alianza natural: Mendoza defendió abiertamente la implantación del veto parental -“esos tiempos de Lenin, de Hitler, pasaron a la historia”-, y el concepto de la 'ideología de género' -“que está ocasionando un grave daño moral e irreparable a nuestros hijos”-. Ambos preceptos impulsados y difundidos por Vox.
El distanciamiento de la católica con el PP no ha sido accidental. El presidente de la UCAM se ha enfrentado abiertamente a un Partido Popular al que le echó las cruces por obstaculizar la regularización de sus obras. La investigación judicial abierta ha hecho mella en la relación. Sin ir más lejos, el pasado 13 de junio, Mendoza criticó en un acto el “grave daño a la comunidad universitaria por la paralización de las obras de ampliación impidiendo su desarrollo natural y provocando pérdidas millonarias”, e instó al Gobierno Regional a que respete sus derechos y desbloquee la paralización de las obras.
Paralelamente, Vox se ha enfrentado en Murcia a dos purgas que le han enseñado a no salirse del camino marcado por la dirección nacional, además de propiciar el afianzamiento de lazos con la UCAM. Buena parte de la plantilla de la gestora provincial trabaja en la universidad de Mendoza, comenzando por su presidente José Ángel Antelo: exjugador profesional en el equipo UCAM Baloncesto Murcia, y ahora empleado en el departamento de marketing de la institución educativa. Junto con Antelo, otros seis empleados de la católica ocupan puestos dentro de la órgano regional de Vox. Este medio no ha podido comprobar el número total de integrantes total en la gestora provincial de la formación, pero fuentes consultadas señalan que la anterior dirección, fulminada por Abascal, eran un total de seis miembros.
“En los distintos actos a los que acude el presidente de Vox Murcia suele repetirse un mismo patrón: ir acompañado por alguien del entorno de Mendoza”, señalan a este medio fuentes cercanas al partido. Es el caso, por ejemplo, del senador de la formación de extrema derecha por Murcia y profesor en la católica Jose Manuel Marín. También se pueden encontrar figuras como la del yerno del propio Mendoza, Rubén Martínez Alpañez, que se graduó en derecho y realizó un máster en la institución educativa, y es gestor de equipos en la vicesecretaría de organización de Vox, o al alcalde de la pedanía murciana de Guadalupe, José Javier Arias, designado por Antelo y trabajador en la católica, aunque no forma parte de la dirección provincial.
Antelo, también concejal y portavoz del partido en el Ayuntamiento de Murcia, se ha descubierto como uno de los hombres fuertes del partido en el territorio, junto al diputado nacional por Murcia de Vox, Luis Gestoso. “Aquí han pasado cosas muy feas”, indican fuentes consultadas. Las mismas fuentes señalan a otras comunidades como Galicia, Cataluña o Andalucía como ejemplos de que “el partido está colapsando, con prácticas antidemocráticas”. Las circunstancias cambian pero desde la dirección nacional “siempre siguen el mismo patrón, los doce o trece que mandan en el partido no quieren que Vox sea fuerte a nivel autonómico, no quieren baronías”.
“Mendoza se ha quedado con Vox en Murcia”
Otra persona que compatibiliza cargos en Vox y la UCAM es el mediático Alfonso Galdón, expresidente del ultracatólico Foro de la Familia -dimitió del cargo tras mostrar su apoyo expreso al partido- y uno de los responsables de rescatar el concepto del mal llamado 'pin parental' junto a Vox. Es delegado en Murcia del Foro Español de Política Familiar y Social de la UCAM. En 2018 protagonizó las denuncias ante la Consejería de Educación de las charlas del Colectivo No Te Prives en institutos murcianos.
También a través del Foro Español de Política Familiar y Social está relacionada con la UCAM Adela Monteagudo Sánchez, coordinadora de la zona de Mar Menor y presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de San Javier, que se coaligó con otras asociaciones para formar en Murcia una plataforma pro veto parental.
María Méndez Rocasolano, profesora del Grado de Derecho en la UCAM, es colaboradora de la Vicesecretaría Jurídica en Vox, y se la conoce también por haber hecho campaña entre los jóvenes del partido a favor del veto parental. Entre las filas de la formación de extrema derecha como responable provincial de redes sociales, nos encontramos a Daniel Giménez Sabiote, que a su vez es ingeniero de software en el departamenteo de informática de la UCAM.
“Mendoza se ha quedado con el partido, es propiedad suya” señalan fuentes cercanas al partido. “Esto no parece en absoluto preocupar al líder regional [Antelo]”, al que señalan “encantado” del viraje del proyecto. Las mismas fuentes aseguran que hay personas que se han acercado a Vox “al calor del éxito”, algunos de ellos tras no encontrar su sitio en otros proyectos como Gestoso, que previamente pasó por el Partido Popular, Ciudadanos y la formación regional Somos Región, dirigida por el expopular Alberto Garre.
La católica niega las acusaciones
La UCAM ha remitido un comunicado a este medio señalando que las contrataciones que se realizan en esta Universidad “no atienden sino a criterios puramente académicos y buscando siempre las más altas cotas de excelencia a fin de obtener los resultados que nos distinguen”. La católica expresa que, por ejemplo “se pueden constatar con las notas de los exámenes MIR de las dos primeras promociones de Medicina”.
En consecuencia, la institución educativa señala que “jamás se ha preguntado a las personas que contratamos ni su eventual afiliación política ni, mucho menos, su tendencia. Ignoramos, por tanto, cuántos trabajadores de la UCAM (o personas que, como se afirma, pudieran tener una 'relación estrecha') pudieran tener cargos en la dirección provincial de Vox, de la misma forma que desconocemos tales datos respecto de otros partidos o formaciones políticas”.
La católica sostiene que es “totalmente falso ese pretendido interés [por la dirección provincial de Vox] que no existe más que en la mente de quien no tiene otro objetivo que el ya dicho de perjudicar a esta entidad”.